El aumento del gasto en defensa divide a los españoles

La invasión rusa de Ucrania ha devuelto a la opinión pública el debate acerca del aumento del gasto en defensa. España fue el segundo país de la OTAN que menos dinero invirtió en este capítulo en 2021 –el 1,03 % de su PIB, solo por delante de Luxemburgo–. El Gobierno de Sánchez ha asumido el compromiso de alcanzar la cifra del 1,24 % del PIB en 2024 y del 2 % en un tiempo indeterminado. Aún así, los sondeos revelan que el incremento del gasto en material bélico aún genera posiciones enfrentadas entre los españoles.

Según la encuesta sobre cuestiones de actualidad publicada esta semana por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 45,3 % de los ciudadanos sería partidario de que España redoblara sus esfuerzos en defensa, frente a un 32,7 % que preferiría mantener el presupuesto actual en esta materia y un 14,3 % que optaría porque disminuyera.

El respaldo a la subida del gasto en defensa es claro entre los votantes de Vox (77,6 %) y el Partido Popular (75,7 %), pero solo recaba el apoyo de uno de cada seis seguidores de Unidas Podemos (17,9 %). La mayor división se produce entre los que eligieron la papeleta del PSOE en la repetición electoral de 2019: un 42,8 % de los votantes de la formación gobernante cree que se debería incrementar la inversión, frente a un 40,1 % que no lo considera necesario.

Por el contrario, la posibilidad de que los países del club de los 27 amplíen su cooperación en materia de seguridad con la formación de un Ejército europeo sí obtendría el apoyo mayoritario de la población española: seis de cada diez encuestados secundarían esta hipótesis, frente a apenas un 31,3 % que se opondría. De nuevo, los más entusiastas ante la posible creación de este cuerpo militar son los votantes del PP (70,6 %) y de Vox (67,4 %), aunque también convence a los del PSOE (63,3 %) y UP (51,9 %).

Esta revalorización del papel de las fuerzas armadas coincide con el desarrollo de una guerra que los ciudadanos perciben como un peligro para la seguridad colectiva. De hecho, el 55 % de los españoles temen que la guerra de Putin pueda desencadenar una Tercera Guerra Mundial, tras las numerosas advertencias en este sentido lanzadas por Rusia y Estados Unidos, por un 36,5 % que piensa que no hay opciones reales de que estalle un conflicto a nivel planetario.

La mayoría de los ciudadanos considera que el Ejército ruso está cometiendo crímenes de guerra y de lesa humanidad en Ucrania (90 %), como el ataque deliberado a la población civil de este país (85 %); unas acciones por las que creen que el presidente ruso, Vladímir Putin, debería ser juzgado por un tribunal u organismo internacional (88 %).

Así, los españoles dan un suspenso rotundo a la gestión de Putin tras el estallido del conflicto –un 1,5 sobre diez–, mientras que respaldan a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien otorgan la mejor puntuación, un notable bajo (7,1). Los encuestados también premian la actitud negociadora del presidente francés, Emmanuel Macron, dando a su Ejecutivo la segunda nota más alta (5,85).

El Gobierno de Sánchez logra un aprobado por la mínima (5,06) en la respuesta a la invasión, que ha estado marcada por los bandazos ante el envío de armas a Ucrania y la puesta en marcha de un plan anticrisis con medidas como la bonificación del precio del litro de gasolina.