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Pedro Sánchez y Pere Aragonès este viernes en BarcelonaEP

Busca salida a la crisis

Sánchez promete a Aragonès «diálogo» para evitar una ruptura que ninguno de los dos quiere

El presidente del Gobierno hace un guiño a su homólogo de la Generalitat y le insta a seguir construyendo «convivencia» juntos en medio de un momento crítico de la legislatura

La receta de Pedro Sánchez para solventar la crisis del catalangate es la misma de siempre con el independentismo. El presidente ha expresado su «firme voluntad de continuar avanzando en el diálogo» ante el presidente de la Generalitat durante la clausura de las jornadas anuales del Cercle d’Economia.

Sánchez y Pere Aragonès han coincidido horas después de que la directora del CNI confirmara que Aragonès fue uno de los 18 independentistas espiados con autorización judicial. Lo que ha dejado la legislatura en la cuerda floja.

Mientras ambos esperaban fuera para recibir a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, han conversado de manera informal durante cuatro minutos, con semblantes serios. «La situación es muy grave, hay que hablarlo cara a cara», le ha trasladado Aragonès a Sánchez, a quien lleva días pidiendo una reunión a solas. Ya antes de saberse entre los investigados.

Una vez dentro, y delante del público, el presidente ha aprovechado su discurso para dirigirse directamente al president, en medio de la tormenta. Ante Aragonès, Sánchez ha expresado su «profundo respeto» por Cataluña, como también por su sociedad y por las instituciones catalanas. Y ha abogado por «construir convivencia» juntos.

Aragonès y ERC están midiendo su respuesta tras conocerse los pinchazos; esperando que el Gobierno encuentre una salida al callejón. Que, de momento, para el president pasa por un encuentro con Sánchez que el equipo de este último está sopesando, como ha contado El Debate.

El jueves por la tarde, la Generalitat envió un comunicado pidiendo desclasificar la autorización judicial por la que su móvil fue intervenido. En La Moncloa aseguran que no tenían conocimiento de cuáles eran los objetivos del CNI, pero los independentistas no se lo creen.

Los equilibrios de Aragonès no son, desde luego, los de Junts per Catalunya, cuya principal aspiración es que el president «mande a la mierda» al Gobierno central, en palabras de Carles Puigdemont.

El presidente de la formación, Jordi Sànchez, ha ironizado: «Estoy esperando la llamada del presidente Aragonès para decir que tenemos ya garantías de una comisión de investigación, de poder ejercer el derecho de autodeterminación y de que el Congreso dispone de una mayoría para promulgar la ley de Amnistía», informa Europa Press.

Sànchez ha hablado así en el transcurso de una concentración convocada por ERC, Junts, la CUP, Ómnium y ANC celebrada a las puertas del hotel donde se ha celebrado la reunión del Cercle.