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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste una vez más en esconder qué compañías se lleva en el FalconEl Debate

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Sánchez esconde ahora sus invitados al Falcon porque contarlo pondría «en peligro» su vida

El jefe del Ejecutivo se resiste a informar de las personas que viajan con él en el avión presidencial; ni siquiera del pasaje de su trayecto a la isla de La Palma para la cumbre autonómica, cuando obligó a sus ministros a tomar otro avión

Viajes públicos pero con acompañantes ocultos: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste una vez más en esconder qué compañías se lleva en el Falcon, pese a que la Moncloa ha sido «condenada» en la Audiencia Nacional por usar el avión oficial para asuntos privados o de partido y acumula resoluciones en contra del Consejo de Transparencia.

Pese a ello, el presidente que reclama «ejemplaridad» a la Corona, vuelve a echar el candado a otra de sus expediciones, a las islas Canarias, y se niega a explicar quiénes se montaron con él en el célebre Air Force One presidencial rumbo a La Palma, a sabiendas de que ese comportamiento opaco ha sido sancionado de forma reiterada.

En concreto, en esta ocasión Sánchez se ha negado a revelar la «relación e identidad de los acompañantes (ministros, autoridades, altos cargos, asesores o cualquier otro cargo) que han acudido en el mismo vuelo fletado por el presidente del Gobierno» para ir a la isla afectada por la erupción del volcán Cumbre Vieja, donde acudió en incontables ocasiones a diferencia, por ejemplo, de hospitales o residencias de ancianos durante la pandemia.

Y lo hace con el enésimo argumento sorprendente: hacerlo pondría «en peligro» su vida, tal y como figura en la respuesta por escrito de Moncloa a El Debate.

Sí, parece que no se trataba de ministros, responsables autonómicos o altos funcionarios, pues estos emplearon otros vuelos. De la comitiva que iba junto al presidente en la cabina del Falcon nada se puede decir, según el gabinete presidencial, apelando a vagas razones de seguridad, y aportando un simple enlace de Moncloa en el que se menciona algunos aspectos relacionados con los acompañantes del presidente del Gobierno en la XXVI Conferencia de Presidentes, celebrada el pasado 13 de marzo en la Palma. De quiénes iban dentro del avión presidencial, no aporta ningún dato.

E incluso, para salir del paso, se remite a las notas oficiales de Moncloa aquel día, glosando una relación de altos cargos presentes en La Palma para omitir los que viajaron con él en el Falcon:

«Asisten la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la ministra de Hacienda y Función Pública, el ministro del Interior, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, la ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, la ministra de Sanidad y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones».

Pero no deja de reconocerse, eso sí, que el viaje era oficial. Precisamente apelando a ese carácter institucional y público, este periódico se ha interesado por la nómina de autoridades y representantes administrativos que viajaron junto a Sánchez para participar en la XXVI Conferencia de Presidentes celebrada aquel mes es la isla del archipiélago canario.

Saber de qué personas se trataba no solo resulta procedente por interés público elemental, tras el precedente de 2018 de un viaje a la costa de Castellón con su esposa, Begoña Gómez, para acudir a un concierto; sino también por el hecho de que otros altos cargos que participaron en ese encuentro llegaron a la isla en otros vuelos diferentes.

Con las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera a la cabeza, una delegación gubernamental compuesta por varios ministros viajó hasta La Palma en un vuelo chárter operado por Iberia y alquilado por el Gobierno.

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Tras la investigación llevada a cabo por El Debate durante meses, Moncloa tuvo que reconocer por escrito que Sánchez se sirve del Falcon para cualquier tipo de desplazamiento, aunque no sea para ejercer de jefe del Ejecutivo, porque «la condición de presidente del Gobierno se ejerce de forma continua e íntegra durante todo el lapso de tiempo que discurre entre su nombramiento y cese, sin contemplar ningún periodo determinado, o determinable, en el que el Jefe del Ejecutivo no ostente esa condición», algo que le faculta a su juicio para tener «taxi aéreo» gratis para mítines del PSOE o asuntos personales.

