Cumbre de la OTAN en junio
Las razones que han llevado a la OTAN a desconfiar de Pedro Sánchez
A apenas dos meses de la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid, Sánchez ha perdido la confianza de los aliados por la relación con sus socios de Gobierno
Las relaciones establecidas entre los miembros de la OTAN dependen de muchas derivadas. Debido a la importancia de los temas tratados en sus reuniones, la confianza es una de las más importantes. Sin embargo, tal y como ha revelado El Debate en exclusiva, el Gobierno de España no cuenta con la suficiente fiabilidad para la Alianza. Las razones tienen todo el mismo origen: los socios de Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno ha conformado su liderazgo sobre los hombros de partidos como Podemos, que apoyan abiertamente a Vladimir Putin, y formaciones separatistas como Bildu y ERC, que tendrán ahora información directa de los temas más delicados del Estado a través de su entrada en la Comisión de Derechos Oficiales.
La información publicada por este medio afirma que durante las reuniones preparatorias de la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de junio, uno de los asuntos tratados fue la fiabilidad de la que carece el Ejecutivo español. Cabe recordar que durante la cumbre se debatirán asuntos claves que marcarán la hoja de ruta de los próximos años. Especialmente, por el delicado momento provocado por la invasión rusa. Por ello, muchos son los que no ven con buenos ojos que un Gobierno como el actual tenga acceso a dicha información.
El Consejo de ministros de España cuenta con miembros de una formación que ha abogado de manera recurrente con la aceptación de las políticas de Putin. En el año 2019, en el marco de las elecciones europeas, Podemos propuso cambiar el «modelo fallido» para eliminar «la competencia y sanciones comerciales en la vecindad oriental y con Rusia». En la actualidad, y apoyados en la «guerra en el Donbás», los morados han intentado marcar una posición más lejana con el Kremlin pero sin mostrar su rechazo total a lo ocurrido. El partido liderado por Ione Belarra sí que se ha posicionado en contra del envío de armas a Ucrania, optando por la creación de un «escudo verde» en su lugar con el que las energías renovables impidiesen hipotéticamente que los precios de la electricidad y el gas fuesen factores decisivos en el apoyo a Volodomir Zelenski.
Pero Podemos no es el único cabo suelto del Gobierno. El supuesto espionaje a líderes nacionalistas a través del sistema Pegasus ha desencadenado otro de los motivos para que la OTAN dude de la fiabilidad de España. A través de un cambio de la normativa por parte de la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, las formaciones a favor de la ruptura del país tendrán acceso a la Comisión de Secretos Oficiales, una comisión en la que participará un miembro de cada una de los partidos y en la que se tratan asuntos de Estado que implican la obligatoriedad de guardar un total secreto sobre ello. Partidos como el PP sostienen que es difícil confiar en que aquellos que han querido resquebrajar el Estado en ocasiones anteriores tengan capacidad de cumplir con dichas exigencias. La cesión de Sánchez en este sentido compone otra de las razones por las que la OTAN desconfía del Ejecutivo español de cara a la cumbre de junio.
Además, hace apenas unos días el juez que investida el presunto desvío de fondos al procés imputó al espía ruso Alexander Dmitrenko, al que un informe de la Guardia Civil situó como el enlace entre el expresidente catalán Carles Puigdemont y Rusia. Las relaciones entre el independentismo catalán y el Kremlin se basan en el apoyo de los rusos a la causa secesionista, que llevó a la celebración de un referéndum ilegal en octubre del año 2017.
La desconfianza internacional hacia Pedro Sánchez aumentó de manera exponencial tras la filtración a uno de los medios afines al Gobierno de documentación confidencial enviada por la OTAN y Washington a Moscú. Los papeles se hicieron públicos a pesar de que estaban restringidos únicamente a los aliados que conocen sobradamente del blindaje que les rodeaba.
Todas estas razones han provocado que la cumbre de la OTAN se enturbie a apenas dos meses antes de su celebración en la capital española. El anfitrión ha perdido la confianza de los aliados que se enfrentan al reto de conformar los ejes geoestratégicos de los próximos años.