Comunidad Valenciana
Las claves de la sentencia contra el marido de Oltra por abuso sexual a una menor
El entonces marido de la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana fue condenado en 2021 a cinco años de prisión por un delito continuado de abuso sexual a una menor tutelada por la propia Generalitat. Ahora, Mónica Oltra ha sido imputada por ocultar estos hechos
Luis Eduardo Ramírez Icardi, marido de Mónica Oltra entre 1997 y 2017, trabajaba como educador en el turno nocturno de un centro de menores tutelados por la Generalitat Valenciana. Durante el año 2016 y principios de 2017 se encontraba en dicho centro T., una chica de 14 años, nacida en el año 2002. En marzo de 2021, Ramírez Icardi fue condenado a cinco años de prisión por la Audiencia Provincial de Valencia por un delito de abuso sexual continuado a una menor de 16 años, además de a una indemnización de 6.000 euros y a la prohibición de aproximarse a la víctima a menos 200 metros por un tiempo de diez años. Ahora, Oltra ha sido imputada por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia al tratar de ocultar estos abusos.
Tribunal Superior de Justicia de Valencia
Mónica Oltra: las claves de una imputada que «conoció» los abusos de su exmarido a una menor y trató de «ocultarlos»
Tal y como queda probado en la sentencia que condena al educador, T. estuvo castigada durante más de un año a dormir en una planta distinta a la del resto de menores, que se encontraba a diez metros de distancia de las otras habitaciones. La menor tutelada solía llegar tarde al edificio, ya que como ella misma reconoce, «la liaba un poco» y «veían que era la más problemática». De esta manera, T. –que padecía problemas para conciliar el sueño– pidió en muchas ocasiones a Ramírez Icardi que le hiciera masajes, debido a que tenía confianza con él, le contaba su situación familiar, y porque consideraba que era una buena persona. Así pues, la sentencia recoge que, durante esta etapa, y entre dos y diez veces, el educador, tras «masajearle en la zona del cuello y la espalda y, una vez creía que se hallaba dormida, cogía la mano de la niña y se masturbaba con ella, fingiendo T. dormir ante la vergüenza que le producía dicha situación».
Mientras se pensaba que estaba dormida decidió cogerme la mano y hacerse una gayola
La declaración de la menor en sede judicial fue bastante enquistada. Llegó al juzgado «conducida por la Policía, por encontrarse en un centro de corrección de menores, esperando a prestar testimonio en la habitación contigua a la Sala de vistas en que se iba a celebrar el juicio, permaneciendo esposada y custodiada por dos agentes de la Policía Nacional». Cuando el Tribunal se dio cuenta de esta situación le pidió a los agentes que le retiraran las esposas a T., que estaba llorando. Sin embargo, la Policía se negó «produciéndose una nueva victimización de la niña con clara infracción de sus derechos a recibir el apoyo, asistencia y trato respetuoso por todas las autoridades y funcionarios a lo largo del proceso penal, así como a su dignidad y a la debida asistencia». Así las cosas, antes de prestar declaración, el Tribunal pidió disculpas a la menor por el trato que había recibido durante la espera, «explicándole que no era a ella a la que se juzgaba».
Miedo a denunciar por el cargo de Oltra
En su testimonio durante el juicio, T. llegó a afirmar que cuando el educador «se hacía la paja llegaba a correrse» ya que la menor «notaba como si tuviera mocos en la mano». Asimismo, en un par de ocasiones Ramírez Icardi, «además de darle masajes en la espalda llegó a tocarle la entrepierna, puesto que fue bajando y se la tocó por detrás».
Por su parte, cuando T. fue a denunciar los hechos –y tal y como declaró la Policía en el juicio– solo dio el nombre de pila del abusador debido a que le causaba temor hablar del tema porque «tiene un familiar que es un cargo importante dentro de una Consellería y que sale por la tele». En dicho momento, T. afirmó que hacía aproximadamente entre dos y tres meses que habían abusado de ella, ya que mientras Ramírez Icardi se pensaba que estaba dormida decidió «cogerme la mano y hacerse una gayola». Además, la sentencia condenatoria atestigua que todos en el centro conocían la relación que mantenían Oltra y el educador, por lo que «representaba para T. una dificultad añadida a la hora de formular la denuncia ante el temor de que no sería creída».
Así las cosas, ahora Oltra está citada a declarar en calidad de imputada el próximo 6 de julio ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia por haber, presuntamente, encubierto los abusos sexuales de su exmarido. Todo ello, además, agravado por el hecho de ser la máxima responsable de menores e igualdad en la Comunidad Valenciana.