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Virgina Barcones es la delegada del Gobierno de España en la provincia de ZamoraPaula Andrade

La inacción de la delegada del Gobierno permite que la fiesta ilegal de Zamora continúe en una zona de alto riesgo de incendios

Los vecinos protestan por la gestión de la rave en una provincia que sufre en el presente verano los peores incendios registrados en España durante las últimas décadas

Nadie conoce mejor el embalse de Almendra que sus vecinos, repartidos entre los cercanos municipios zamoranos de Sarce y Villar del Buey. Ellos saben perfectamente que desde el pasado viernes se celebra sobre el reseco lodazal de este inmenso pantano –la sequía ha evaporado la práctica totalidad de su agua– una fiesta ilegal que congrega a 2.500 personas, en su mayoría procedentes de Bélgica, Italia, Francia y Portugal; también de otros países europeos.

Los riesgos que conlleva esta congregación de gente resultan múltiples, pero a los lugareños les preocupa especialmente uno: la rave, en la que proliferan barbacoas y hornillos de gas, acontece en una comarca catalogada como de alto riesgo de incendios. Recodemos que esta provincia, Zamora, soporta desde el pasado mes de junio tal proliferación de llamas que los expertos consideran que estos son los incendios más devastadores sufridos en España desde hace décadas.

Virgina Barcones, delegada del Gobierno de España en la provincia de ZamoraEl Debate

Ante la posible comisión de varios delitos por parte de la multitud –ocupación de parcela, concentración ilegal, tráfico de drogas, menores no acompañados, etc.–, Iberdrola, la empresa propietaria del terreno, ya ha cursado ante la Guardia Civil la denuncia por la ocupación ilegal de su suelo.

La Benemérita, por su parte, ha recogido más de 200 denuncias por tenencia de drogas y armas blancas, pero continúa sin desalojar un festival clandestino que incluye el montaje de cinco escenarios, potentes equipos de sonido e iluminación, puestos de comida y de venta de bisutería. Dentro de este espacio natural acondicionado de forma tan sui géneris los asistentes bailan desde el pasado viernes de modo ininterrumpido, día y noche, con nulos controles sanitarios y de seguridad, al son de la música electrónica que los altavoces proyectan sobre el pantano reconvertido en yermo páramo por la falta de lluvia.

Un guardia civil realizando un control a uno de los asistentes a la fiesta ilegalEFE

«Por favor, ¡que alguien haga algo!»

El desorden de esta atmósfera ha quedado trágicamente de manifiesto el pasado fin de de semana, cuando ha muerto un participante en la fiesta ilegal; se trata de una mujer de 32 años de nacionalidad suiza. La fallecida no tenía signos de violencia externa y sufría una patología cardíaca previa. A la espera de los resultados que proporcione la autopsia oficial, el consumo de drogas es la principal hipótesis que manejan las autoridades sobre la causa del fallecimiento.

Mientras tanto, los vecinos, que prefieren hablar con El Debate salvaguardado su anonimato –el temor a quedar señalados es fuerte en los pueblos pequeños–, insisten: «La ola de fuegos está arrasando Zamora entera y ahí, ante la fiesta ilegal de Almendra, la Guardia Civil se mantiene de brazos cruzados... ¡El riego de incendios es máximo! A nosotros no nos dejan ni quemar un matojo y ahí están con decenas de barbacoas. Ya no sabemos cómo decirlo… Por favor, ¡que alguien haga algo!».

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, es la autoridad sobre la que recae el control de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Pero Barcones se ha abstenido de realizar declaraciones y de tramitar cualquier orden a la Guardia Civil. Quien sí ha hablado con los medios es Ángel Blanco, el subdelegado.

Altavoces de música instalados sobre el terreno del embalse secoEFE

El subdelegado aplaude el «equilibrio»

Blanco ha aplaudido el «equilibro» de los guardias civiles en la «contención» de la fiesta ilegal –sin orden judicial la Benemérita no puede realizar más que controles de carreteras–, al tiempo que ha sostenido que «ningún hecho ilícito va a quedar impune». Acto seguido, Blanco ha remarcado que localizar a los organizadores será tarea «difícil». El motivo que ha aducido para justificar dicha dificultad es que la fiesta fue convocada por Telegram y WhatsApp.

Tras escuchar las declaraciones de Blanco, el estupor y la preocupación de los lugareños ha crecido aún más; máxime porque los propios vecinos recuerdan que hace dos años, en agosto de 2020, la gestión de otra fiesta ilegal en la localidad de Vime de Sanabria, en el municipio de Palacios de Sanabria, también en la provincia de Zamora, se realizó de manera diferente.

Control de carretera a varios de los asistentes a la fiesta ilegalEFE

Otra forma de gestionar una rave

Entonces, debido a la pandemia, la competencia recaía sobre la Comunidad Autónoma. Clara San Damián, delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, tras remarcar que la Administración sería «inflexible» a la hora de castigar a quienes decidiesen incumplir las normas de manera deliberada, desalojó la rave al cabo de sus primeras 48 horas. No hubo fallecidos. Protección Civil interpuso sanciones de 126.000 euros al promotor y de 3.000 euros a los 91 asistentes identificados.

Dos años más tarde, en agosto de 2020, el despliegue de helicópteros, drones y agentes no impide que la fiesta ilegal de Almendra continúe –si bien de de forma languideciente– por sexto día consecutivo. El secretario general del PP de Castilla y León, Francisco Vázquez, ha urgido a la Delegación y Subdelegación del Gobierno a actuar «de inmediato». Pero lo cierto es que Virginia Barcones continúa en silencio mientras Ángel Blanco por el momento solo ha confirmado que varios ganaderos sí han sufrido daños en sus vallas y que, además, han tenido problemas para acceder a sus animales, aunque esa última cuestión, a su juicio, «se resolvió enseguida».