Andrés Rodríguez-Pose: «Los españoles tienen poca presencia en las universidades del Reino Unido»

La Cátedra Princesa de Asturias en el Reino Unido y la Fundación Cañada Blanch tienen su origen en el principal exportador de naranjas desde España a Gran Bretaña, Vicente Cañada Blanch, quien compró unos terrenos para que el colegio español se estableciera en Notting Hill allá por los años 70. Más tarde, en 1993, se creó la Cátedra Príncipe de Asturias, cuyo primer director fue Paul Preston.

Rodríguez-Pose llegó a la London School of Economics (LES) en 1995 para reforzar la idea de que el Reino Unido es un lugar abierto y con posibilidades. Destaca que él mismo se presentó a la plaza en un lugar tan exigente como la LSE sin contacto alguno, y la obtuvo frente a múltiples candidatos sin tener en aquel entonces ningún vínculo con el Reino Unido. Rodríguez-Pose lamenta que haya muy pocos alumnos españoles en la LSE, «hay más griegos, portugueses, belgas, irlandeses o escandinavos. España es un país presente en el Reino Unido a través de grandes empresas, pero hay pocos españoles en las universidades y sectores creativos británicos».

El director de la Cátedra Princesa de Asturias hace coincidir el despegue de Londres, allá por los años 90 del siglo pasado, con el mercado único europeo: «en Londres más del 50 % de la población es extranjera. Entre los años 30 y 90 Londres había ido decayendo, el talento de los europeos llegado a partir del mercado único es básico en el impulso de Gran Bretaña».

El brexit para Rodríguez-Pose ha afectado a Londres, «hay empleos por cubrir y Ámsterdam o Dublín se han llevado parte de la creatividad. A Londres llegó mucho talento gracias al mercado único, al que los franceses eran reacios. La diferencia entre París y Londres estaba en que en la primera los extranjeros tenían un techo de cristal y eso no sucedía en Londres. Ahora la inmigración comunitaria se ha paralizado pero la extracomunitaria no».

El Catedrático de geografía económica compara los datos de crecimiento del PIB británico desde 2015 frente a los de Países Bajos, dándose un diferencial de 22 puntos en favor de los holandeses, un 10 % frente al 32 %. «Hay que tener en cuenta que el 50 % del comercio del Reino Unido antes del brexit era con la Unión Europea y ahora los británicos sufren las consecuencias de la perdida de capacidad de atracción y la relocalización de ciertas actividades».

El populismo del brexit

Rodríguez-Pose analiza el brexit como un fenómeno populista: «fue un voto de venganza de los habitantes de ciertas zonas en decadencia tras años de decrecimiento. Mucha gente, por ejemplo en Sunderland, estaba harta de que le dijeran: vete a Londres, ahí tendrás más oportunidades».

El Catedrático de la LSE rechaza que la gente no supiera qué votaba cuando en las últimas elecciones generales de 2019 le otorgó una abultada mayoría absoluta a Boris Johnson: «querían que la gente que vive en Londres sintiera lo mismo que en Sundelrland o Midllesbrough, donde la gente sabía que iba a perder su empleo en 4 o 5 años. Grandes grupos de población del norte de Inglaterra, industrial, tradicionalmente laboristas querían que en la capital experimentan la misma sensación de impotencia y frustración que estaban viviendo ellos, fue una pequeña revolución».

Jonhson es considerado un oportunista por Rodríguez-Pose «aprovechó la polarización que vivía tanto Europa como Estados Unidos, donde se enfrentan dos modelos. O bien estás a favor de un sistema que hay que reformar porque ya no garantiza la prosperidad y crecimiento como en el pasado, o vas a los extremos donde la solución es peor a lo que tenemos. Los datos de la pandemia demuestran que los países con gobierno populista han tenido un 18 % más de mortalidad frente al 8 % de los que tienen un gobierno moderado».

Para el director de la Cátedra Princesa de Asturias el hecho de que «a Londres le haya ido bien en los últimos años no tiene porque ser en detrimento de otras ciudades. Manchester o a Leeds han crecido y, en cambio Birmingham, que votó por el brexit, no». El Catedrático de geografía económica recuerda que no todas las grandes iniciativas surgen en grandes ciudades: «Ikea nace en un pueblo de 2.500 habitantes. La cuestión es crear condiciones para tener actividad y aprovechar el potencial para dinamizarse y reducir disparidades. Descentralizar sin recursos solo basándose en la competición entre ciudades en un desastre».