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Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua secuestrado y asesinado por ETA

La «antítesis» del Espíritu de Ermua

La Fundación Miguel Ángel Blanco considera que la Ley de Memoria supone «una infamia y una humillación»

La fundación recuerda que la aprobación en el Congreso de los Diputados de la ley de Memoria Democrática se hizo con los votos a favor de EH Bildu

Bildu, según afirma la Fundación Miguel Ángel Blanco en un comunicado, «carece de legitimidad para negociar nada que tenga que ver con el ataque a los Derechos Humanos fundamentales mientras no condene el terrorismo y las violencias que todavía hoy justifica».

Esa ley, según añaden, «es la antítesis del significado del Espíritu de Ermua, rompe la unidad e integra a partidos que buscan reescribir la Transición del 78, y que jamás han defendido el Estado constitucional de Derecho, en especial EH Bildu, partido que sigue sin reprobar el terrorismo».

Por este motivo y por el hecho de coincidir la aprobación de la ley con el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, la Fundación lo considera «una humillación y una infamia» hacia el edil y hacia «tantos otros españoles que han sido asesinados por defender la Constitución».

La contradicción de Sánchez

En opinión de dicha asociación «existe una flagrante contradicción entre las palabras pronunciadas por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez en el acto de homenaje a Miguel Ángel Blanco en Ermua el pasado 10 de julio y esta ley que esperamos sea derogada más pronto que tarde».

«Queremos reafirmar la necesidad de la dignificación de todas las víctimas del terrorismo como héroes de nuestra democracia y la imposibilidad de equidistancias entre los asesinos y sus víctimas», se precisa en la nota.

La Fundación también agradece a los miles de ciudadanos que recordaron a Miguel Ángel Blanco en este 25 aniversario y afirma que ha constatado que «existe una sociedad que añora la vigencia del Espíritu de Ermua, que consistió en la exigencia del respeto a la ley y a la pluralidad política y social, la unidad constitucionalista como marco de convivencia libre».