PSOE
Sánchez «interviene» el PSOE en plena deriva y ante el avance del PP de Feijóo
Los drásticos cambios responden a la urgencia de un PSOE que pierde votos de manera descontrolada, según las encuestas. El sábado se ha convocado un Comité Federal Extraordinario
La bajada en las encuestas pronosticada, incluso, por el CIS de Tezanos ha puesto a Pedro Sánchez en alerta. A pesar de que el presidente siempre parece ver un futuro brillante para sí mismo y su partido, los últimos acontecimientos dentro del PSOE revelan la preocupación real del presidente del Gobierno, que ha optado por dinamitar la formación para reconstruirla, otra vez, desde sus cimientos.
La primera salida fue la de la que era su mano derecha. Adriana Lastra era considerada como intocable. Pero eso era antes. Hace tiempo que la relación entre el número uno y su número dos eran notablemente mejorables. Sus diferencias con el secretario de organización, Santos Cerdán, tampoco facilitaban la tarea. Y el martes pasado se materializó su dimisión –lo que casi todos han considerado un cese– como vicesecretaria general del PSOE. Lo hacía aludiendo a su embarazo. Un primer hijo a los 42 años que ha hecho decidirse a Lastra, o eso asegura ella, por retirarse del puesto del partido. Sin embargo, Lastra continuará en el Congreso de los Diputados y asegurará así su sueldo de 70.000 euros anuales. El puesto ya ha sido cubierto. El lugar de Lastra lo ocupará la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. «Con responsabilidad, orgullo y agradecimiento al Secretario General por su propuesta como Vicesecretaria General del PSOE», ha publicado la ministra tras su nombramiento.
En la Cámara Baja también ha habido cambios. Ya no se escuchará la voz pausada de Héctor Gómez. Un perfil que algunos dentro de la formación consideraban demasiado discreto para la portavocía. En su lugar entra Patxi López. El exlehendakari tiene todo lo que Sánchez dice necesitar ahora. López cuenta con la experiencia que Sánchez necesita al frente de una oposición al alza donde ese requisito personado en Alberto Núñez Feijóo, resulta fundamental.
La ministra Pilar Alegría también ha conseguido su pedazo de pastel en el desbarajuste socialista. «Gracias Pedro Sánchez por confiar en mí para ejercer de portavoz del PSOE. Es un honor ser la voz de este gran partido», ha comunicado la ministra tras hacerse público su nombramiento como nueva portavoz del partido en sustitución a Felipe Sicilia. De esta manera, Sánchez coloca en la portavocía de la formación a una de sus ministras de confianza así como lo ha hecho en la vicesecretaría general con Montero.
Barómetro del CIS de julio
El CIS de Tezanos da la victoria al PP de Feijóo, que ya supera en dos puntos al PSOE
Los tres rápidos cambios son el principio de la gran reestructuración que pretende hacer Sánchez de cara a las elecciones del próximo año. A pesar de que los comicios están fechados para finales de 2023, el presidente sabe que no tiene tiempo que perder y, como ya hizo hace un año, demuestra que los cambios no le asustan. No se puede decir lo mismo de los resultados de los barómetros electorales donde, incluso el CIS, muestra un adelanto del PP al PSOE. Ahora queda esperar al sábado para conocer las decisiones tras la celebración del Comité Federal extraordinario convocado por el secretario general socialista.
El desgaste de Sánchez
La debilidad parlamentaria en la que el presidente del Gobierno ha tenido que sustentar sus políticas, le ha colocado en una posición de continuo desgaste.
La situación ha sido innegablemente complicada a causa de la pandemia y la guerra de Ucrania. Sin embargo, la gestión del Ejecutivo y las continuas idas y venidas entre socios han empeorado, aún más, el panorama.
Por un lado, Sánchez ha tenido que manejar una difícil relación con su pareja de baile: Podemos. Los morados, que por primera vez han estado en un Gobierno, han recordado constantemente al presidente que su hoja de ruta estaba situada a la izquierda de sus planes socialistas. Algo que disgustó, desde un principio, a los miembros más reconocidos del su partido que han demostrado su pérdida de confianza en él durante los últimos dos años.
Sumado a esto está el fraccionamiento del Congreso donde Sánchez ha tenido que hacer continuas cesiones a nacionalistas vascos y catalanes esperando ingenuamente que, de una vez, las peticiones frenaran.
El presidente recuperó oxígeno tras el debate sobre el estado de la nación en el que Sánchez sobrevivió anunciado una serie de medidas que parecían sacadas del programa electoral de Podemos y donde la oposición no tuvo sus mejores momentos.
Además, Sánchez ha pegado un sprint en las últimas semanas a raíz de los incendios. Pocos sitios han quedado en los que el presidente no haya aparecido contando, eso sí, con el uso del Falcon, el Super Puma y el Audi A8 a disposición del jefe del Ejecutivo.
El presidente ha puesto en práctica su Manual de resistencia y se ha colocado en la casilla de salida de la época preelectoral.