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El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, durante su intervención en el Congreso de los DiputadosEduardo Parra / Europa Press

Marlaska justifica ahora el acercamiento de etarras para «evitar la exclusión social»

El diputado de Vox, Antonio Salvá, cuyo hijo fue asesinado por ETA, le acusa de «escupir a la cara de las víctimas»

Todavía perduran las llagas en los ojos tras ver la despedida que el pasado viernes brindaron en Bermeo al etarra Elías Fernández Castañares, con aurreskus, bengalas y cánticos. También los ‘ongi etorris’ que durante años y años la izquierda abertzale ha brindado a sus ‘gudaris’. Pues no debe de ser suficiente «social» para el ministro Marlaska porque este miércoles ha justificado el acercamiento de los presos en que es la forma de «evitar la exclusión social».

«Los traslados son aplicación de la ley, es un derecho el cumplir la pena en las inmediaciones del domicilio para evitar la exclusión social. La política de dispersión era una política antiterrorista; vencida ETA, desaparece», ha argumento el ministro del Interior en la sesión de control al Gobierno que se ha celebrado este miércoles en el Congreso de los Diputados.

El razonamiento del ministro no ha convencido al diputado de Vox, Antonio Salvá, que ha sido quien le había preguntado al ministro por el acercamiento de los presos de ETA. «Bien podría escupirnos a la cara explícitamente, aquí tiene mi cara y me escupe. La afrenta no sería mayor». Y es que Antonio Salvá es padre de Diego Salvá, uno de los dos guardias civiles asesinados por ETA en Palmanova (Baleares) en el año 2009 y cuyo crimen todavía no ha sido resuelto.

Quién es más víctima

Salvá ha reprochado que las víctimas de ETA «se pudren en el olvido» y que, mientras los verdugos de su hijo aún no han sido identificados, siguen los homenajes a miembros de la banda terrorista en las calles del País Vasco y Navarra.

Sin embargo, estos reproches no han gustado al ministro, quien ha sostenido que él también es víctima «que hoy ejerce de político» en referencia a los años que fue juez en Bilbao y en la Audiencia Nacional. El ministro ha sostenido que los acercamientos de presos de ETA, como de cualquier otro interno, se lleva a cabo con «estudios individualizados y científicos» y que son las juntas de tratamiento de las cárceles quienes proponen dichos traslados.

No se trata de la primera justificación polémica en la que se mete el ministro de Interior por el trato a los presos de ETA. Ya el pasado mes de febrero, Marlaska justificó los contactos mantenidos entre Instituciones Penitenciarias y el entorno de los presos de ETA como «relaciones institucionales», después de que se desvelara un informe de la Guardia Civil en el que se detallaban los contactos entre interlocutores de ambas partes.