Los ministros Albares y Robles durante la primera jornada
Cumbre de la OTAN en Madrid
Albares, a El Debate: «No se alude a Ceuta y Melilla como tampoco a las ciudades fronterizas de Letonia y Lituania»
El ministro de Asuntos Exteriores asegura que la no inclusión de ambas ciudades en el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN es la tónica común. «Nunca hay alusiones explícitas»
Los países miembros de la OTAN han acordado un nuevo Concepto Estratégico que sustituye al pactado en Lisboa en 2010. Aunque éste hace alusión a la integridad territorial de los aliados, pero no hace mención explícita a Ceuta y Melilla.
En declaraciones a El Debate durante un receso de la Cumbre, el ministro de Asuntos Exteriores ha explicado que esa es la tónica habitual. «Nunca hay alusiones, tampoco hay alusiones explícitas a las ciudades fronterizas de Letonia y Lituania, que esas sí que están amenazadas», ha señalado, en referencia a dos países que comparten frontera con Rusia.
El ministro Albares también ha reiterado que ésta de Madrid es una «Cumbre histórica» y que lo más importante es la «cohesión» mostrada por los países miembro.
La delegación española está muy satisfecha porque, a iniciativa de España, se ha producido un cambio en el concepto de la integridad territorial. En el documento de Lisboa se hablaba de integridad territorial de la OTAN, en su conjunto, y en el de Madrid se habla de integridad territorial de los aliados.
Es decir, se remite a lo que cada país define como su territorio en su ordenamiento jurídico. Por eso España da por incluida a Ceuta y Melilla. Desde el Gobierno aseguran que nunca pretendieron que en el nuevo Concepto Estratégico figuraran Ceuta y Melilla porque sería tanto como que figurara Burgos. «No ponemos en duda desde ningún punto de vista la integridad territorial de España», inciden.
El Concepto Estratégico sí dedica un apartado al Sahel. Menciona que los conflictos, la fragilidad y la inestabilidad en África y el Medio Oriente «afectan directamente a nuestra seguridad y la de nuestros miembros». Y que esas zonas afrontan retos políticos, económicos, demográficos y de seguridad que los convierten en terreno abonado para grupos armados y organizaciones terroristas.