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El 16 de julio de 2002 soldados marroquíes invadieron la isla española de PerejilEFE

Veinte años de la invasión de Perejil

Operación Romeo-Sierra: objetivo echar a los invasores

Tras la ocupación marroquí el Ejército español tuvo que tomar el territorio militarmente. Con la mediación de Estados Unidos se logró que se volviera al statu quo anterior al conflicto

Se cumplen dos décadas desde que España y Marruecos se enfrentaran por el islote Perejil, en un momento, además, en el que las relaciones con el país magrebí pasan por una situación convulsa. Perejil es una isla deshabitada -de 500 metros de largo y 300 de largo- que se encuentra a 250 metros de la costa africana y a 8 kilómetros de Ceuta. Actualmente su soberanía sigue en disputa entre España y Marruecos, ya que ambos países consideran que el territorio les pertenece.

La historia de Perejil se remonta hasta la Antigüedad, cuando algunos escritores griegos lo mencionan en sus poemas. A finales de la Edad Media la ciudad de Ceuta fue capturada, junto al islote, por Portugal, y posteriormente se incorporó a la Monarquía Hispánica ya que Felipe II consiguió hacerse con el trono del territorio luso. Cuando Portugal se separó de España la ciudad norafricana prefirió mantenerse bajo la soberanía de Felipe IV. Por lo tanto, desde finales del siglo XVII el territorio de Perejil ha sido considerado por España como exclusivamente suyo.

El ascenso de Mohamed VI al trono en julio de 1999 hizo que las relaciones entre España y Marruecos se enraizaran. El país magrebí estaba molesto por la postura de sus vecinos europeos acerca del Sahara Occidental. Asimismo, reclamaba la soberanía sobre los enclaves españoles situados en el norte de África. De hecho, la escalada de tensiones fue tal que el país de Mohamed VI decidió llamar a consultas, y después retirar, a su embajador en España.

Estalla el enfrentamiento

El primer conflicto bélico de España en este siglo comenzó cuando el 11 de julio de 2002 un grupo de 12 marinos marroquíes ocuparon la isla de Perejil bajo el pretexto de estar realizando una operación contra el tráfico de drogas. Sin embargo, los militares colocaron dos banderas de Marruecos e instalaron tiendas de campaña. Una patrulla de la Guardia Civil se desplazó hasta el lugar para ver lo que estaba aconteciendo, y los soldados magrebíes le espetaron que se fueran de ahí ya que aquello no era «tierra española».

Situación del islote en el norte de ÁfricaWikiCommons/Kimdime

La tensión aumentó aún más cuando los marroquíes encañonaron sus fusiles AK-47, lo que provocó que los agentes españoles se fuera del lugar al estar únicamente equipados con sus pistolas reglamentarias. Esa misma noche desde Rabat comunicaron que el islote no sería abandonado porque «pertenece a Marruecos». Durante los primeros días el gabinete de José María Aznar procuró resolver la situación por la vía diplomática. La Unión Europea apoyó la soberanía española y presionó a Marruecos para que abandonara la ocupación. En un comunicado llegó a exigir a Rabat que retirara «inmediatamente sus tropas». En una línea similar se manifestó la OTAN, que calificó la actuación marroquí de «inamistosa», y exigió que se restableciera el anterior statu quo.

La operación Romeo-Sierra

Ante el fracaso de la diplomacia por la pasividad de Marruecos, el ministerio de Defensa de Federico Trillo pone en marcha la operación Romeo-Sierra. El 16 de julio España refuerza militarmente su situación en las plazas de Ceuta y Melilla, especialmente movilizando una fragata de la clase F. Esa misma tarde se manda un ultimátum a Marruecos para que se retiren de la isla antes de las 2:00 de la madrugada del día siguiente.

El país magrebí hizo caso omiso a la advertencia española, lo que provocó que en torno a las 6:15 de la mañana del 17 de julio se diera comienzo a la operación Romeo-Sierra. Con el objetivo de desalojar a los invasores, militares del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra llegaron al islote por medio de un helicóptero, siendo acompañados por efectivos por mar y tierra. El fuerte despliegue español hizo que el territorio se tomara en poco tiempo, expulsando a las fuerzas marroquíes y devolviéndolas al país norafricano. España logró izar la bandera nacional en Perejil, habiendo conseguido recuperar la soberanía sobre la plaza.

La mediación de Estados Unidos

Pese a la toma del islote por la fuerza, el Gobierno de España quería que el territorio volviera a la situación anterior a la ocupación, lo que militarmente se conoce como statu quo ante bellum. La ministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio acusó al país magrebí de haber actuado de «manera hostil». Su homólogo de Marruecos aseguró que no volverían a la isla, pero también mencionó que la soberanía de Ceuta y Melilla era algo pendiente entre ambos países. Sin embargo, la movilización de las tropas españolas había sido más cuantiosa de lo necesario por si al Reino de Mohamed VI se le ocurría atacar las dos ciudades autónomas.

El Ejército español tuvo que intervenir para recuperar la isla de PerejilEmilio Morenatti / EFE

El 20 de julio Estados Unidos, que había mediado en la negociación, anuncia un «compromiso entre España y Marruecos», algo que se confirmó una hora y media más tarde por el ministerio de Exteriores. Esa misma noche -y tras nuevo días de conflicto- se retiraron de Perejil los 75 legionarios que estaban desplegados en el islote, restaurándose así la situación de soberanía previa.