«¿Juráis que el cuerpo que contiene la presente caja es el de Su Excelencia?»

El tercer documento histórico al que ha tenido acceso El Debate es el acta notarial del traslado del cuerpo de Francisco Franco desde el Salón de Columnas del Palacio Real, donde se instaló la capilla ardiente abierta al público, hasta su inhumación en la basílica del Valle de los Caídos. Como en los previos documentos publicado por este medio, la labor de autentificación la realizó el ministro de Justicia de la época y, por tanto, Notario Mayor del Reino, José María Sánchez-Ventura y Pascual.

Este notario fue quien presenció el cierre por soldadura de la caja «de las dos que se compone el féretro». La operación se llevó a cabo en algo más de 15 minutos; entre las 8:00 y las 8:19 horas, y estuvieron presenciándola en calidad de testigos, según recoge el acta, Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde y yerno de Franco, Alfonso de Borbón y Dampierre, duque de Cádiz, y los médicos Vicente Pozuelo Escudero, Modesto Martínez Piñeiro, Antonio Piga Rivero y Bonifacio Piga Sánchez-Morate.

Acto seguido, comenzó el último «turno de vela», que contó con la presencia de Carlos Arias Navarro, a la sazón presidente del Gobierno, más 18 ministros del Régimen. Luego el féretro fue trasladado a hombros hasta un túmulo en la Plaza de Oriente, donde a las 10:00 horas fueron oficiadas las exequias fúnebres por Marcelo Gómez Martín, cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, y presididas por los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía.

«Terminadas las exequias fue instalado el féretro en un vehículo militar, y tras rendirle los honores de Ordenanza, y siendo las once horas, se puso en marcha la comitiva, presidida por Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I», es la siguiente acción de la jornada que aparece consignada en el acta notarial. La comitiva emprendió entonces su rumbo hacia el Valle de los Caídos, no sin pasar antes por las siguientes calles de Madrid: Plaza de Oriente, Bailén, Paseo del Pintor Rosales, Paseo de Moret y Arco del Triunfo.

A la una y media del mediodía la comitiva llegó hasta la puerta de la basílica del Valle de los Caídos. Allí, Fuertes de Villavicencio, jefe de la Casa Civil de Franco, le entregó al abad del templo, Luis María de Lojendio, la orden del Rey Juan Carlos para que recibiera el féretro y se inhumara allí.

«El padre abad me manifiesta a mí, el notario, en su propio nombre y en el de la comunidad que regenta, que acepta como un honor la Orden de Su Majestad y que la cumplimentará con el celo que corresponde a la alta misión que entraña», señala el notario.

El momento más significativo que recoge el acta es la entrada del féretro en la basílica a hombros de sus familiares. A las 14:00 horas del 23 de noviembre, antes de que el ataúd fuera descendido por unos operarios hasta el sepulcro, el notario formuló en voz alta a los allí presentes la siguiente pregunta: «¿Juráis que el cuerpo que contiene la presente caja es el de Su Excelencia el Jefe del Estado, Generalísimo de los Ejércitos, Don Francisco Franco Bahamonde, el mismo que os fue entregado para su custodia en el Real Palacio de Oriente, de Madrid, a las seis horas treinta minutos del pasado día veintiuno?».

«Sí, lo es, lo juro». La respuesta fue pronunciada por las siguientes personas siguiendo este orden: Ernesto Sánchez-Galiano Fernández, José Ramón Gavilán y Ponce de León y Fernando Fuertes de Villavicencio, que eran el primer y el segundo jefe de la Casa Militar de Franco y su jefe de la Casa Civil, respectivamente. El juramento también fue escuchado por el abad, Luis María de Lojendio e Irure.

«Siendo las catorce horas y diez minutos se procedió a la ceremonia de la inhumación en la tumba sita en el presbiterio, entre el altar mayor y el coro de la basílica», recoge el acta notarial que, asimismo, detalla que a las 14:30 finalizó definitivamente el entierro.

Las actas originales

Las actas notariales originales están guardadas a pocos metros de la Puerta del Sol de Madrid, en el despacho del director general de los Registros y del Notariado de España.

Oculta tras los paneles de madera que recubren el despacho del director está la caja fuerte en la que se conservan las actas firmadas por los sucesivos notarios mayores del Reino, junto al Registro Civil de la Familia Real.

En la misma caja, bajo llave y con código de seguridad, están las actas de la defunción de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975, de la jura y proclamación del Rey de Juan Carlos I dos días después, y del entierro del generalísimo el 23 de noviembre de aquel año en la basílica del Valle de los Caídos.