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García Gaztelu, quien siempre se ha caracterizado por su frialdad, tanto a la hora de asesinar como en el momento de enfrentarse a los juiciosEuropa Press

El etarra más sanguinario

El asesino de Miguel Ángel Blanco podría salir de la cárcel en apenas tres años si Sánchez cede ante Bildu

Txapote, el asesino más feroz de ETA, que además de a Miguel Ángel Blanco mató a los políticos Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica y Fernando Buesa, podría ser excarcelado en 2025 si se reforma el Código Penal tal y como pide Bildu

Xabier García Gaztelu (Galdácano, 1966), alias Txapote, ha sido el etarra más sanguinario de la historia. Condenado por catorce asesinatos -aunque se sospecha que ordenó o ejecutó más de 55- podría salir de la cárcel de Estremera si Pedro Sánchez cede ante la petición de Bildu para que se reforme el Código Penal y las penas cumplidas en Francia se resten a las españolas. Entre sus delitos se encuentra el que el realizó el 13 de julio de 1997, cuando disparó dos veces y a sangre fría al entonces concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco.

Txapote fue de los primeros jóvenes que participaron en la Kale Borroka. Pronto llamó la atención, y con algo más de 20 años ya comenzó su actividad criminal, formando parte del 'comando Donosti'. Durante esta etapa ejecutó dos de los asesinatos etarras que más se recuerdan. El 23 de enero de 1995 entra en el bar La Cepa, situado en la Parte Vieja de San Sebastián. Allí se encontraba comiendo -junto a María San Gil- el líder del PP guipuzcoano Gregorio Ordóñez. Txapote -acompañado de Valentín Lasarte y Juan Ramón Cazatorre, Zapata, los otros dos miembros del comando- asesina a tiros a Ordóñez y huye del lugar. El asesinato de Gregorio Ordoñez, cuando tenía 36 años, dejó muy tocada a la sociedad española, ya que era un político que no se cortaba a la hora de criticar el terrorismo ni se amedrentaba ante las amenazas etarras.

Tiene una conducta de absoluta indiferencia y desprecio no sólo hacia el tribunal, sino hacia los familiares de la víctimaSentencia condenatoria de Txapote

El asesinato de Fernando Múgica

Los políticos del Partido Popular no eran los únicos que molestaban a la banda terrorista. Un año después del crimen contra Ordoñez, el 6 de febrero de 1996, ETA asesina también en el centro de San Sebastián al histórico líder socialista Fernando Múgica. Mientras se encontraba paseando con su hijo fue abordado por un terrorista que le pegó un tiro en la nuca. Una década después, en 2006, la Audiencia Nacional condenó a Txapote a 82 años de cárcel al considerar probado su papel en el crimen, ya que entonces seguía formando parte del 'comando Donosti'. La sentencia recogía que era responsable en concepto de autor «por la participación directa, material y voluntaria que tuvo en la ejecución».

Múgica fue uno de los miembros del PSOE vasco más relevantes. Militante socialista desde la época de Franco, en 1974 participó en el célebre Consejo de Suresnes, donde -además de refundar el partido- apoyó al entonces nuevo secretario general Felipe González. Aunque nunca quiso desempeñar ningún cargo público relevante, entre otras cosas porque amaba la profesión de abogado, su voz tenía mucha fuerza dentro del partido, sobre todo al formar parte tanto del Comité Federal como del Consejo General Vasco. Asimismo, era hermano del que fuera ministro de Justicia y defensor del pueblo, Enrique Múgica. Su vida, por culpa de Txapote, acabó trágica y repentinamente a los 62 años.

El crimen contra Miguel Ángel Blanco

El primero de julio de 1997 la Guardia Civil consigue localizar y liberal en Mondragón al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que llevaba secuestrado por ETA 532 días. Esta acción supuso un duro golpe para la banda terrorista, que contestó ferozmente focalizándose en concejales del PP en el País Vasco. Por ello -apenas nueve días del rescate de Ortega Lara- el 10 de julio el 'comando Donosti' secuestra a Miguel Ángel Blanco, y dos horas después, a través de una llamada anónima, anuncian que lo ejecutarían si en 48 horas el Gobierno no trasladaba a los 600 presos etarras a las cárceles vascas.

