Fundado en 1910

Negocios centenarios de Madrid  La Peluquería Moderna, la barbería de Lerroux, García Lorca y Ortega y Gasset

Con 141 años, este emblemático lugar tiene un pequeño museo donde se pueden ver lociones de la Guerra Civil, un calentador de agua con gas, cuchillas y navajas del comienzo del local, un secador antiguo y una bacía, entre otras reliquias

El cuidado personal es una de las mayores preocupaciones que conciernen a la sociedad actual. Gastamos una gran cantidad de dinero en productos cosméticos. Una necesidad que va ligada a la imagen de cada uno es el corte de pelo y su afeitado.

Aunque en la actualidad el cuidado de nuestra fachada es de las cosas que más nos preocupe, en España siempre nos hemos caracterizado por ser presumidos y coquetos, los bigotes refinados del barroco, las barbas de los castellanos… El mejor ejemplo de este cuidado personal es la Peluquería Moderna, un pedazo de historia de Madrid que se ubica en la calle Alcalá 121.

En la peluquería la moderna son especialistas en el clásico corte de pelo con navajaJorge Ruiz

Originaria de 1881, se situó al principio en la calle Jorge Juan debido a que antiguamente los comercios estaban dentro de las viviendas de los propietarios. Tras la muerte de la abuela del actual dueño por fiebre tifoidea tuvieron que cambiar de lugar y se trasladaron al local actual.

Entre sus cuatro paredes no solo han cortado, afeitado y perfilado cabellos; también hubo cabida durante un tiempo para las tertulias taurinas. Similares a las del Café Gijón en la que los intelectuales acudían a la Moderna para acicalarse y ya aprovechaban para conversar sobre los temas candentes que concernían a este sector. Aunque durante la Guerra Civil tuvieron que cerrar porque «los frentes incautaban los negocios y mandaban a mi abuelo de una barbería a otra», explicaba Alfonso de Brito a El Debate.

Caja registradora de la Peluquería ModernaPeluquería Moderna

A lo largo de sus 141 años ha recibido todo tipo de clientes. Los personajes más históricos que han dejado huella por la Peluquería Moderna son el expresidente del Consejo de Ministros, Alejandro Lerroux, García Lorca, José Ortega y Gasset y Antonio Muñoz Molina, entre otros. En la actualidad «sigue viniendo algún político, pero no me gusta decir quién porque la gente politiza todo y no me gusta», indicaba Alfonso de Brito.

Aunque se considere una peluquería clásica, su público es de lo más variopinto. «Generalmente por la mañana suele venir gente más mayor, al mediodía quienes salen de las oficinas y por la tarde la gente más joven, chicos que salen del colegio y del instituto». Han sabido adaptarse al cliente con todo tipo de cortes, incluyendo el clásico corte de pelo con navaja, propio de los años 50-60.

Afeitado a navaja en la Peluquería ModernaPeluquería Moderna

¿Cuál es la clave para resistir 141 años?

Hasta hace muy poco, la calle Alcalá a la altura de la Moderna estuvo de reforma durante tres años. A esta se le sumo la del Metro que también afectó al local.

«El secreto fundamental es que es un negocio familiar, y yo creo mucho en los negocios familiares porque siempre han funcionado muy bien. En ellos se trabaja de forma desinteresada porque no todo se mueve por dinero», señalaba Alfonso de Brito.

Además, la forma de tratar al público ayuda en su éxito. «Nosotros tenemos un concepto de barbería que quizá no es el que se lleva ahora. Siempre nos adaptamos a lo que tú quieras, porque nuestra política es que tú te sientas en el sillón y yo te pregunto qué es lo que quieres. Antes era el peluquero quien te vestía, y ya no es así. Ahora el cliente tiene el poder de decidir porque él elige como se viste», apuntaba Alfonso de Brito.

Reliquias de la Peluquería ModernaPeluquería Moderna

¿Qué la hace única?

La diferencia es que la Moderna es «una unidad», tanto la dirección como los trabajadores son solo uno. Además, intentan crear un ambiente de trabajo estable y agradable. «Yo creo que la estabilidad en los trabajos da sus frutos, estar cambiando constantemente de empleados no es nada bueno», indicaba Alfonso de Brito.

Otro de los elementos que la hace única es el pequeño museo que tiene. Reliquias como lociones de la Guerra Civil, un calentador de agua con gas, cuchillas y navajas del comienzo del local, un secador antiguo y una bacía, entre otros, son las reliquias que se pueden ver en las estanterías de la Peluquería Moderna. Aunque hay que destacar que la palma se la llevan la caja registradora de 1900 y los sillones donde se sientan los clientes, estos últimos son recreaciones porque los antiguos eran algo más estrechos y la gente no cabía, de ahí el cambio.