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Macarena Olona, durante su discurso en la noche de las pasadas elecciones andaluzasVox

Macarena Olona y la eterna duda sobre su salida de Vox

La exportavoz en Andalucía continúa en primera plana de la actualidad por supuestas luchas internas del partido conservador, a tan solo medio mes del nuevo curso político e inicio del ciclo electoral

Han transcurrido 20 días desde la última publicación de Macarena Olona en redes sociales. Un silencio que medio mes tras retirarse de la política está siendo utilizado por algunos medios y antiguos compañeros para reabrir una supuesta brecha dentro del partido de Santiago Abascal. El Debate ha hablado con militantes y simpatizantes de la formación conservadora para conocer las dudas sobre la marcha de la abogada del Estado.

«Razones médicas ajenas a mi voluntad». Este fue el motivo oficial por el que la exparlamentaria abandonó a finales del pasado julio su «servicio público, desde la política». Diversas fuentes cercanas que acompañaron muy de cerca a la exdiputada durante su campaña por Andalucía no dudan en que su salud sea el verdadero motivo de su salida del mundo político: «su delgadez era evidente».

Estas personas allegadas a Olona no cuestionan ahora su delicado estado de salud, como tampoco lo hicieron recién finalizada la campaña cuando fueron preguntadas por este medio. Coinciden en lo duras que esas semanas resultaron físicamente para ella, por el esfuerzo de prepararse los debates y discursos hasta altas horas de la noche, sin revisión desde la sede nacional de Bambú; así como por los largos desplazamientos diarios en coche hasta cada localidad para regresar a dormir hasta Salobreña (Granada), para evitar que su empadronamiento fuera cuestionado.

¿Fricciones con el partido?

Algunos medios de comunicación han utilizado la marcha de Olona para señalar discrepancias con la dirección de Vox, incluso dando nombres concretos: Javier Ortega Smith –quien siempre apoyó públicamente a Olona–, Iván Espinosa de los Monteros –quien la contactó por vez primera–, o incluso el mismísimo Santiago Abascal –a quien ella dedicó sus últimas palabras públicas–. La cuestión por supuesto es desmentida desde los militantes más cercanos a presidencia, pero también por aquellos sin interés en hacer carrera por Andalucía o en la Cámara Baja de la Villa.

Desde el grupo parlamentario del Partido Popular se recuerda que uno de los pocos diputados con estilo discursivo propio ya no sólo de Vox, sino de todas las Cortes, era el de Olona. A su juicio, la abogada del Estado eclipsaba la oratoria de los primeros espadas. Eso sí, esta opinión debe ser observada desde la distancia que bien alumbra luz al enigma, bien echa leña al fuego que aviva el regreso de votantes a la formación de Feijóo.

En cualquiera de los casos, que el árbol no impida ver el bosque. Macarena Olona jamás ha negado que pueda presentarse en las próximas elecciones generales, ni siquiera aquel 20 de junio, en plena resacara postelectoral, cuando fue preguntada por ésta y otros periodistas en la rueda de prensa ofrecida en Sevilla. Vox acumula 20 días sin Olona, se encuentra a tan sólo 10 de empezar el curso político y aun con varios deberes pendientes para afrontar el próximo ciclo electoral de 2023.