El Rey ensalza a España ante la adversidad: «Es un pueblo responsable, fuerte y solidario»

Desde el siglo XVII, instaurada por Felipe IV, hasta nuestros días, la Ofrenda al Apóstol Santiago es una tradición que se ha mantenido intacta y a través de la cual se pide al Patrón de España que interceda en asuntos que preocupan a la sociedad, en el contexto actual, los incendios que asolan el territorio nacional o la guerra en Ucrania. Este lunes los Reyes Don Felipe y Doña Letizia, acompañados de sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, han presidido este acto, que es uno de los más destacados de la festividad de Santiago.

Con el himno de España sonando en la Plaza del Obradoiro, a las puertas de la Catedral, ha dado comienzo la ceremonia. La de este año es la cuarta ocasión en la que Felipe VI, que es Peregrino Honorífico del Camino de Santiago, preside esta ofrenda. Lo hizo en 2014, poco después de ser coronado Rey y cuando se cumplía un año del accidente ferroviario de Santiago de Compostela, y también en 2020 y en 2021. Además, la de este 25 de julio es la segunda vez consecutiva que acude la Familia Real al completo, como muestra de su apoyo al Año Santo Jacobeo.

A la ceremonia, han acudido el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, las vicepresidentas primera y segunda del Gobierno, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, y el líder del Partido Popular y expresidente de la región, Alberto Núñez Feijóo, entre otras autoridades.

El acto solemne ha continuado con una parada militar en la Plaza del Obradoiro, donde el Rey ha pasado revista a las tropas. A continuación, se ha dado paso a la recepción a los miembros de la Casa Real, que ha contado con aplausos y gritos de «¡Viva el Rey!» y «¡Viva España!», vítores a la Familia Real que se han extendido durante su entrada al interior de la Basílica por el famoso Pórtico de la Gloria.

En 2019 y 2020, el acto tuvo que trasladarse a la Iglesia de San Martiño Pinario, al encontrarse la Basílica en proceso de restauración, y fue el año pasado cuando se volvió a realizar en su lugar original. Si bien 2021 fue Año Santo Jacobeo–se produce cada 6, 5, 6 y 11 años, cuando la festividad de Santiago cae en domingo– el Papa Francisco lo extendió también a 2022 para que, debido a la pandemia, los peregrinos pudieran realizar el Camino con las medidas de seguridad pertinentes.

Tras un recorrido por la nave central de la Catedral, la Familia Real ha ocupado el lugar de honor, cercana al altar, y ha comenzado la misa, oficiada por el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio.

Llegado el momento de la Ofrenda, el Rey Felipe VI ha comenzado su discurso recordando a todas aquellas personas que a lo largo y ancho del territorio nacional están viéndose afectados por los incendios de las últimas semanas. «Tenemos muy presente esta situación y queremos hacer llegar nuestra solidaridad y respeto a todos los afectados», ha expresado el monarca en nombre de la Familia Real, al mismo tiempo que ha agradecido «el esfuerzo titánico» de los que trabajan por extinguirlos. Para todos ellos ha pedido al Apóstol Santiago su protección.

«Hoy volvemos a Santiago, donde convergen todos los caminos», ha continuado Don Felipe. «En esta Catedral se pone de manifiesto el enorme valor material y simbólico del Camino. Su carácter vertebrador sustenta la máxima de Goethe de que Europa nació en la peregrinación», ha añadido, reivindicando este Camino como «el primer proyecto europeo común». En esta línea, ha remarcado que «somos pueblos unidos por un origen y un destino común, por valores y principios comunes».

En sus palabras, ha cobrado mucha importancia la situación de incertidumbre que se abre en el horizonte del pueblo europeo por la guerra, frente a lo que ha llamado a «revindicar unidos, y en este especial Año Santo Xacobeo, los valores cívicos, culturales y espirituales del Camino de Santiago». Además, Felipe VI también ha señalado otros ámbitos en los que existe esa incertidumbre, como el sanitario o el económico, que nos pone frente a un «reto colectivo de gran envergadura». No obstante, ha puesto de relieve los valores que tiene España, «un pueblo responsable, decidido, fuerte, solidario», algo que «demostrará siempre». El Rey ha finalizado su intervención durante la Ofrenda Nacional pidiendo ayuda al Apóstol «para que nuestro país dé los pasos correctos en esta etapa de camino no exenta de obstáculos».

Al finalizar la misa, y después del tradicional balanceo del Botafumeiro, las autoridades se trasladarán al Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento de Santiago de Compostela y de la presidencia de la Xunta de Galicia, y allí Don Felipe y Doña Letizia firmarán en el Libro de Oro del Consistorio.