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Mañueco recibe la felicitación de Ayuso, el martes, en ValladolidEFE

El peculiar Estatuto madrileño

Lo único que Ayuso envidia de Mañueco, pese a que ella gobierna en solitario y él con Vox

La presidenta madrileña representa el modelo de mayorías amplias que Feijóo quiere exportar a toda España, pero el año que viene tendrá que volver a las urnas

En el PP se habla del modelo Ayuso frente al modelo Mañueco como la fórmula deseable en toda España para mantener a raya a Vox: mayorías amplias y Gobiernos en solitario con el apoyo externo del partido de Santiago Abascal.

Sin embargo, hay algo en lo que la presidenta madrileña envidia a su homólogo castellanoleonés, y así se lo ha hecho saber en sus conversaciones de estos días: Alfonso Fernández Mañueco no tendrá que volver a examinarse en las urnas hasta dentro de cuatro años, mientras que en la Comunidad de Madrid habrá elecciones en 2023: solo dos años después de aquellas en las que barrió Ayuso al grito de «comunismo o libertad».

La propia Ayuso hizo mención a ese mandato largo el martes en Valladolid, adonde acudió para presenciar la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. Allí sostuvo: «Me congratula saber que los próximos cuatro años Castilla y León es una comunidad socialismo free».

Ello es debido a una peculiaridad del Estado de las Autonomías español, otra más. Inicialmente no era así, pero actualmente todas las comunidades reconocen en sus estatutos de autonomía la potestad que tienen sus presidentes regionales de disolver anticipadamente sus respectivos parlamentos y convocar elecciones. Aunque con dos modelos distintos.

Madrid es una de las seis comunidades en las que, si hay adelanto, la legislatura no dura cuatro años

En Madrid, Castilla-La Mancha, Asturias, Cantabria, La Rioja y Murcia, aunque haya adelanto, después tiene que haber otras elecciones al término natural de la legislatura ordinaria, en este caso el cuarto domingo de mayo de 2023.

En cambio, en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Extremadura, Navarra y Canarias si se produce adelanto el mandato salido de las urnas es para cuatro años, y no hasta que colisione con la legislatura ordinaria. De ahí lo de Mañueco.

Mañueco, durante su toma de posesiónEFE

Este segundo modelo es el mismo que impera en las cuatro comunidades que, originariamente, eran las únicas que tenían reconocido el derecho de convocar por su cuenta: Cataluña, Galicia, el País Vasco y Andalucía. Las demás, las llamadas de «vía lenta» (por la forma en que accedieron a la autonomía) lo fueron incorporando en las reformas de los estatutos de autonomía a partir de mediados de los años 90.

El listón, muy alto

Dado el modelo de la Comunidad de Madrid, que solo tienen seis regiones, Ayuso tendrá que someterse al veredicto de las urnas el próximo año, aunque ella preferiría no tener que convocar hasta 2025. De hecho, en su entorno reconocen que el listón de 2021 está muy alto y no será fácil igualarlo. Entonces tuvo enfrente como candidato de Unidas Podemos a Pablo Iglesias, que movilizó aún más a un electorado de centro derecha que ya de por sí lo estaba.

Hay un caso anterior al de Ayuso: en 2012, Francisco Álvarez Cascos decidió disolver el Parlamento de Asturias solo diez meses después de las elecciones de 2011 porque no conseguía aprobar los Presupuestos. La legislatura quedó limitada a tres años porque en 2015 el Principado de Asturias tuvo que volver al redil electoral.

En cualquier caso, los adelantos electorales en las comunidades han pasado de ser una excepción a parte de la nueva normalidad política. Se han convertido no solo en un botón rojo que pulsar ante situaciones de ingobernabilidad motivadas por la fragmentación del voto. Sino también en un cartucho más de todo el arsenal con el que cuentan los partidos para su estrategia nacional.

Se llevan la palma en Cataluña. Desde 2010, los catalanes han sido convocados a las urnas autonómicas en cinco ocasiones (2010, 2012, 2015, 2017 y 2021).