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En el PP confían en que les vale con seguir en su línea actual para alcanzar la MoncloaPaula Andrade

Crónica política

El nerviosismo en el PSOE allana el camino a Feijóo: «Solo tenemos que seguir haciendo lo mismo»

Durante las últimas semanas el tono de los socialistas se ha endurecido contra el líder del PP y contra la formación en general con un cruce de acusaciones sobre el decreto energético y la renovación de CGPJ

No hay nada menos alentador que aquellos que te aplaudían, no importa lo que hicieses, comiencen a darte el aviso de que algo no va bien. Así le ocurrió al presidente del Gobierno el pasado mes de julio, cuando el barómetro del CIS le colocó por debajo del Partido Popular por primera vez desde la entrada de Félix Tezanos en el centro.

El desgaste de dos legislaturas, una pandemia y una gestión que no ha sabido aplacar asuntos tan importantes como la inflación se ha visto empeorado desde la entrada de Alberto Núñez Feijóo en Génova. En el PP todo es tranquilidad. Al fin y al cabo, solo necesitan esperar y seguir en la misma línea. Al menos eso consideran desde la formación que asegura que «el camino escogido es el bueno y, lo importante, es no dejar que nos saquen de él». Lo hacen en alusión a las salidas de tono de las últimas semanas de los miembros socialistas del Gobierno. De todo ha escuchado el presidente del PP sobre su persona: desde «ignorante» hasta «sectario». Todo ello, tal y como afirmaba el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, en una entrevista para El Debate, como táctica para «abrir una fisura entre Feijóo y Ayuso».

Pero lo que funciona una vez no tiene por qué hacerlo dos, y el líder del PP no tiene intención de repetir lo que ya ocurrió a comienzos de año en su partido. Mientras, desde el PSOE insisten en que Feijóo debe «poner orden» en su formación. El nerviosismo socialista por la pérdida de voto no hace otra cosa que estimular a los populares, que ven cómo su técnica funciona. Mientras el Gobierno lanza insultos a través de entrevistas, Feijóo, de vacaciones en Galicia, repite en boca de los miembros de su ejecutiva mensajes de gestión sobre la situación actual del país. Aseguran continuamente estar dispuestos a negociar con el Gobierno de Sánchez para llegar a acuerdos, y se ha perdido la cuenta de las veces que el PP ha nombrado o presentado su documento económico basado en la rebaja de impuestos con dos claves: el dinero recaudado con la subida de precios debe volver al bolsillo de los españoles y el plan está a disposición del Ejecutivo para su uso.

El último ataque: el CGPJ

El PSOE ha lanzado un nuevo ataque al PP. En este caso ha sido haciendo público un documento de otoño de 2021 donde la dirección de Pablo Casado pactó con los socialistas un acuerdo para la renovación del CGPJ.

El propio vicesecretario institucional del PP, Esteban González Pons, aseguró este miércoles en una entrevista televisiva que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, les amenazó con filtrar el documento.

Sin embargo, Pons ha defendido que, tras la entrada de Feijóo, las negociaciones se han hecho «desde cero» y que no admiten «papelitos secretos»: «Una cosa es que la negociación sea discreta y otra que los acuerdos sean secretos», señaló.

Además, Pons aseguró que Bolaños reconoció que las peticiones del PP podrían ser «susceptibles de acuerdo», pero que el pacto del Gobierno con ERC le impedía llegar a un consenso tan rápido con el Partido Popular.

Medidas populares

Haciendo oídos sordos, Sánchez continúa en su huida hacia delante. Eso sí, con la mayor de sus sonrisas y recordando una y otra vez que, a partir de septiembre, los españoles podrán viajar de manera gratuita en Cercanías, media distancia y Rodalíes. Mientras el ministro Bolaños insiste y acusa a Feijóo de «bailar al son» de Ayuso e ir en contra de las políticas europeas, el presidente se ha visto obligado a cambiar el crucigrama del tradicional veraneo español por otro encaje más complicado: el de una posible restructuración de su Gobierno con el que intentaría remontar durante lo que queda de legislatura.

Además, Sánchez cargó contra los medios de comunicación en su comparecencia de este martes en La Palma asegurando que los periodistas deben dejar de «intoxicar» porque en su Gobierno no existe ninguna crisis.

En 'plan B'

El presidente ya busca un ‘plan B’. Sánchez está «valorando» la opción de intentar convertirse en el próximo presidente de la Internacional Socialista (IS). Su manejo en ambientes internacionales y su dominio del inglés –tarea pendiente en casi todos los presidentes españoles anteriores– le ha hecho contar con apoyos suficientes para presentarse en el congreso de la organización, que se celebrará el próximo noviembre en Madrid. Al menos así lo revelaba el periódico El País a comienzos de verano.

Según confirman fuentes de La Moncloa y la cúpula socialista al citado periódico, Sánchez «quiere ser respetuoso con las formas y los procedimientos», pero otras personas del partido y de la propia organización mundial «aseguran que será el nuevo líder y que ya planea el relanzamiento de la IS».

A quince días de terminar el mes de agosto, Sánchez está dispuesto a todo para que el PSOE continúe en la Moncloa. A todo, menos a no ser él el que encabece el Gobierno.