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El portavoz e nel Ayuntamiento alicantino, Francesc Sanguino, denunció pública y orgánicamente la formación de un «grupo municipal paralelo».El Debate

La guerra abierta en el PSOE de Alicante pone en jaque la reelección de Ximo Puig

La implosión del grupo socialista en el Ayuntamiento abre una nueva brecha en el PSPV, a tan solo ocho meses de las elecciones locales y autonómicas

«El cambio político en la Comunidad Valenciana es seguro». Así de tajante se mostró el presidente de la consultora demoscópica GAD-3, Narciso Michavila, hace unos días en una entrevista en el programa de esRadio La Noche de Dieter.

Así, el encuestador dio por seguro que el presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Carlós Mazón, será el próximo jefe del Consell en sustitución del socialista Ximo Puig, que lleva en el Palau de la Generalitat desde el mes de junio de 2015.

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No contento con esa previsión, a Puig tampoco le favorecen ciertas situaciones, entre ellas la de su propio partido en Alicante, que ha terminado de implosionar, causando la enésima crisis socialista.

La pugna viene de lejos, todo enmarcado en la vieja batalla entre las distintas familias socialistas a la hora de alcanzar el liderazgo del partido en la provincia.

Sin embargo, todo estalló días atrás, cuando el portavoz e nel Ayuntamiento alicantino, Francesc Sanguino, denunció pública y orgánicamente la formación de un «grupo municipal paralelo».

Según Sanguino, este hecho supone una «conducta muy grave y lesiva» y acusa a miembros de su partido de «diseñar la política municipal» a sus «espaldas», a la par de llevar al pleno mociones y propuestas sin su previo «conocimiento».

Con todo ello, Sanguino no tiene dudas a la hora de apuntar al responsable de los ataques: Ángel Franco, exsenador territorial a propuesta del PSPV y hombre de confianza de Ximo Puig y uno de los ‘barones’ socialistas alicantinos.

En este escenario también está el secretario General del PSPV en la provincia, Miguel Millana quien, según relata el propio Sanguino, fue el «cabecilla» de una reunión en la que el portavoz municipal en Alicante queda despojado de sus funciones.

Para ello, Millana se valió de otros concejales y altos cargos socialistas en el Ayuntamiento alicantino a los que el propio Sanguino ya se ha encargado de cesar.

Concretamente, el líder de la oposición alicantina ha prescindido de tres asesores, Pedro Ródenas, Ana Candela y Javier Prats. Asimismo, Sanguino pidió el cese de la concejal Trinidad Amorós, que ejercía las funciones de portavoz Adjunta en el Ayuntamiento.

Origen de la discrepancia

La provincia de Alicante, y más concretamente su municipio, son grandes bazas para que cualquier candidato a la presidencia de la Generalitat logre el triunfo y alcance la jefatura del Consell.

Por ello mismo, fuentes socialistas de la provincia muestran su «preocupación y mucha preocupación» ante el contexto de «inestabilidad innecesaria».

Así pues, esas mismas fuentes destacan que las «diferencias vienen de muy lejos» y que se «podrían haber solucionado mucho antes».

En esta línea, estos mismos dirigentes siguen criticando «el perfil bajo y de segunda división» de Ximo Puig: «Tiene que salir y dar la cara. Sin Alicante no hay Generalitat. No sabemos ni a qué espera ni a qué juega».

Estas críticas son consecuencia de la actitud del presidente valenciano, quien, lejos de apoyar a Sanguino, le ha dejado abierta la puerta de salida: «En cualquier caso siempre hay que pensar en el interés general, sabiendo que nadie de nosotros es imprescindible».

Con todo, y tras un Comité Federal del PSOE en que se ha reforzado la autoridad del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez para con los suyos, todo parece apuntar que el pulso alicantino hacia Ferraz pudiera acabar por los mismos derroteros que los designios políticos de Lastra, Ábalos, Calvo o Iván Redondo.