Un Gobierno superado por los acontecimientos
Nervios y descoordinación en Moncloa: unos ministros «creen» que «no peligra» el gas; otros hablan de denunciar a Argelia
La reacción, descoordinada e incoherente, de distintos miembros del Ejecutivo trata de ocultar que España tiene mucho que perder con la supresión del Tratado de Amistad
La decisión de Argelia anunciada esta madrugada de suspender el Tratado de Amistad suscrito hace casi dos décadas con España y que rige las relaciones entre ambos países está generando un terremoto de imperdibles consecuencias; las primeras de ellas, dentro del propio Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Que la decisión de Argel no era esperada en absoluto quedó ayer mismo de manifiesto en el Parlamento, cuando Pedro Sánchez se ufanaba del supuesto éxito de su histórico giro de postura sobre el Sáhara Occidental; giro que, en la práctica, significa reconocer la soberanía de Marruecos sobre la ex colonia española. «No hay ningún problema con Argelia en relación con el suministro energético», dijo ayer, textualmente, Pedro Sánchez en el hemiciclo. Hace dos meses, al poco de anunciar su giro histórico con el Sáhara, Sánchez aún más lejos. Entonces aseguró que la relación con Argelia era «extraordinaria».
Pero la decisión anunciada por Argel durante esta madrugada ha sido la que ha sido; y muestra de que ha cogido al Ejecutivo por sorpresa es el cúmulo de reacciones que han ido generándose dentro de Moncloa y desde los distintos ministerios a lo largo de la mañana.
Antes de entrar en la polifonía de opiniones del Ejecutivo español, conviene conocer la expresada hoy por Bruselas. La Unión Europea considera «extremadamente preocupante» la decisión adoptada por Argelia y afirma que está «estudiando los detalles».
El Ministerio del Interior, cuyo titular es Fernando Grande-Marlaska, ha señalado que está «convencido» de que Argelia «en cualquier caso» mantendrá la cooperación en materia de seguridad y ha recordado que, en lo que va de 2021, ha bajado un 35% la llegada de migrantes que se puede atribuir a la conocida como ruta argelina hasta Baleares y las costas del Levante español.
Migrantes de nacionalidad argelina
En lo que va de año, hasta hoy mismo. Porque este recordatorio del Ministerio de Marlaska se produce cuando a lo largo de toda la madrugada de hoy han ido llegado a las Islas Baleares, partiendo precisamente desde costas argelinas, seis embarcaciones con un total de 116 personas a bordo. Todos los migrantes eran de nacionalidad argelina.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado, también este jueves, que «no existe circunstancia que justifique» la decisión de Argelia de suspender el Tratado de Amistad con España, al tiempo que ha señalado que las exportaciones al país argelino «son muy limitadas», apostillado que «no llegan al 0,7% del conjunto de las exportaciones nacionales».
Pero la suspensión inmediata del Tratado de Amistad con España por el giro con respecto al Sáhara, así como de la Asociación Profesional de Bancos y Entidades Financieras (Abef), tiene consecuencias que van más allá de las expresadas por Planas con respecto al ganado vacuno. Por de pronto, implica la congelación de las domiciliaciones bancarias para operaciones de comercio exterior de productos desde y hacia España a partir de este mismo jueves.
Aunque la gran cuestión comercial y económica que afecta a las relaciones hispano-argelinas es el suministro del gas. El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha querido precisar este jueves que el Tratado de Amistad no se ha roto, sino que, a su juicio, solo se ha «suspendido».
Una relación ¿normalizada?
El intento de Bolaños de proveer a los ciudadanos con una respuesta tranquilizadora ha sido durante una entrevista en Antena 3: «Hay que diferenciar entre romper el tratado, denunciarlo como se dice técnicamente, y suspenderlo. Igual que en su momento otras decisiones que tomaron, digamos que no son decisiones definitivas».
Acto seguido, Bolaños ha asegurado que van a seguir trabajando con todos los medios diplomáticos a su disposición para restablecer «cuanto antes» el tratado de amistad. «Nosotros queremos tener una relación normalizada, leal, y es en lo que estamos», ha expresado.
En relación con el suministro de gas, el ministro ha recalcado que Argelia «siempre» ha sido un socio fiable como así lo han trasladado las autoridades argelinas diciendo, asegura, que «el gas no está en riesgo en ningún caso».
Mayor preocupación ha expresado la ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, quien ha asegurado este jueves que el Gobierno está analizando las consecuencias de la decisión de Argelia de suspender el Tratado de Amistad con España, así como las relaciones comerciales. La Portavoz ha manifestado la posición del Gobierno, que sería el deseo de «restablecer relaciones con el país vecino, con el que España tiene unas «alianzas estrechas» y el espíritu de «reconducirlas cuanto antes».
En cuanto al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el principal muñidor junto al propio Sánchez de acuerdo sobre el Sáhara con Marruecos, ha indicado que el Gobierno está analizando las «implicaciones prácticas» que tienen las últimas decisiones anunciadas por Argelia. En lo que podría ser el intento de mostrar una cierta contundencia, Albares ha hablado de ofrecer una respuesta «serena» pero «firme» para defender los intereses españoles. Pero, acto seguido, ha asegurado que el Gobierno de España busca mantener una «relación constructiva» con Argelia. Para ahondar en la descoordinación, al mismo tiempo desde el Ministerio de Exteriores afirman sotto voce que el Gobierno de Pedro Sánchez estudia la posibilidad de denunciar a Argelia frente a la Unión Europea.
Todo lo que peligra para España: exportaciones, gas, comercio, migración
Los más probable, a juicio de este interlocutor, es que primen a Italia y Francia frente a España como socio comercial y gasístico. Para realizar esta operación disponen, entre otros recursos, del gaseoducto Transmed, que conecta a Argelia con Italia y luego con Centroeuropa. «La reciente visita de Draghi a Argel fue para eso; para reforzar el eje ítalo-argelino en castigo de España», responde la fuente de El Debate.
El sector ganadero español, en su especialidad de vacuno, también resulta para España otro punto vulnerable. De hecho, ya conoce las primeras consecuencias comerciales de la venganza, pues acaban de suprimirse de sus licencias de importación para Argelia. En Provacuno, la principal organización interprofesional de la carne de vacuno de España, conocen y han expresado públicamente la dureza de estos efectos.
Esta actuación con respecto al sector cárnico habría que encuadrarla dentro de una estrategia de desventaja comercial más amplia, que podría sustanciarse en una compra más cara de sus productos agrícolas y, al mismo tiempo, una aplicación de proteccionismo puro y duro a las exportaciones españolas, por lo que el flujo de inversión se irá desplazando de España hacia Argelia.
Las pateras, tal y como se ha podido comprobar esta misma madrugada en las Islas Baleares, también puede ser otro elemento de presión argelino. Los migrantes no solo entran en España por Cádiz y Canarias; igualmente llegan por las Islas Baleares y la costa este de Andalucía, siendo Argelia el punto de partida de su viaje.