Entrevista al director del CEF
Arturo de las Heras: «El éxito de un abogado está en su formación constante»
Lidera el portal de emprendimiento TodoStartUps y el clúster E-business. Y, también, ejerce como miembro del comité ejecutivo de la Confederación Empresarial de Madrid, dentro de la CEOE
Arturo de las Heras García (Madrid, 1973) se licenció en Derecho por la Universidad de Alcalá de Henares y se especializó con el Programa de Desarrollo Directivo del IESE Business School. Máster en Tributación y Asesoría Fiscal; y, en Dirección y Gestión de Recursos Humanos, ambos por el Centro de Estudios Financieros (CEF-UDIMA), en 2018 fue nombrado presidente de la entidad. Desde 2019 preside la Asociación Empresarial de la Educación a Distancia (ANCED), fecha en la que resultó elegido, además, presidente del Club Financiero Génova.
De las Heras lidera el portal de emprendimiento TodoStartUps y el clúster E-business. Y, también, ejerce como miembro del comité ejecutivo de la Confederación Empresarial de Madrid, dentro de la CEOE, y como vocal de la Asociación Española de Escuelas de Negocios.
–¿Cuál es el perfil medio de vuestros alumnos?
–El alumno tipo de nuestro centro financiero ha estudiado o bien Derecho o bien Administración de Empresas. Ése es el perfil más habitual.
–¿Y hacia dónde se orientan los recién licenciados en Derecho?
–Todo recién licenciado en Derecho tiene, por suerte, varias salidas o caminos para emprender. En primer lugar, debe decidir si quiere preparar una oposición o si prefiere una vida de ejercicio profesional. Si decanta por la oposición, se puede ir hacia las clásicas para ser juez, fiscal, letrado de la Administración de Justicia o buscar otro tipo, como inspector de hacienda, abogado del Estado, inspector de trabajo, notario... Si lo descarta, el abanico es también amplísimo ya que puede dirigirse hacia el mundo de la empresa o al mundo del ejercicio de la Abogacía como tal, que tiene infinidad de ramas. Hay muchas posibilidades de especialización.
A veces lo que más dificultad tiene es el trato con el cliente. Una cosa es ver los casos sobre el papel y otra, tomar decisiones sobre las personas. Ahí las cosas ya no son ni tan blancas ni tan negras
–¿Cuál es la más demandada, la que más curiosidad genera o por la que más os preguntan?
–A día de hoy, la estrella de la formación es el Máster de Acceso a la Abogacía. Es un requisito obligatorio, ahora, para acceder al ejercicio letrado y hay que empezar por ahí. En el momento en el que ya lo superas, cabe seguir especializando.
–¿Qué encierra ese máster? ¿En qué mejora la preparación de un licenciado en Derecho, que tiene unos conocimientos académicos amplios, para poner en práctica su profesión?
–Se trata de un máster que intenta acercar a los licenciados en Derecho a la práctica profesional. Los másteres tienen que esforzarse, por un lado, en dar contenidos aplicados pero, también, en acercar a los futuros profesionales a la vida del despacho de un asesor, de un abogado... Acercarles a la realidad de lo que va a ser en el futuro, su trabajo.
–¿Qué dificultades se encuentran cuando hacen esas prácticas en despachos, en el día a día? Y, ¿qué es lo que más les gusta de esa experiencia?
–Ahí las anécdotas son de lo más variadas. A muchos les sorprende, quizá, el poner en práctica esos conocimientos, que cuando estaban en la carrera no sabían bien a dónde iban a ir aplicadas. De alguna forma, afloran y uno se da cuenta de que están ahí porque la realidad también tiene esos casos. Y, a veces, lo que más dificultad tiene es el trato con el cliente, que una cosa es verlo en un papel escrito y otra muy diferente, estar delante de una persona, recabar los datos para conocer a fondo su problema y tomar decisiones. Ahí las cosas ya no son ni tan blancas ni tan negras.
