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El diputado de Vox, Agustín Rosety, durante una visita a la redacción de El Debate

Entrevista

Agustín Rosety: «Seguiremos denunciando todas las tropelías del gobierno de Gibraltar y sus amos británicos»

El parlamentario de Vox asegura que la condena contra él ha sido «dictada en rebeldía» y que va «en contra de los intereses» de España al atentar contra «los representantes democráticamente elegidos»

La Corte Suprema de Gibraltar condenó esta semana al diputado de Vox por Cádiz, Agustín Rosety, a pagar 20.000 libras esterlinas (unos 23.500 euros) a Fabián Picardo, el ministro principal del Peñón, por una supuesta difamación. El militar retirado de la formación de Abascal expresa a El Debate su rechazo a una sentencia «dictada en rebeldía con absoluta indefensión».

El parlamentario asegura que tanto él como su partido llegarán «hasta el final» en esta batalla judicial contra «el juzgado del pueblo» yanito, pues «aquí se está atentando contra la libertad de expresión de un diputado y contra nuestro ordenamiento constitucional».

- El Tribunal del Peñón le condena a pagar a Fabián Picardo una indemnización de 20.000 £ (unos 23.500 euros) por unas declaraciones que han sido reflejadas por muchos medios de comunicación…

- En efecto, todo lo dicho es de dominio público y este señor no tiene por qué darse por ofendido personalmente. A mí lo que lo que diga el señor Picardo y lo que haga en su vida privada me tiene por completo sin cuidado. Su figura personal no tiene nada que ver con esto. Él es el ministro principal del Gobierno de Gibraltar y a él y a su gobierno correspondería tomar las medidas necesarias para que no se siguieran causando esos perjuicios al interés nacional de España, al de la comarca y a su población.

- Además, en el ejercicio de su cargo político, ¿no es también su deber y responsabilidad realizar críticas?

- Yo ejerzo mi libertad de expresión y cumplo con mi deber como representante de la Nación española denunciando toda esta serie de abusos. Y lo hago con el trazo grueso de Twitter. El mismo señor Picardo, tan sensible, en 2013 comparó a España con Corea del Norte. Y a Vox, el partido en el que militó, se ha referido como el partido del tiro en la nuca y de las cunetas de la España de los años 30. Es un disparate, incumple sus obligaciones como gobernante y, además, ofende y perjudica a España y a los españoles, tanto más grave teniendo en cuenta la estrecha vecindad que hay entre Gibraltar y el resto del territorio español.

Fabián Picardo, primer ministro de Gibraltar, se ha referido a Vox como el partido del tiro en la nuca y de las cunetas de la España de los años 30

- ¿Dispone el Tribunal del Peñón de jurisdicción o competencia para dirimir sobre unos tuits que usted lanzó desde España?

- El tribunal de la colonia no tiene la menor jurisdicción sobre un representante de la Nación española democráticamente elegido. Por otra parte, Gibraltar pretende tener la soberanía, la jurisdicción y el control; pero España nunca cedió su soberanía sobre el Peñón y, si no hay soberanía, no puede haber jurisdicción. No se entiende cómo, cuando se han firmado convenios relativos a la colaboración judicial entre España y el Reino Unido, no se haya hecho reserva expresa en relación con Gibraltar. Es absurdo reconocer al tribunal de una colonia reivindicada por España. Más aún lo es que un diputado español comparezca y acate sus resoluciones.

- Usted por ejemplo habló sobre que Gibraltar es una jurisdicción de baja tributación que perjudica a los intereses españoles. ¿Es realmente preocupante que se le condene a usted por ejercer esa libertad de expresión?

- Hay que insistir en que las cosas que yo digo las podemos encontrar en la prensa, son de dominio público. Por ejemplo, MONEYVAL denunció la falta de control del Gobierno de Gibraltar en materia de blanqueo de capitales, llegándose a decir incluso que podrían estar financiándose actividades de terrorismo con ese dinero. No quiere decirse que el Gobierno de Gibraltar esté apoyando el terrorismo, pero sí que esa opacidad, podría estar amparando toda clase de tráficos ilícitos.

Por ejemplo, cuando yo hablo de que ‘aquello es un nido de contrabandistas’, pues claro que lo es, si forma parte del paisaje, todo el mundo lo sabe. En el diario El País se puede encontrar el dato: el 41 % del tabaco ilícito que circula por aquí procede de Gibraltar y, por cierto, de ese tráfico se nutre hasta la cuarta parte de las finanzas públicas del gobierno yanito.

¿Y quién es el pagano, el perjudicado? Pues naturalmente España. ¿Cuánto le cuesta a España el fraude del combustible -las famosas gasolineras- el tabaco y el juego online? El quebranto de Hacienda es de 1.000.000.000 de euros al año. Tenemos este dato desde 2016, dado por el Ministerio de Hacienda de España, y lo he aludido desde la tribuna del Congreso, de manera que nadie puede decir que esto no tiene nada que ver con mi cargo, porque precisamente lo he hecho y lo hago en el ejercicio de mis funciones como diputado.

No hablemos de temas de seguridad, los que induce la delincuencia organizada que crece al amparo de los tráficos ilícitos mientras el gobierno yanito mira a otro lado. Porque a quien sí mira es a nuestros pescadores, a quienes persigue y perturba en su labor cuando el Reino Unido carece de aguas territoriales, que España nunca cedió con el Peñón. Son cuestiones verdaderamente muy graves y que perjudican a la población. Al Gobierno español todo esto le tiene sin cuidado absolutamente. Los socialistas van allí a retratarse con el señor Picardo sin el menor inconveniente.

- ¿Qué respaldo ha recibido por las instituciones españolas respecto a lo que ahora le reclaman desde Gibraltar?

