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Pedro Sánchez, junto a Fernando Grande-Marlaska, durante el encuentro que mantuvieron con Mohamed VI en noviembre de 2018Borja Puig de la Bellacasa

Para verse con Mohamed VI

Sánchez y Albares viajarán a Marruecos el próximo jueves

Diversos medios de la prensa marroquí señalan este viaje

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará este jueves a Marruecos para reunirse con el rey Mohamed VI con vistas a zanjar la crisis diplomática entre los dos países y marcar el inicio de la nueva etapa en la relación bilateral, según ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

Según ha indicado al término del Consejo de Ministros, Sánchez mantendrá un encuentro con el monarca alauí tras el cual habrá una cena. En esta ocasión, dado que la visita coincide con el Ramadán, se tratará del 'iftar', la cena con la que se rompe el ayuno que los musulmanes mantienen durante el día en este mes sagrado.

El Ministerio de la Casa Real marroquí también ha confirmado ya la visita de Sánchez a invitación del monarca alauí quien, además de reunirse con él, «le ofrecerá un 'iftar' en honor de su ilustre huésped».

El ministro, que acompañará a Sánchez en su visita, ha puesto en valor este último hecho, subrayando que el que se invite a alguien externo al círculo familiar al 'iftar' «es un signo de amistad muy fuerte por parte del rey» y ha adelantado que el presidente permanecerá hasta el viernes en Rabat, donde se está ultimando una agenda que aún está por cerrar y de la que no ha dado más detalles.

Está por ver pues si Sánchez se reúne también con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, o si Albares mantiene un encuentro con su homólogo marroquí, Naser Burita, con el que se iba a reunir el viernes pasado pero tuvo que cancelar el desplazamiento a raíz de la llamada telefónica entre este y el monarca alauí.

Mohamed VI invitó a Sánchez, y también a Albares, a viajar «en los próximos días» a Marruecos y le trasladó su «alto aprecio» por la respaldo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental que le trasladó el presidente del Gobierno en su carta del 14 de marzo.

Los dos países han expresado su voluntad de iniciar una nueva etapa en la relación, dejando atrás la crisis suscitada por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y por la postura del Ejecutivo español respecto al Sáhara.

Por otra parte, Albares ha indicado que el presidente del Gobierno tiene «en estos momentos viaje agendado» a Argelia, después de que este país procediera a llamar a consultas a su embajador en Madrid tras el respaldo de Sánchez al plan de autonomía marroquí y de que la empresa energética estatal Sonatrach haya anunciado que no descarta «recalcular» el precio del gas que suministra a España.

El ministro ha evitado asimismo aclarar si ha habido contactos con las autoridades argelinas en las más de dos semanas trascurridas, aferrándose a la necesidad de «discreción» en diplomacia. «No voy a airear lo que hay», ha acotado.

No obstante, y como ya han venido haciendo tanto él como otros miembros del Gobierno en los últimos días, el jefe de la diplomacia ha vuelto a defender que «Argelia es un socio estratégico de primer nivel y ha sido siempre un suministrador fiable».

«Si por algo es conocido internacionalmente es porque siempre ha cumplido escrupulosamente sus contratos internacionales, especialmente en materia de gas y petróleo», ha incidido Albares, que ha recordado que se trata de «contratos privados» entre empresas pero para quien este cumplimiento es una «seña de identidad de Argelia». «España siempre ha constatado el respeto escrupuloso de Argelia al respecto», ha remachado.

Fuentes gubernamentales han asegurado que les sorprendería que Argelia fuera más allá en su respuesta puesto que el Gobierno español ha adoptado una posición parecida a la de Alemania y no ha llegado tan lejos como Estados Unidos, que con Donald Trump reconoció la marroquinidad del Sáhara, y contra estos países no hubo represalias.

Asimismo, las fuentes han señalado que por el momento las empresas afectadas por la eventual subida de los precios por parte de Sonatrach no han trasladado «preocupación» al Gobierno.