Director de la Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa
Coronel Juan Carlos Fernández: «El Ejército del Aire es vivir el futuro en el presente»
La Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa quizá no sea una de las más espectaculares del Ejército español, pero la labor que realiza resulta imprescindible para el buen funcionamiento de las operaciones aéreas
No vuelan en los Eurofighter ni en los F-18, pero la labor de los especialistas que salen de la Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa es fundamental para que el Ejército del Aire español tenga la valoración internacional que tiene. El coronel Juan Carlos Fernández, director de esta Escuela ubicada en Zaragoza, explica a El Debate la inestimable labor que realizan.
–¿En qué consiste la formación que se imparte en la Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa?
–Se centra en dos áreas principalmente que es protección de la fuerza y apoyo a las operaciones aéreas en el Ejército del Aire. La protección a la fuerza es todo lo relativo a proteger las instalaciones, al personal, a proteger la información. Y el apoyo a las operaciones aéreas, todo lo que hay alrededor desde la lucha contraincendios, combustibles, hostelería. También tenemos no solo a los alumnos iniciales en el ejército de Aire, sino profesionales que vienen a realizar cursos de perfeccionamiento. Ahora mismo aquí en la escuela tenemos desde oficiales, suboficiales, personal de tropa y hasta esta semana tenemos los reservistas. O sea que tocamos todas las escalas.
–¿Qué salidas profesionales tienen los alumnos que salen de la Academia?
–Cuando acaban ya toda su enseñanza de formación ya son profesionales, van a las unidades aéreas y a partir de ahí trabaja en las diferentes especialidades que tengan. El Ejército es muy diverso, tenemos no solo la cuestión del vuelo, que es la principal, hay muchas más opciones. De hecho, para nosotros las cuestiones como el ciberespacio o el espacio están tomando mucha fuerza.
–¿Qué porcentaje de alumnos de tropa luego pasan a los cursos de suboficiales o de oficiales?
–La salida natural dentro del propio Ejército del Aire es a la escala de suboficiales. De hecho, un poco más del 80 por ciento de todos los suboficiales del Ejército del Aire han comenzado como tropa, han pasado por esta escuela. Hay algunos también que luego posteriormente promocionan a la escala oficiales, pero es cierto que es en menor cuantía, porque los requisitos del sistema educativo tienen que tenerlos y eso limita.
–Estos días se está hablando de las misiones aéreas de la OTAN donde participa España. Supongo que ahí habrá visto alumnos suyos
–Todo el apoyo a las operaciones aéreas están en esos despliegues. Pero en operaciones hay otro colectivo más importante en cuanto a número, todo el personal que ha estado en Afganistán, por ejemplo, este verano. Era personal que está aquí en la Base Aérea de Zaragoza y muchos de ellos han pasado por aquí. Es decir, la vocación del Ejército del Aire es expedicionaria, está siempre listo, preparado, adiestrado para en el menor tiempo posible salir adonde haga falta.
–¿Qué siente usted como director de la escuela al ver a sus alumnos en estas misiones?
–Para mí es lógicamente un gran orgullo. A ellos y a los que no se ven que trabajan día a día. Todo lo que recibimos de las unidades es que el trabajo que realizan es de muy buena calidad. Y eso es parte lógicamente del cuadro de profesores que hay aquí, que es una de las cosas que a mí me sorprendió cuando vine. La calidad del profesorado que tenemos aquí, tanto por la formación que tienen como por la dedicación, la vocación que tienen... Porque ciclo tras ciclo, año tras año, hacer lo mismo con la misma ilusión es de verdad encomiable. Cuando se recibe al personal que viene de la vida civil es como un libro en blanco. Y cuando pasa un año y se les deja ya formados y uno ve la evolución y eso es lo que llena de orgullo al profesor.
–Supongo que en ese tiempo les inculcan los valores, no ya sólo los propios del Ejército español, sino también los específicos del Ejército del Aire.
