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Vista del peñón de GibraltarEuropa Press

La falta de avances en las negociaciones del Brexit provoca la retirada de la asistencia sanitaria a Gibraltar

El Gobierno del Peñón aplica la política de reciprocidad. España garantiza cobertura médica para los trabajadores transfronterizos en Gibraltar

El culebrón del Brexit en Gibraltar continúa. A la espera de que las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido (RU) en relación con la futura relación del Peñón con la UE fructifiquen, los efectos de la salida británica de la comunidad europea se agravan, tanto a un lado como a otro de la Verja, esta vez a consecuencia del fin de los acuerdos de asistencia sanitaria recíproca que España ha mantenido hasta ahora.

Dichos convenios bilaterales entre la Unión Europea y el Reino Unido expiraron el 31 de diciembre de 2020 a causa del Brexit. No obstante, el Gobierno de España promulgó un decreto ley —convalidado en el Congreso por unanimidad— de adaptación a la salida británica de la UE que contemplaba la prórroga de los acuerdos de asistencia sanitaria recíproca hasta este jueves, 30 de junio de 2022.

Por tanto, en el Peñón estaban muy atentos al pasado Consejo de Ministros, donde Pedro Sánchez debía decretar una nueva extensión de los convenios si no quería llegar a la situación vigente. El presidente del Gobierno no lo hizo, y en consecuencia, Gibraltar decidió, «lamentándolo» mucho, pues «estaba dispuesto a mantenerlos», aplicar la política de reciprocidad.

El Ejecutivo de Fabian Picardo lo expresaba así en un comunicado emitido este pasado martes: «Dado que la reciprocidad es un elemento clave de estos acuerdos, que no pueden funcionar sin coordinación y sin disposiciones para el reembolso de los costes, etc., al Gobierno de Gibraltar no le queda más remedio que suspenderlos también en lo que respecta al tratamiento en Gibraltar».

En la nota se advertía, asimismo, de que, «a partir del 1 de julio de 2022, los residentes en Gibraltar deberán asegurarse de tener un seguro de viaje adecuado con cobertura médica cada vez que vayan a España, independientemente de la duración de la estancia», bajo el riesgo de tener que pagar el acceso a la asistencia sanitaria española, «incluso si ese acceso a la asistencia sanitaria es necesario en caso de emergencia o accidente». Del mismo modo, «la Autoridad Sanitaria de Gibraltar dejará de prestar asistencia sanitaria gratuita a los visitantes de Gibraltar cubiertos por el sistema de seguridad social español».

Cobertura española

Por otro lado, «la Agencia Tributaria de Gibraltar dejará de expedir, a partir del 1 de julio de 2022, certificados S1 a las personas no cubiertas por el Acuerdo de Retirada UE-Reino Unido que sean trabajadores transfronterizos que coticen al sistema de seguridad social de Gibraltar», se informaba, también, en el comunicado.

Como respuesta, la Subdelegación del Gobierno en Cádiz ha garantizado cobertura médica para esos ciudadanos europeos que viven en España y trabajan en el Peñón. De esta forma, el Sistema Nacional de Salud español se hará cargo de la asistencia sanitaria de las aproximadamente 10.000 personas que han gozado del certificado S1 hasta ahora.

Un acuerdo que no llega

La falta de avances en las negociaciones del Brexit ha sido el motivo por el que el Gobierno de España ha determinado no prorrogar la que era última medida de contingencia para paliar los efectos de la salida del Reino Unido y, por ende, Gibraltar de la Unión Europea. Las conversaciones se encuentran en punto muerto, cuando estaba previsto que se hubieran retomado a principios de junio; sin embargo, ni siquiera aún se ha redactado el borrador de esta novena ronda de negociación.

«Estamos a un paso de un tratado histórico», aseguraba Fabian Picardo en el Parlamento gibraltareño en mayo, tras concluir la octava ronda, celebrada en Londres el 10 y el 11 de ese mismo mes. No obstante, el ministro principal de Gibraltar preveía un mínimo de «dos rondas más de negociación» para alcanzar el acuerdo.

El punto de discrepancia entre las partes, que impide la materialización del tratado, reside, a grandes rasgos, en la aplicación del acervo de Schengen y en cómo llevar a cabo los controles fronterizos. A un lado y otro de la mesa hay optimismo. Pero lo cierto es que las exenciones provisionales que España ha brindado a los gibraltareños han ido decayendo progresivamente; el acuerdo no ha llegado, y los efectos del Brexit ya son evidentes, debido a la demora en las negociaciones.