Análisis FAES
La fundación de Aznar disecciona la conducta de Sánchez: «verbo impostado, cuento para incautos, admirada autocontemplación»
El think tank he publicado un editorial que acompaña el último número de su revista Cuadernos de Pensamiento Político, cuyo número 78 abarca los meses de julio y agosto
Acaba de salir a la calle el número de julio-agosto de Cuadernos de Pensamiento Político, la revista que edita FAES. De ahí que la fundación que preside José María Aznar haya publicado en su página Web el editorial que acompaña a dicha publicación, donde en en este caso realiza una disección de la acción de gobierno de Pedro Sánchez.
Desde FAES consideran que la derrota del Partido Socialista en tres elecciones autonómicas consecutivas «no puede ser despachada» con el rutinario rechazo a extrapolar resultados, porque si los resultados para los socialistas «son malos», lo que implican es «aún peor». «El Partido Socialista», a juicio de este think tank, «es una estructura que se va vaciando en favor de un proyecto personal de poder; un proyecto en el que convergen la herencia política de Zapatero con una circunstancia única en la que Sánchez se ha visto libre de las restricciones presupuestarias e institucionales que han tenido que afrontar sus antecesores. La pandemia y la guerra han determinado situaciones de excepción que han exigido recursos –en el caso de la pandemia–, restricciones, legislación y políticas extraordinarias».
El PSOE es una estructura que se va vaciando en favor de un proyecto personal de poder
La fundación de Aznar considera que «Sánchez resulta inimaginable gobernando en la normalidad». Ni el trato a la oposición «a la que deslegitima sistemáticamente», ni la desviación respecto a «estándares europeos básicos» sobre Estado de derecho, ni su «pretensión presidencialista» se corresponden con «actitudes y prácticas de normalidad democrática» en el marco de un régimen parlamentario.
La gran batalla política de Sánchez es una carrera contrarreloj para culminar la legislatura antes de que el PP consolide su ventaja
«Por eso», apunta el editorial, «su gran batalla política es una carrera contrarreloj para poder culminar la legislatura antes de que la Unión Europea restablezca una cierta disciplina fiscal, antes de que se compruebe el verdadero recorrido de sus compromisos internacionales asumidos en la cumbre de la OTAN, antes de que el Partido Popular consolide su ventaja».
Verbo impostado, cuento para incautos
Sin embargo, Sánchez, a juicio de FAES, es un problema que «va más allá» del tiempo y de la incertidumbre. En el fondo, todo lo que «contribuya a la excepcionalidad» será bienvenido por Sánchez. «Todo lo que signifique retorno a la normalidad institucional, a la prudencia fiscal, a la rendición de cuentas, circula en sentido contrario a esta política basada en la alianza con el extremismo y la radicalidad que vive y se mantiene en la excepción. Ahora bien, los socios no son el único problema de Sánchez. Él mismo debería empezar a percibir que él es el problema. Se ha creado un muro contra el que se estrella cualquier intento de recobrar la credibilidad con la que un político tiene que comparecer a unas elecciones», prosigue la nota.
Él mismo (Sánchez) debería empezar a percibir que él es el problema
«La manida excusa», añade el texto, «de que el Gobierno hace las cosas muy bien, pero no sabe comunicarlas, oculta la verdadera carencia: que los ciudadanos –o al menos, muchos de ellos– simplemente no creen a Pedro Sánchez. No les impresiona su recitado de medidas progresistas, ni le atribuyen a su generosidad el alivio que puedan sentir en su situación. Más allá de las clasificaciones estadísticas, saben lo que significa ser fijo discontinuo y encuentran escasos motivos para alimentar el triunfalismo del Gobierno. Y detectan una brecha demasiado grande entre su realidad y la que retratan los portavoces oficiales. Desde luego que bastantes siguen sin explicarse la complicidad del PSOE con sus socios secesionistas vascos y catalanes, y recuerdan los compromisos de Pedro Sánchez estableciendo de manera inconsciente una relación directa entre el énfasis con que el presidente del Gobierno afirma sus compromisos y la probabilidad de que los incumpla, salvo, naturalmente, los adquiridos en secreto con Marruecos».
Los ciudadanos detectan una brecha demasiado grande entre su realidad y la que retratan los portavoces oficiales
«La ronda de entrevistas que Sánchez ha concedido después de la cumbre de la OTAN –sí, un éxito– no hace más que abundar en esa impresión de verbo impostado, de cuento para incautos o de admirada autocontemplación. En realidad, cuando se tienen las carencias de credibilidad que Sánchez deja expuestas, la sobrexposición mediática, lejos de repararla, la agrava porque somete a la audiencia que rechaza el caldo a tener que soportar taza y media», concluye el editorial de FAES.