Lucha cruda por el poder
Moncloa acorrala al presidente de RTVE: Sánchez quiere un comisario político 100 % leal para el año electoral
Ante la llegada de un largo año electoral, la presidencia del Gobierno no quiere que una institución de la importancia de la Televisión Pública escape a su control directo
El bullir tecnológico y periodístico que caracteriza a Torrespaña, el centro de informativos donde se producen los telediarios de RTVE, contrasta con el aire tranquilo de los barrios madrileños, entre residenciales y populares, donde está instalado el famoso edificio del Pirulí. La fuente interna de RTVE, por razones evidentes, prefiere que la conversación con El Debate se desarrolle fuera, caminando por estas calles.
«Vamos a ver…», hace memoria el interlocutor, conocedor como pocos de los entresijos del Ente público, mientras entra en una tienda de frutos secos para comprar una bolsa de anacardos, «Pedro Sánchez, en su primer consejo de Ministros, se carga a José Antonio Sánchez, el último director de RTVE de la época de Mariano Rajoy, y con el cae todo su Consejo de Administración. Comienza acto seguido un proceso de renovación exprés, que sale mal y falla. Por eso nombran a Rosa María Mateo administradora provisional única; una figura esta, la de administradora provisional única, que nunca había existido antes en la historia de Televisión Española. Es cierto que Sánchez contaba con el respaldo del Congreso, pero a Mateo la nombra directamente él».
Rosa María, Burgos, 1942, periodista famosa, presentadora de informáticos de prestigio, persona acostumbrada al aplauso, desconoce donde se está metiendo. «Dentro de la Televisión Pública manda una nomenklatura, y empleo este término con toda la intención por sus resonancias soviéticas. Las fuerzas vivas allí son los sindicatos y el Consejo de Informativos, que son los profesionales de respeto dentro de la casa, Xavi Fortes, Lorenzo Milá y demás. Mateo quiere que allí se haga lo que Moncloa le dice que haga, pero no sabe llevar a los sindicatos ni al Consejo, que son claramente de izquierdas y en ese momento están muy levantiscos. Aquello, además, es un monstruo con un presupuesto anual de 1.300 millones de euros. Y Mateo desde su presidencia carece de cintura política, de capacidad de negociación, de ímpetu. Rosa María no se hizo con Torrespaña, es decir, con los telediarios, y al final estalla una rebelión contra ella. Le dimiten varios directores de informáticos seguidos y, además, le surge la Plataforma por una TVE Libre, muy potente en Twitter, que pone de manifiesto, desde una perspectiva de derechas, la manipulación de los informativos».
Es un momento de descontento generalizado con la presidencia de RTVE; tanto entre la izquierda –Consejo y sindicatos, «son muy de izquierdas, sí, pero porque les da la gana, y no admiten el mangoneo de Moncloa, vía Rosa María»–, como entre la derecha –la citada Plataforma por una RTVE Libre– . «Los sindicatos», prosigue la fuente de El Debate, «al final se suben a las barbas de Mateo y acaban haciendo lo que les da la real gana. Incluso hay incidentes con la Casa del Rey: el rótulo que conduce al despido de un guionista, alguna broma en las redes sociales con la Infanta Leonor, etc.»
Convertir RTVE en la BBC
Rosa María Mateo dura al frente de RTVE tres años, de julio de 2018 a marzo de 2021. La siguiente etapa la pactan Teodoro García Egea, por entonces secretario general del PP, y Félix Bolaños desde Moncloa. En ese momento se produce una cierta renovación del Consejo de Administración –entran varios consejeros; unos más afines al PP, otros al PSOE, otros más de la cuerda de Podemos– y el elegido es José Manuel Pérez Tornero. «Hay que entender la psicología de cada cual. Aquí hablamos de un catedrático afín al PSOE, pero que viene del mundo de las productoras de contenido educativo, de la Universidad. Su proyecto no es político. El quiere hacer de RTVE una especie de BBC… Un teórico de la comunicación. Tampoco sabe dónde se mete».
Tornero hace su balance de la situación con la que se encuentra: los informativos de RTVE, que en la época de José Antonio Sánchez eran líderes, se han desplomado; han pasado de ser los primeros en audiencia a ocupar la tercera, incluso la cuarta posición. Tornero decide que las decisiones del Consejo de Administración, para despolitizarlo, se tomen por unanimidad. «Ahí estuvo hábil; y es que es un señor muy majo, que habla con todo el mundo, que se lleva bien en el trato personal con la gente, pero le viene una crisis potente encima porque Pedro Sánchez cae en popularidad y nota que los informativos son de izquierdas, sí, pero que no le acaban de hacer del todo la ola».
Moncloa le impone a Enrique Hernández como director de informáticos. Tampoco logra hacerse con el control y termina por irse. El nuevo paracaidista que salta desde Moncloa será José Pablo López en calidad de director de contenidos generales. «Ya que no controlan Torrespaña, van a hacerse con Prado del Rey. Y así están haciendo lo que están haciendo ahora; unos programas muy arrevistados que son una especie de informativos en B. En fin, que el lío en la casa es tremendo. A Tornero le están abandonando los consejeros de PSOE por orden directa de Moncloa, los de Podemos nunca han estado con él y los del PP tampoco le van a apoyar indefinidamente. La jugada de Moncloa es hacerle caer para que sea José Pablo López el que se haga con el control del Ente. Mientras tanto, los informativos están sin rumbo y con unas audiencias por los suelos».
Según la fuente consultada por El Debate, en RTVE ahora mismo se dejan de «idealismos de izquierdas» y trabajan todos a una a favor de Pedro Sánchez, ante la posibilidad de que lleguen PP y Vox a un Gobierno. «En la época de Rosa María la legislatura todavía era larga, el PSOE estaba fuerte y había tiempo para el psicodrama. Ahora Sánchez está con unos índices de popularidad muy bajos y hay que hacer el trabajo que hay que hacer», indica.
Eso sí, el Gobierno de Sánchez no puede echar directamente a Tornero si él no dimite, porque es el Congreso quien lo ha nombrado. Por esa razón, Moncloa ha puesto a José Pablo López, «para que marque a Tornero el paso y hacerle la vida imposible. Estrangularle económicamente. Cortarle el grifo del dinero», explica. Y a Tornero lo único que le queda es ganarse el beneplácito de los consejeros del PP.