Fundado en 1910

Varias personas en la pista de una discotecaRicardo Rubio - Europa Press - Archivo

Sucesos

Oleada de pinchazos a mujeres en discotecas de Cataluña: la policía investiga ya 14

Por el momento, no consta que las víctimas sufrieran agresiones sexuales. Tampoco se ha podido determinar si fueron drogadas

Las discotecas de Barcelona y Gerona están en el punto de mira por las 14 denuncias por pinchazos, aunque no consta que en ninguno de estos casos las víctimas sufrieran una agresión o abusos sexuales ni robos. Todavía no se ha podido determinar si fueron drogadas.

En estos momentos los Mossos d´Esquadra están investigando todas las denuncias que han recibido en los últimos días; del total, once han ocurrido en Lloret de Mar, Gerona, y tres en Barcelona.

Por ahora, no hay constancia de que ninguno de estos pinchazos fueran para posteriormente cometer alguna agresión o abuso sexual. Asimismo, no se ha determinado si los pinchazos contenían algún tipo de sustancia estupefaciente.

Algunas de las víctimas han detallado en las redes sociales que sufrieron un pinchazo y posteriormente quedaron seminconscientes, con la sensación de aceptar todo lo que les dijesen.

Las pruebas médicas han indicado que no se detectaron ninguna sustancia narcótica.

La portavoz de los Mossos d'Esquadra, Montserrat Escudé, afirmó el pasado martes que querían ser «muy rigurosos» para no crear un «clima de terror» sobre este tipo de pinchazos y recomendó a las víctimas que acudan lo antes posible a un centro sanitario para recoger muestras, aunque aún no hayan decidido si denunciarán.

Escudé reconoció que este tipo de pinchazos generan «mucha inquietud y preocupación», por lo que los Mossos, a través de Europol, están en contacto con la policía francesa para que les traspase información, porque en Francia ya ha habido varios casos.

Pamplona víctima de esta práctica

Al igual que Francia y Barcelona, Pamplona también ha sufrido este tipo de prácticas. Durante las fiestas de San Fermín hubo hasta ocho denuncias por pinchazos.

Las víctimas sufrían mareos y posible pérdida de conocimiento, pese a estos síntomas no se detectaron sustancias químicas en ninguna de las denunciantes.

Finalmente, la policía atribuyó esta praxis a un comportamiento «relacionado con el gamberrismo» y no propio de agresores y abusadores sexuales.