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Ada Colau, Mónica García, Mónica Oltra, Yolanda Díaz y Fátima Hamed, en el evento que organizaron en Valencia

Malos tiempos

La izquierda zozobra: Yolanda Díaz se aleja de Oltra y Colau para no contaminar su proyecto

Entre el resultado en Andalucía y la dimisión de la vicepresidenta valenciana, la izquierda se enfrenta a un efecto mariposa de incalculables consecuencias, también para el Gobierno de Sánchez

El centro derecha experimentó un efecto mariposa cuando, en marzo de 2021, Ciudadanos traicionó al PP y presentó una moción de censura en la Región de Murcia con el PSOE que acabó con Cs siendo engullido por el PP. Primero en la Comunidad de Madrid, después en Castilla y León y, el pasado domingo, en Andalucía.

Este martes, a 230 kilómetros de allí, en Valencia, se produjo otro aleteo. Pero esta vez es la izquierda la que se enfrenta a un efecto mariposa de incalculables consecuencias. Además, en pleno shock por el resultado de Andalucía (37 escaños del PSOE, Adelante Andalucía y Por Andalucía frente a los 72 del PP y Vox).

La dimisión obligada de Mónica Oltra como vicepresidenta y portavoz del Gobierno de la Comunidad Valenciana ha abierto en canal la coalición entre el PSOE de Ximo Puig, Compromís y Podem; el pacto que Pablo Iglesias siempre ponía de modelo cuando trataba de convencer a Pedro Sánchez de que compartiera con Unidas Podemos su Gobierno.

Compromís tratará de zanjar cuanto antes el episodio nombrando, previsiblemente, a su portavoz adjunta en las Cortes valencianas, Aitana Mas, como sustituta de Oltra. Todo para no quemar en estos meses a su diputado nacional Joan Baldoví, que se perfila como candidato a las elecciones de 2023. Pero será un cierre en falso de la crisis.

Y eso en la epidermis, porque en lo más profundo de la piel de la izquierda, en la hipodermis, el daño no se limita a un ejecutivo regional. Sino a la izquierda del PSOE y, por extensión, a Pedro Sánchez.

La desaparición política de Oltra supone un mazazo para el proyecto de Yolanda Díaz, ella que fue su primera madrina en aquel acto celebrado en Valencia el 13 de noviembre bajo el título Otras políticas. Y en el que la vicepresidenta segunda se hizo acompañar, también, de la líder de Más Madrid, Mónica García, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la líder del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, Fátima Hamed Hossain. No invitaron ni a Ione Belarra ni a Irene Montero por parte de Podemos.

Yolanda Díaz y Mónica OltraEFE

Por lo pronto, el entorno de Díaz se apresuró este martes a reiterar que su proyecto «no va de partidos». Desde el equipo de la vicepresidenta segunda marcaron distancia con Oltra y también con Mónica García y Ada Colau (la alcaldesa de Barcelona también está imputada) y dejaron claro que ninguna de las tres participará en su «proceso de escucha»; el que iniciará el 8 de julio en Madrid. La tesis de la socia de Sánchez es que la izquierda está desmovilizada porque hay una «brecha muy grande» entre la calle y la clase política y que por tanto es momento de que hable la ciudadanía.

Si hay algo que preocupa en los cuarteles socialistas de Ferraz y La Moncloa es la situación comatosa de ese espacio a su izquierda que hasta ahora ha ocupado Unidas Podemos. No por solidaridad, sino por puro egoísmo: los socialistas saben que no revalidarán el Gobierno si no es de la mano de la ministra de Trabajo, porque una parte de la izquierda jamás le votaría a él pero sí a ella.

Ya dijo Sánchez en una entrevista en Antena 3 a la vuelta de Semana Santa que la alternativa a un Gobierno de «las derechas» sería uno del «PSOE con el espacio de Yolanda Díaz». En ese momento oficializó su deseo de seguir gobernando en coalición la próxima legislatura, haciendo de la necesidad virtud.

Desde el domingo, el PSOE viene señalando sin discreción a su izquierda como responsable de la pérdida de varios escaños en las elecciones del domingo. El lunes, su portavoz, Felipe Sicilia, cargó contra sus socios por haber concurrido divididos a las elecciones: «A través de los restos se han perdido muchos diputados que han ido al PP», señaló.

La coalición no se rompe

Es por eso que el aleteo de la mariposa en Valencia tiene muchas implicaciones y podría acabar, incluso, en una ruptura del Gobierno de coalición sobre la que se viene especulando desde el domingo. No tanto por iniciativa de Sánchez, que es el pez grande y tiene todas las de comerse al chico, sino por interés de Unidas Podemos. Para marcar perfil propio. Aunque ahí el interés de Díaz no es el mismo que el de Podemos –Belarra y Montero, daca vez más desdibujadas en el ecosistema de la izquierda–.

De momento, este martes Yolanda Díaz alejó por completo esa posibilidad desde la mesa del Consejo de Ministros. «Una mala noticia para las derechas de este país: el Gobierno no solo va a terminar la legislatura. Queda mucha tarea y seguramente lo mejor por delante», sostuvo.

En esa misma comparecencia, a su lado, la portavoz del Ejecutivo reiteró por enésima vez que el presidente agotará la legislatura, y que lo hará con las mismas compañías. «Este Gobierno se le valorará cuando llegue el momento, finales de 2023, en una convocatoria ordinaria, que ya tocaba», añadió Isabel Rodríguez. Claro que también Oltra negaba hasta la hora crítica que fuera a dimitir. Y dimitió. O la dimitieron.