- Cuando se negoció el Tratado fiscal y éste fue al Congreso, Vox registró una enmienda a la totalidad que yo defendí. El PP la respaldó, pero el PSOE votó en contra, a pesar de todo lo que se dijo. El portavoz del Grupo Parlamentario socialista me contestó diciendo que era natural que la derecha estuviese en contra de un Tratado fiscal porque -según sus palabras- ya se sabe su afición al fraude. Que nos hable de fraude un diputado socialista sabiendo lo que ha habido en Andalucía... Por cierto, ante tanta opacidad, son conjeturas legítimas las que nos hacemos.

- Cuando el río suena, agua lleva. El señor Picardo ha puesto el foco en ir contra usted por todas estas declaraciones. ¿Será que se está haciendo algo de daño porque hay algo de verdad en sus declaraciones?

- Hechos que la hemeroteca registra o presunciones legítimas es lo que refleja habitualmente Twitter. En el caso del contrabando, como en otros tráficos ilícitos en el Estrecho, lo vemos en los medios, desgraciadamente casi a diario. En el de la opacidad, el Reino Unido ha venido haciendo excepción expresa de Gibraltar en las convenciones internacionales relativas a la materia. ¿Qué vamos a pensar? Se entiende, el contrabando ha sido una forma de financiación pública y privada. Dígame usted (tono irónico) si una población de 35.000 habitantes con un kilómetro de linde terrestre -que no frontera porque esa línea está en territorio español usurpado- y con una costa abordable de unos 3.000 metros, no se podría vigilar para que no suceda...

Curiosamente, después de mis controvertidas declaraciones, han ido apareciendo en el Peñón escondites de depósitos para relleno en la mar de lanchas de contrabandistas pero no ya de tabaco, sino, de hachís, que operan desde la costa africana. Y con eso se tiene que jugar la vida nuestros valientes agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera y de la Guardia Civil, mientras la Real Policía de Gibraltar se ríe en nuestras narices.

Y, hablando de daño real, no hemos hablado aún de la base militar y de los perjuicios que causa, no ya a los intereses estratégicos españoles -inmensos en términos de relevancia y prestigio internacional- sino a la seguridad física de la población del entorno por los polvorines y la reparación de submarinos nucleares. Es una vecindad verdaderamente tóxica la que España tiene ahí.

Que se le reprochen al señor Picardo estas actividades, ilícitas o aún lícitas pero en total desprecio de España y de los españoles, y él se dé por ofendido es ya de por sí ofensivo. Y que el Gobierno español no haga nada en este aspecto por respaldar a un representante de la soberanía nacional a quien se pretende arrastrar ante el juzgado de una colonia como Gibraltar es simplemente indigno.

- Tras esta condena, ¿cuál es el siguiente paso judicial?

- Esta una cuestión civil que se ha ventilado ante la pomposamente llamada Corte Suprema de Gibraltar, o sea, el juzgado del pueblo. A mí me da igual que sea o no recurrible, yo sencillamente no reconozco la jurisdicción de Gibraltar al no ser respaldada por soberanía alguna en ese territorio. Por otra parte, a mí, diputado, representante español democráticamente elegido por esta circunscripción (Cádiz), los jueces de Gibraltar no son quién para residenciarme allí. Por tanto, han fallado en rebeldía. Cabe añadir que no he recibido ninguna notificación de oficio de ninguno de los autos, es decir, mi indefensión sería palmaria. Si a pesar de todo quieren ir adelante porque les conviene atacar a Vox, allá ellos.

- ¿Podría lucharlo por un defecto en la notificación?

- Al haber la sentencia dictada en rebeldía no puede ser ejecutada en España en España. Ellos pretenderán hacerlo y dicen que hay un precedente, el de Miguel Bernard de Manos Limpias, que fue condenado en rebeldía y ejecutado en España. Pero, que sepamos, el señor Bernard no era diputado. Así que el caso no tiene nada que ver.

Nuestros abogados están trabajando para la paralizar la ejecución de la sentencia. Creemos que tenemos argumentos jurídicos para conseguirlo. Y si hace falta iremos al Tribunal Supremo e incluso al Tribunal Constitucional. Porque esto no es simplemente una cuestión de derecho civil. Aquí se está atentando contra la libertad de expresión de un diputado y contra nuestro ordenamiento constitucional.

Sé cómo le gustan al señor Picardo estos gestos de controlar a todo el mundo y de decir, ‘aquí mando yo’. En esta ocasión, un proceder tan pueril esconde algo peor, en la medida de que está tratando de coartar la libertad de expresión de un diputado democráticamente elegido que está ejerciendo la crítica a su gobierno. No me atemoriza ni a mí, ni a Vox. Vamos a seguir denunciando todas las tropelías contra España y contra los españoles, en particular los habitantes del Campo y, muy especialmente los vecinos de la Línea de la Concepción, que cometan el gobierno yanito y por supuesto sus amos británicos, beneficiarios últimos de esta anacrónica situación colonial.

- Gracias por habernos atendido y por denunciar estos perjuicios, que al final también son contra los habitantes del Campo de Gibraltar, que no son pocos y esperemos que los tribunales españoles respalden su derecho a la libertad de expresión y como diputado, además de como ciudadano.

- Yo tengo plena confianza en la Justicia, en los tribunales españoles y sobre todo, confío en Dios. Y, desde luego, lo que no voy a hacer es callarme y defraudar la confianza de mis votantes, que son los que pagan las consecuencias de lo que Gibraltar nos está haciendo. Especialmente en la comarca del Campo de Gibraltar, que es la gran perjudicada por la situación colonial que padecemos.