–En ese periodo de formación militar general, tenemos una triple formación, y una es en valores constitucionales y valores militares. Esos valores militares son los valores tradicionales comunes a todas las fuerzas armadas españolas: vocación, disciplina, abnegación... Pero también hay unos valores más específicos del Aire, como es el trabajo en equipo y la flexibilidad. Eso es innato del poder aéreo y se los intentamos inculcar también. Todo esto sin olvidarnos nunca de nuestras tradiciones y de nuestra historia. En esta fase de formación militar general, en esas ocho primeras semanas que vienen aquí, todos tratamos de recordarles que, aunque seamos un Ejército joven, el más joven de las Fuerzas Armadas españolas, tenemos mucha tradición y muchas hazañas gloriosas.
–¿Qué significa el lema de la escuela: Eppur si muove?
–Significa «y sin embargo todo se mueve». El Ejército del Aire es una organización tecnológicamente avanzada, que está en constante adaptación a todas las nuevas no sólo tecnologías, sino a los nuevos dominios. Todo lo que es el espacio del ciberespacio está en constante adaptación y nosotros en nuestro lema, pues queremos reflejar eso. Y sin embargo todo se mueve, todo sigue. Y es esa enseñanza que queremos dar aquí, que no solo es mirando hacia atrás, sino mirando al presente, al futuro.
–¿Cómo animaría a alguien que acaba de terminar la ESO y se plantea ingresar en el Ejército?
–Está clarísimo, como no puede ser de otra manera, para mí siendo aviador. Ser aviador es vivir el futuro en el presente. Es ver todas estas cuestiones tecnológicas, que están pasando y que pasarán. Vivirlo día a día, aquí, en el presente. El Ejército del Aire es una organización tecnológicamente avanzada que está en constante adaptación y eso es lo que ellos van a poder vivir aquí. Es vivir ese día, ese futuro, en el presente.
–En la Escuela también se ofrece formación a los reservistas.
–Los reservistas en España tienen una amplia tradición. Es personal que continua manteniendo su profesión, pero prestan voluntariamente servicio a las Fuerzas Armadas. Son admirables porque dejan su trabajo durante dos, tres o cuatro semanas voluntariamente y se reincorporan a las Fuerzas Armadas para desarrollar su labor y dar esa experiencia que ellos tienen en el campo civil.
–¿Qué formación reciben los reservistas?
–Reciben la misma formación militar general del resto de la tropa, pero concentrada en dos semanas. Hacen su formación en valores constitucionales. Hacen su formación en cuestiones de instrucción, ven toda la cuestión legal, las ordenanzas, etc., hacen tiro... Normalmente se activan varios días al año, unos 30 días o cada uno escoge e incluso pueden ir a zona de operaciones. Un reservista voluntario aporta muchas capacidades en tiempo de paz y en tiempo de guerra también las aportaría. Pero ahora mismo, en tiempo de paz, es un desahogo para las Fuerzas Armadas poder aprovechar su experiencia.
–Después también se especializan.
–Se especializan en el destino al que van. Les explican en concreto qué es lo que se espera de ellos. Cómo pueden contribuir. Quiero decir, por ejemplo, alguien que sea especialista en educación física, puede ir a una unidad. Y allí la explica o les dice 'mira que necesitamos potenciar esto, necesitamos potenciar este otro aspecto' y allí ya trabaja. Yo creo que los periodistas también pueden activarse.
Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa
Las especialidades fundamentales que se imparten en este centro son:
- Protección de la Fuerza y Apoyo a las Operaciones
- Operaciones en Plataforma Aérea
- Combustibles
- Contraincendios
- Hostelería
Se forman soldados de tropa en dos turnos anuales, de unos 230 alumnos cada turno. Pero también aquí se imparten cursos de perfeccionamiento para suboficiales y oficiales, además de formación para reservistas. De tal forma que, en estos momentos, por ejemplo, hay unos 360 soldados en sus diferentes escalas formándose en la Escuela de Técnicas de Seguridad y Defensa.