–En los últimos años se han repetido las polémicas con el Ministerio de Justicia por la prueba de acceso a la Abogacía ¿Cómo está la situación ahora mismo?
–De alguna forma, lo ideal es que esas pruebas se acompasen con el tiempo natural de los cursos. Normalmente, los másteres en España empiezan en septiembre y acaban, más o menos, en julio. Una fecha idónea para hacerlo sería en torno a los meses de septiembre/ octubre. Lo que ocurre es que hay otros estudiantes que empiezan en febrero porque suspendieron alguna asignatura en septiembre o les queda alguna para septiembre. Entonces, buscan esa segunda convocatoria que no llega. Pienso que habría que dar una segunda fecha en marzo, para estos otros candidatos.
–¿Qué requisitos ha de tener, en lo personal y en lo profesional, un buen jurista?
–Lo más importante es la capacidad para seguir estudiando, porque cada vez que se le presente un caso va a ser algo nuevo. Nunca hay dos casos exactamente iguales. La capacidad para seguir aprendiendo es fundamental. Pero, también, toda una serie de habilidades sociales en cuanto a su relación con los clientes o con las personas con las que se va a relacionar; y, las denominadas habilidades blandas porque va a tener que hablar en público, hacer presentaciones, aprender a vender... que son muy importantes y que muchas veces se olvidan en los planes de estudios.
–Es cierto que los abogados tienen un cierto componente psicológico y otro empresarial, ¿qué es aquello en lo que deben pensar más allá de la vocación de servicio?
–Los abogados son un servicio público orientado a un derecho constitucional, como es el de defensa. Pero más allá de eso, yo creo que que se completa, por así decir, la formación de un abogado en esta parte de ser capaz de vender sus servicios. Estar a la espera o ser más reactivo es un poco del pasado. Hay que salir a por los clientes que son los que te garantizan el sustento al final.
–¿A través de redes sociales, de internet, el boca a boca... qué es lo que mejor funciona como estrategia de marketing o para un despacho de abogados?
–Antiguamente, la publicidad estaba prohibida para los abogados. Desde que se permitió que pudieran hacer algún tipo yo soy de la opinión de que tiene que buscarse un enfoque poco agresivo. El boca a boca es fundamental y, desde luego, mostrar tu trabajo en redes sociales también es una forma interesante de darte a conocer, sobre todo cuando estás empezando. Las redes sociales son herramientas que tenemos de libre acceso, prácticamente gratuitas o a bajo coste, que te permiten poner en valor lo que sabes hacer.
El gobierno de la judicatura acabará siendo eminentemente femenino. Lo único que hay que esperar es a que todo el mundo vaya cumpliendo sus años de antigüedad
–Con respecto al Colegio de la Abogacía, ¿hay implicación en esa formación continua?
–El Colegio de Abogados de Madrid sí que tiene una línea de colaboración con las escuelas, precisamente, para facilitar el tema de las prácticas profesionales.
–Se presentan elecciones en el mes de diciembre, ¿cómo lo veis los abogados o qué es lo que demandarías tú como abogado a tu Colegio?
–La verdad que soy abogado desde hace 25 años pero la realidad de mi práctica profesional está bastante alejada. Así que no conozco bien las demandas de los letrados madrileños como para atreverme a decirle al futuro decano qué es lo que tiene que hacer.
–Futuro decano o decana...
–O decana. Por supuesto, claro.
–Al hilo de esto, ¿se da una igualdad práctica en el ámbito de la Abogacía?
–En la carrera de Derecho, ya desde hace mucho tiempo, hay más mujeres que hombres. Luego en la carrera judicial, la fiscal y, también, la de los secretarios de Justicia, hay más mujeres. El gobierno de la judicatura acabará siendo eminentemente femenino. Lo único que hay que esperar es a que todo el mundo vaya cumpliendo sus años de antigüedad.