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Santiago Abascal y Alberto Núñez FeijóoLu Tolstova

Partido Popular

El último dardo de Feijóo a Vox para evitar entrar en la Moncloa de su mano

El PP quiere que el PSOE acepte un pacto para que sea la lista más votada la que gobierne de cara a las próximas elecciones

Feijóo quiere borrón y cuenta nueva. No importa que su partido acabe de formar gobierno en Castilla y León gracias al apoyo de Vox. El nuevo líder de Génova no quiere depender del partido de Santiago Abascal al que ve como un lastre a la hora de alcanzar la presidencia del Gobierno de España. La petición de pacto con el PSOE para conseguir que gobierne la lista más votada es el último ejemplo de ello.

Lo dejó claro en su primer discurso como presidente del Partido Popular. Y lo que dijo en Sevilla ha ido acompañado por una serie de gestos que le distancian cada vez más de Vox. El último ha sido la insistencia de alcanzar un pacto con los socialistas que fije que en las próximas elecciones gobernará el que más voto reúna. Esta táctica supone dejar fuera de los futuros ejecutivos a partidos como Podemos o Vox. Todo ello si no son éstos los que consiguen ser la lista más votada. Ahí está el riesgo de la operación de la que Feijóo parece muy seguro y el PSOE no tanto.

La propia secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha culpado al PSOE de que su partido haya llegado a un acuerdo para gobernar en Castilla y León. La número dos esgrime que si los socialistas se hubiesen abstenido, Alfonso Fernández Mañueco podría haber alcanzado la presidencia sin necesitar un pacto con Juan García-Gallardo.

Mientras Feijóo asegura que «una forma de darle estabilidad institucional a nuestro país es un acuerdo para que gobierne la lista más votada». «Ahora vienen las municipales y autonómicas y por mi parte me gustaría que ese acuerdo fuese recibido por el PSOE», ha asegurado el líder del PP.

El aún presidente gallego se siente cómodo en las mayorías absolutas. Todos lo harían, pero es que él puede presumir de haberlo conseguido en cuatro ocasiones. Sin embargo, la aritmética parlamentaria pone a Feijóo en un brete. El líder popular sabe que su acercamiento al PSOE tiene que darse con tiento y sin mostrar una cercanía total con la formación que pacta con partidos como Podemos, Bildu y ERC. Pero tampoco quiere ir de la mano de Vox con los que discrepa en muchos de los temas clave. El nuevo presidente del PP quiere abarcar más y para ello está sembrando la idea de «ensanchar el partido para sumar, sumar y sumar». «¿Es que acaso se puede hacer algo restando?», mencionó en su primer discurso al frente del partido. Y con ello pretende recoger el voto descontento del centro, sea de derecha o de izquierda.

Sin foto con Vox

«¿Qué es más importante, acudir a la investidura en Castilla y León para aparecer en la foto o empezar a encontrar soluciones para los españoles?», plantean fuentes de su equipo a El Debate al ser preguntados por las razones que han llevado a Feijóo a no acudir a la investidura de Mañueco este martes.

«Su intención era ir y así lo dijo, pero las reuniones que va a mantener son importantes», añaden sobre los cuatro encuentros que tendrá Feijóo en Génova. Serán con responsables de CEOE, Cepyme, UGT y CCOO. A simple vista, parece que la apretada agenda tenga como uno de sus objetivos no dejar hueco para acudir al acto en el que Mañueco será investido presidente gracias al apoyo de Vox.

Sin embargo, desde su entorno aseguran que no tiene nada que ver con esto, sino con la dificultad de comprimir estas reuniones otro día. Entre los compromisos de Feijóo esta semana está la Junta Directiva del PP de Galicia, la de Madrid y el pleno en el parlamento gallego.