Sánchez y Feijóo se miden en un debate desigual: el presidente juega con ventaja

Probablemente, desde el debate de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña –el 27 de octubre de 2017– el Senado no vivía una jornada de tanta expectación política e informativa como la de este martes, cuando Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se enfrentarán en su primer gran duelo.

Entonces, el PP y el PSOE estuvieron en el mismo barco, votando juntos la suspensión de la autonomía catalana después del referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia por parte del hoy prófugo Carles Puigdemont.

Hoy, Sánchez gobierna apoyado en los partidos que votaron en contra del 155 hace cinco años –ERC, el PNV, Bildu, el PDeCAT y Compromís– y el año pasado indultó a nueve de los cabecillas de aquel golpe a la democracia. Hoy, el PSOE y el PP navegan en barcos distintos.

El debate de este martes en la Cámara Alta es desigual. El presidente juega con ventaja. Tanta ventaja, que por eso aceptó la semana pasada el envite del líder de la oposición, a pesar de sus reticencias iniciales. De no haber creído que puede salir beneficiado nunca habría aceptado. Además, tendrá la última palabra.

En La Moncloa creen que el presidente tiene todas las de ganar y que es Feijóo quien puede salir muy magullado si no consigue hilar un discurso coherente en materia energética Dicen que no lo tiene y que lo único que saben hacer los populares es pedir energía nuclear y poner impuestos al sol. La prioridad de Sánchez no es tanto ganar, sino que su rival pierda. Para acabar de una vez por todas con esa luna de miel entre el electorado y Feijóo.

En cualquier caso, el presidente llega al Senado necesitado. Necesita remontar en las encuestas y frenar el ascenso continuado del líder de los populares, que como contó El Debate le saca una media de ocho puntos en los sondeos de este verano y ya se acerca al porcentaje de voto con el que Mariano Rajoy ganó las elecciones de 2016.

Turno ilimitado

A partir de las cuatro de la tarde, el líder del Ejecutivo tendrá un primer turno de intervención ilimitado, que aprovechará para presumir de que él lidera la respuesta europea a la crisis energética, reivindicar la importancia de la transición energética y felicitarse por los tres paquetes anticrisis que ha aprobado su Gobierno. Habrá un cuarto con la rebaja del IVA del gas al 5 % que anunció el pasado jueves, después de meses rechazando la idea del PP.

Feijóo quiere que la rebaja del IVA del gas y la electricidad dure todo el mes

Este lunes, Feijóo pidió al Gobierno que extienda la rebaja del IVA del gas y de la electricidad a todo el invierno, y no solo hasta diciembre (Sánchez ya dejó la puerta abierta, así que es muy probable que acabe haciéndolo). También adelantó que esta semana enviará al presidente un plan energético con otras medidas. Entre ellas, reducir los trámites burocráticos para la instalación de energías renovables y un plan de ayudas para la industria electrointensiva.

Los discursos de Sánchez no suelen durar menos de una hora. Ni siquiera el de este lunes en La Moncloa con medio centenar de ciudadanos, y eso que se suponía que iba a escuchar más que a hablar. El ritmo lo marcará él. La iniciativa la tendrá él.

Inmediatamente después, Feijóo tendrá un turno de intervención de solo 15 minutos. Mucho deberá resumir. El presidente del Senado, Ander Gil, ha asegurado que no será estricto con los tiempos, pero la diferencia es abismal. Insistirá en la deflactación del IRPF y en la ampliación de la vida útil de las cinco centrales nucleares.

El líder de la oposición quiere abrir el encuadre y hablar no solo de energía, sino también de la situación económica y política, en una especie de secuela del debate sobre el estado de la nación de mediados de julio. Entonces, el PSOE desdeñó la actuación de la portavoz del PP, Cuca Gamarra, por haber hablado de Bildu y de ETA. Los de Arnaldo Otegi acababan de pactar la Ley de Memoria Democrática con el Ejecutivo.

Cuando Feijóo termine, Sánchez le replicará durante el tiempo que quiera, otra vez. Y su adversario tendrá un segundo turno de solo cinco minutos. Sánchez cerrará el debate con el popular y, después, con cada uno de los demás portavoces.

La ausencia de los líderes del resto de partidos en la Cámara Alta hará que toda la atención esté concentrada en el presidente y el líder de la oposición, como en los buenos tiempos del bipartidismo. En el Senado no están Santiago Abascal, ni Gabriel Rufián, ni Mertxe Aizpurua, ni tampoco Inés Arrimadas. Unidas Podemos no tiene senadores, así que el socio minoritario de la coalición no tendrá ningún papel, ni siquiera pequeño.

El morbo está servido.