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Así se recogió en un documento de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno, del pasado 20 de abril y publicado en exclusiva por El Debate, que empapa la nueva respuesta de Moncloa en La Palma, con el mismo patrón para negar reiteradamente el acceso a una información de reconocido carácter público.

La aeronave despegó del aeropuerto de Torrejón con el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la ministra de Hacienda y Función Pública, la ministra de Sanidad y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, acompañados cada uno por sus respectivos equipos. Poco antes había partido el Falcon del jefe del Gobierno desde el mismo aeródromo.

La misteriosa comitiva del presidente

Además, un día antes habían recalado en la isla los ministros de Presidencia, Interior y Política Territorial en otro avión, mientras que los mandatarios autonómicos usaron vuelos regulares para desplazarse hasta el archipiélago. Un despliegue, en fin, de lo más aparatoso y que se repitió a la hora de retornar a la península, con el presidente viajando a solas con su misteriosa compañía en el Falcon.

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Literalmente, El Debate ha preguntado al Ministerio de Presidencia, la «relación e identidad de los acompañantes» que acudieron a la cumbre «en el mismo vuelo fletado por el presidente del Gobierno», esto es, el Falcon. En representación del Ejecutivo ha respondido su directora del Departamento de Coordinación Técnica y Jurídica, Judit González Pedraz, limitándose a remitir a la agenda del día del Gobierno, con los nombres de los ministros participantes en el encuentro autonómico, única «información de interés público» que, según esta alta funcionaria, puede ofrecerse.

De los que viajaban en el Falcon al lado de Sánchez, González Pedraz no da cuenta, apelando a la existencia de «un dispositivo para la preservación de su seguridad personal y de la actividad que realiza» del que no pueden ofrecerse detalles.

«Dar a conocer el número y la identidad de las personas que conforman el dispositivo de cada desplazamiento implicaría desvelar pautas de actuación y datos específicos sobre planes de protección de autoridades cuyo conocimiento podría perjudicar la efectividad de los dispositivos de seguridad presentes y futuros», asegura la directora de Coordinación de Moncloa. Y apostilla que puede «poner en peligro la vida del presidente del Gobierno y de las personas que acompañan su actividad».

En fechas recientes , el CTBG amparaba la investigación llevada a cabo por este medio en relación al viaje de Sánchez a Estados Unidos. Con dos resoluciones, el pasado mes de marzo obligaba al Gobierno a hacer entrega de cuestiones tales como el gasto del presidente en alojamiento y desplazamientos, así como los gastos totales del viaje realizado, la identidad de los acompañantes y los criterios por los que los mismos fueron seleccionados para acudir a una gira adornada con tanto boato como improductiva a la vista de los pobres resultados alcanzados.

Así , resolvió el CTBG que la relación de acompañantes del presidente del Gobierno, excluyendo a la tripulación y el personal de seguridad, debía ser entregada por el Gobierno de Sánchez:

«La ciudadanía debe conocerlo»

«Es evidente que el alcance de lo clasificado como secreto o reservado no se extiende a la información solicitada, pues no versa sobre informes y datos estadísticos de las aeronaves ni sobre los planes de protección de personas, sino sobre la identidad de los acompañantes del presidente del Gobierno en un viaje oficial», de manera que nos hallamos ante escenarios «que deben ser conocidos por la ciudadanía, dado que se engloban en la Agenda de los representantes públicos». Todo ello figura en las resoluciones 745 y 746 del CTBG, de 25 y 28 de marzo de 2022, instadas por El Debate.

Sin embargo, una vez más, Sánchez no solo incumple lo mandado por el máximo organismo independiente de la Administración en materia de Transparencia y acceso a la información pública, sino que además reincide en las mismas prácticas tumbadas por los Tribunales.