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Inés Arrimadas y Juan MarínEduardo Parra / Europa Press

«La marca está tocadísima»

Abandonos, despidos colectivos, planes de refundación... Ciudadanos se diluye

Tras su debacle electoral en Andalucía, donde han perdido sus 21 diputados autonómicos, el partido naranja afronta «momentos durísimos», según reconoce su líder, Inés Arrimadas

La abogada, Carmen de Rivera, una de las primeras diputadas de Ciudadanos en llegar al Parlament de Cataluña, ha anunciado el pasado lunes que se ha dado de baja del partido, tras las «nefastas decisiones» de la dirección. Así lo ha explicado De Rivera en su cuenta personal en Twitter, después de que Ciudadanos se haya quedado sin representación parlamentaria en las elecciones andaluzas.

El ex miembro del Comité de Garantías, Fernando Sánchez-Contador, ha cursado igualmente el lunes su baja en la formación 'naranja' alegando diferencias con la dirección. Sánchez-Contador ha trasladado su baja también a través de la citada red social, lamentando que ha formado parte del partido desde su fundación y que «aún perviven muchas de las causas que justifican su existencia». Pero «no con esta dirección y después de haber vaciado de militancia el partido», ha agregado. Tanto de Rivera como Sánchez-Contador son miembros de Renovadores Cs, una corriente crítica del partido.

Sin embargo, la primera dimisión que ha generado la debacle ha sido la de su candidato a la Junta de Andalucía, el vicepresidente en funciones, Juan Marín, quien decidió dimitir de todos sus cargos en el partido la noche del mismo domingo. El vicesecretario general de Ciudadanos, Edmundo Bal, ante esta decisión de Marín, ha lamentado que «se les ha roto el corazón».

Ahora bien, fuentes de Ciudadanos descartan que se vaya a tocar «al equipo de dirección». No habrá dimisiones, «tampoco de la líder del partido, Inés Arrimadas», enfatizan los interlocutores, respondiendo así las malestar expresado por cargos y militancia del partido, que tras esta debacle electoral reclaman con creciente insistencia un congreso extraordinario, la refundación del partido y la dimisión de la dirección y de su presidenta.

Dichas fuentes también descartan la celebración de una asamblea extraordinaria, como ha pedido ayer lunes lunes el ex vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, y la corriente crítica Renovadores, además de insistir, una vez más, en que Arrimadas se marche.

En cuanto a la líder, Inés Arrimadas, por el momento ha adelantado que sí habrá una «renovación profunda», que espera que sea «refrendada» por los militantes antes de las elecciones autonómicas y municipales previstas para mayo de 2023.

Momentos durísimos

Arrimadas ha explicado que esta renovación puede «llamarse como quiera», incluso «refundación», y que será a imagen y semejanza a la realizada por los partidos liberales europeos que también han pasado por «momentos durísimos».

La propia Arrimadas, según ha manifestado en su cuenta de Twitter, cree que soportará el ciclo electoral entrante «gracias a los más de 120.000 andaluces que siguen confiando en el proyecto liberal, que debemos reimpulsar entre todos».

Pero lo cierto es que las perspectivas que ofrece esta formación no invitan al optimismo. Su principal fuerza es su grupo parlamentario de 9 diputados en el Congreso, a lo que se añaden varias alcaldías en municipios de diversa importancia, Valdemoro, Palencia, Badajoz, Alcobendas, más su vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís; la única figura de relieve que queda dentro de la formación, a parte de la propia Arrimadas.

La líder naranja ha reconocido en una entrevista para Onda Cero que Ciudadanos tiene que hacer una «reflexión profunda» porque la marca del partido está «muy castigada». Así lo prueba la decisión, anunciada un comunicado oficial del partido, de realizar un despido colectivo con todos sus trabajadores del Grupo Parlamentario Andaluz.

Según ha reconocido el jefe de prensa del grupo parlamentario, Adrián Angui, en su perfil de Twitter. «Sin grupo, legalmente, cesa la actividad y el día 14 julio terminan su contrato».