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Pedro Sánchez, junto al presidente de Colombia, Gustavo PetroEFE

Primer problema

Unidas Podemos quiere que Maduro participe en el proceso de paz de Colombia si es en España

Tras el ofrecimiento de Sánchez desde Bogotá, el líder del PCE y hombre designado por Yolanda Díaz para la materia avisa al presidente de que Venezuela tiene que estar, como «país acompañante»

Pedro Sánchez se ha encontrado con el primer problema después de ofrecerse a apadrinar las negociaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional: Nicolás Maduro.

Su socia, Yolanda Díaz, ha puesto el asunto en manos de uno de sus hombres de confianza, según fuentes de su entorno consultadas por El Debate: el secretario general del PCE, Enrique Santiago, que entre 2012 y 2016 participó como asesor jurídico de las FARC en el anterior proceso de paz; el que culminó en un acuerdo entre el entonces presidente Juan Manuel Santos y el guerrillero Timochenko que el pueblo colombiano rechazó en referéndum por un estrecho margen (50,22 %) en octubre de 2016. Después hubo un segundo, en noviembre, refrendado por las Cortes de Colombia.

Y Santiago es partidario de meter a Venezuela en la ecuación como «país acompañante», como ha expresado públicamente a través de Twitter, en un tuit en el ensalza «el trabajo que hizo y hace por la paz Venezuela y su legítimo presidente, Nicolás Maduro». Y añade el líder comunista, en alusión a Sánchez: «Sin asumir esto no es posible ayudar».

Se da la circunstancia de que, en una entrevista en la emisora colombiana W Radio el pasado miércoles, el presidente español evitó por dos veces pronunciarse sobre si Venezuela es una dictadura y Maduro, un dictador. Tampoco quiso respaldar a Juan Guaidó como presidente, sino que se limitó a afirmar que él aboga por una «reinstitucionalización democrática de Venezuela», expresión que utilizó hasta en tres ocasiones.

Venezuela es sinónimo de terreno pantanoso para Sánchez, pese a que José Luis Rodríguez Zapatero es uno de los principales apoyos internacionales de Maduro. Y lo será más si el Ejército de Liberación Nacional recoge el guante del presidente español. El mandatario colombiano Gustavo Petro ya dejó claro el miércoles que estaría encantado de que España sea el país anfitrión, pero que la otra parte tendrá que estar de acuerdo, en referencia al ELN.

Satisfacción en la Moncloa

Sea o no finalmente España el escenario del proceso de lo que el presidente Petro llama la «paz total», la gira de Sánchez por Colombia, Ecuador y Honduras ha sido un éxito –a decir de la Moncloa–, con baño de masas por las calles del centro de Quito incluido. Gira que terminó este viernes con un encuentro con la presidenta hondureña, Xiomara Castro, y una visita a una escuela taller.

Pedro Sánchez, junto a Xiomara CastroEFE

El carácter comercial era indudable. De ahí que hayan acompañado al presidente empresas tan potentes como Indra, OHL, Sacyr, Navantia, Airbus España, Idom, Llorente y Cuenca, Grupo Proeduca, Hispasat, Grupo Urbas, Red Eléctrica, la CEOE y la Cámara de Comercio de España. Y tanto en Bogotá como en Quito y Tegucigalpa los encuentros empresariales han protagonizado buena parte de la agenda.

A mayores, Sánchez ha pretendido erigirse como eslabón entre la Unión Europea e Hispanoamérica, en un momento en que China y Rusia tratan de extender sus redes de influencia en el continente.

De momento, durante su Presidencia de turno de la UE (en el segundo semestre de 2023), será el anfitrión de una cumbre entre la UE, Hispanoamérica y el Caribe. Antes que eso, el próximo mes de marzo, Sánchez volverá al continente americano para participar en la Cumbre Iberoamericana, en Santo Domingo. En la Moncloa trabajan para aprovechar este viaje para una nueva gira.