Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reunirán «en cuanto las agendas lo permitan»

Con una intervención leída, el ministro de Presidencia y mano derecha de Pedro Sánchez, Félix Bolaños, ha dado por descongeladas las relaciones con el Gobierno de la Generalitat. En un tono conciliador, casi genuflexo, Bolaños ha anunciado que la famosa mesa de diálogo entre el Gobierno central y el Ejecutivo regional volverá a reunirse próximamente.

En esa misma intervención, realizada tras reunirse con Laura Vilagrà, Félix Bolaños ha asegurado que Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reunirán tan pronto «como las agendas lo permitan» y que «en democracia todas las ideas son respetables», sin entrar a valorar en las ilegalidades cometidas por la Generalitat en los últimos años.

La comparecencia del ministro se ha producido al mismo tiempo que Laura Vilagrà hacía lo propio en Blanquerna. Bolaños no ha escatimado a la hora de utilizar mantras habituales del socialismo como que «nunca debe volver la tensión de 2017» o que «Cataluña y España necesitan», dando al Gobierno de la Generalitat prácticamente el estatus de Gobierno extranjero.

El ministro de la Presidencia ha calificado de «cordial, sincera y constructiva» la reunión de este miércoles, que llega casi dos meses después de la mantenida el pasado abril en Barcelona. Desde hoy se inicia lo que ha denominado un «tiempo nuevo», con la «defensa a ultranza del diálogo» como principio de ese marco general de la negociación entre el Ejecutivo central y el autonómico.

En ello ha insistido durante la comparecencia. «Retomamos el horizonte de futuro y de diálogo que siempre hemos defendido y reivindicado», ha expresado, apelando a la «estabilidad institucional» como objetivo para abordar, ha explicado, retos políticos, económicos y sociales, tanto en Cataluña como en el resto de España.

«Discrepancias» sobre el caso Pegasus

El espionaje a los líderes del procés a través del sistema Pegasus era uno de los temas principales que se abordarían en la reunión de este miércoles entre Bolaños y Vilagrà. Sin embargo, las perspectivas del ministro y de la consejera son diferentes. «Hemos contrastado discrepancias» respecto a las informaciones relativas al espionaje a los líderes independentistas, aunque, ha dicho Félix Bolaños, «tenemos un interés compartido que es esclarecer los hechos».

El ministro de la Presidencia ha reiterado varias veces que el Ejecutivo central «ha trabajado» y ha «adoptado muchas medidas» para investigar esta cuestión, pero desde el Govern, ha señalado, consideran que «son avances que a ellos no les satisfacen». Y es que en la reunión de abril, Bolaños anunció que desde el Gobierno llevarían a cabo una serie de iniciativas entre las que se encontraba abrir un control interno en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) o constituir «de forma inmediata» la Comisión de Secretos Oficiales en el Congreso. Laura Vilagrà señaló entonces: «no tenemos las respuestas que esperábamos a la altura de la gravedad de los hechos».

Precisamente, este miércoles el ministro ha sacado a colación dos medidas que ya Pedro Sánchez anunció en su comparecencia en la Cámara Baja a finales de mayo: una reforma de la Ley de Secretos Oficiales del año 2004 y otra de la ley que regula los controles del CNI. Bolaños ha anunciado que «se está trabajando en ambos texto» y que pretenden poder tenerlos cerrados para presentarlos y aprobarlos en Consejo de Ministros «en próximas fechas».