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Desde el primer momento, los atentados de Barcelona y Cambrils han sido utilizados por el independentismo catalánLu Tolstova / Paula Andrade

Aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils  La eterna teoría conspirativa que aviva el independentismo contra España

Las teorías alientan las sospechas: desde que la CIA sabía del atentado hasta que el imán de Ripoll sigue vivo

«Fue doloroso en lo personal y hacía mucho daño», respondió el pasado domingo el que era jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, en agosto de 2017, momento en el que se produjeron los atentados de La Rambla de Barcelona y de Cambrils, cuando se le pregunta por las teorías conspirativas que apuntaban a que el Gobierno de Mariano Rajoy había sido alertado de la inminencia de la masacre.

Desde el primer momento, los atentados que asolaron Cataluña y conmocionaron a España entera ha sido un arma utilizada por el independentismo catalán para atacar al Gobierno central agarrándose al tradicional victimismo nacionalista.

La nota de la CIA

Inicialmente, a los pocos días de los atentados El Periódico de Cataluña desveló la existencia de una nota de los servicios de inteligencia estadounidenses advirtiendo a los Mossos d'Esquadra de la posibilidad de un atentado ese mismo verano. «Información no corroborada de veracidad desconocida de finales de mayo del 2017 indicaba que el Estado Islámico de Irak y ash-Sham (ISIS) estaba planeando llevar a cabo ataques terroristas no especificados durante el verano contra emplazamientos turísticos muy concurridos en Barcelona, España, específicamente en la calle La Rambla».

Aquí comenzó la primera polémica manipulada por el nacionalismo catalán. Así, se pasó de negar en tres ocasiones la existencia de dicha nota desde el mismo 17 de agosto en que se registraron los atentados. «Ya nos gustaría tener una relación directa con la CIA», advirtió el entonces consejero de Interior catalán, Joaquim Forn, hasta el 31 del mismo mes en que reconoció que sí le había llegado dicha nota, pero no procedía de la CIA y que no se le dio credibilidad alguna. Los nacionalistas aprovecharon estos quince días para atacar a los no nacionalistas acusándoles de fabricar una noticia con la que desprestigiar a los Mossos d'Esquadra.

Implican al CNI

Dos años después de los atentados, en julio de 2019, resurgieron las teorías conspirativas. Unas informaciones de Público advertían de que el imán de Ripoll, instigador y quien formó a los jóvenes de la célula terrorista, había trabajado como confidente del Centro Nacional de Inteligencia, por lo que ellos debían saber que se preparaba un atentado terrorista en la capital catalana. Según estas informaciones, los servicios secretos españoles vigilaron al imán hasta días antes de que se produjera la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona) donde murió el imán.

El CNI admitió haber tenido contacto con el imán Abdelbaki Es Satty entre 2010 y 2014, periodo que estuvo en la cárcel por un delito de tráfico de drogas. Pero apuntó que este contacto «entra dentro de los protocolos habituales del organismo ya que lo normal para obtener información para la lucha antiterrorista es contactar con quienes pueden tenerla», advirtieron, pero sin aportar más información además de recordar que Es Satty no estaba en la cárcel por delitos de terrorismo.

A esta teoría conspirativa se sumó el Gobierno catalán, que pidió explicaciones al Gobierno central. Y tuvo como invitado sorpresa al mismísimo Pablo Iglesias, el único representante no nacionalista que se sumó a la teoría conspirativa aparecida en el medio de comunicación en el que trabajaría al dejar la vicepresidencia.

Esta teoría llegó hasta el juicio por los atentados de la mano del abogado y diputado de Junts per Catalunya Jaume Alonso-Cuevillas, que fue más allá y llegó a insinuar que fruto de esta relación entre el CNI y el imán de Ripoll, éste no había llegado a morir. La sentencia desestimó esta teoría por completo al afirmar que la muerte era «una verdad científica constatada» y al no mencionar las relaciones entre Es Satty y los servicios de inteligencia.

Omnipresente Villarejo

Las conspiraciones en torno a los atentados de Barcelona y Cambrils parecieron calmarse hasta que resurgió el especialista número uno en montar escándalos en España, el excomisario Villarejo, que en enero de este 2022 apuntó a «un error grave del señor Sanz Roldán (entonces director del CNI), que calculó mal las consecuencias por darle un pequeño susto a Cataluña» con tal de desacreditar al independentismo catalán.

Esta debió ser la única vez que los independentistas dieron credibilidad a Villarejo, ya que salieron todos en tromba para pedir explicaciones al Gobierno. En esta ocasión, a los independentistas catalanes se sumaron también los vascos, de la mano de Bildu, y los gallegos con el BNG. Entre todos pidieron una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados. Hasta el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pidió explicaciones de forma directa.

La teoría conspirativa de Villarejo es la última de una larga lista de intentos de favorecer el independentismo a través de la utilización del sufrimiento de las víctimas del terrorismo.