Imagen extraída del cómic sobre Miguel Ángel Blanco realizado por la fundación que lleva su nombreFundación Miguel Ángel Blanco

El Ejecutivo de José María Aznar se negó a negociar con los terroristas. Para la sociedad española, y especialmente la vasca, fueron días de rabia y dolor en los que se produjo una movilización contra ETA nunca vista hasta entonces. En el País Vasco los ciudadanos se echaron a la calle para mostrar su furia ante las sedes de Herri Batasuna, el brazo político etarra. Además, pocas horas antes de que concluyera el ultimátum, una auténtica marea humana recorrió las calles de Bilbao en la mayor manifestación contra el terrorismo realizada en Euskadi, con el apoyo de todos los partidos salvo la izquierda aberzale. Pese a ello, ETA cumplió su amenaza. El comando compuesto por Txapote, Amaia (su pareja), y José Luis Geresta Geresta disparó la tarde del 12 julio dos tiros en la cabeza a Blanco, aunque el edil no falleció hasta la madrugada siguiente.

Se convierte en jefe de ETA

El líder de ETA José Javier Arizkuren, alias Kantauri, es detenido en Paris el 9 de marzo de 1999. Con ello se desmorona la cúpula de la banda terrorista en un momento caracterizado por el alto el fuego propiciado por el Pacto de Estella. ETA decide entonces dar un giro copernicano cuando se decantan por Txapote como jefe, perteneciente a la línea dura de la organización y contrario a la pacificación. En los meses siguientes a la tregua, García Gaztelu restructura alrededor de veinte comandos -con un nuevo sistema de funcionamiento en el que dos de los miembros ejecutan los atentados y el otro se encarga de limpiar los pasos e informar- y logra fortalecer mucho la actividad terrorista.

Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote'Europa Press

En este contexto Txapote manda asesinar al socialista y exvicelendakari Fernando Buesa. Mientras el político se encontraba caminando por el campus de Vitoria, ETA hace estallar una bomba lapa que había colocado previamente, quitando la vida al socialista y a su escolta, Jorge Díez. El encargado de apretar el botón fue Asier Carrera Arenzana, que el año pasado se benefició del acercamiento de presos auspiciado por el Ministerio del Interior de Grande-Marlaska, y se le trasladó hasta la cárcel alavesa de Zaballa.

Detención y juicios

Durante sus años como miembro de las altas instancias de la banda terrorista se sospecha que Txapote mandó ejecutar varias decenas de atentados. Sin embargo, gracias al trabajo de la Guardia Civil junto a la cooperación de la germandería, García Gaztelu es detenido el 22 de febrero de 2001 en Anglet, ciudad del País Vasco francés. No obstante, la justicia gala no entregó a Txapote a España hasta finales de 2005, por lo que la Audiencia Nacional le juzgó un año después.

En 2006 fue condenado a más de 80 años de prisión como autor material de los asesinatos de Ordóñez, Blanco y Múgica, además de los del militar Juan Santamaría, el del agente municipal de San Sebastián, Alfonso Morcillo, y el del policía Enrique Nieto. Durante los juicios siempre tuvo una actitud desafiante, y su sentencia dictamina una «conducta de absoluta indiferencia y desprecio no sólo hacia el tribunal, sino hacia los familiares de la víctima». Asimismo, en 2011 fue juzgado y condenado a 105 años de cárcel por el asesinato de Buesa, y a otros 60 por el del político de Unión del Pueblo Navarro, José Javier Múgica, fallecido en 2001 por un coche bomba. Finalmente, en 2019 fue condenado a otros 33 años de prisión por ordenar la muerte del funcionario de prisiones Máximo Casado.

«A las puertas» de la libertad

Txapote, con una pena que acumula más de 450 años de prisión, fue trasladado hace un año a la prisión madrileña de Estremera. Desde que Pedro Sánchez firmó el pacto del 'Gobierno Frankestein', Bildu presiona al Ejecutivo de coalición para que modificar la legislación actual y conseguir excarcelar a numerosos presos etarras. Entre las peticiones de la actual izquierda aberzale se encuentra la de cambiar el Código Penal para que las penas cumplidas en Francia se resten a las españolas. De esta manera, Txapote, el asesino más cruel de la historia de ETA saldría de prisión en 2025 en vez de 2031, que es cuando le corresponde.