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La periodista Elena Sánchez Caballero

Elena Sánchez, nueva presidenta de RTVE tras la dimisión de Pérez Tornero

Con una larga trayectoria en el ente público, era uno de los nombres que sonaba con más fuerza para ocupar el puesto

El Consejo de Administración de RTVE ha designado a la periodista Elena Sánchez Caballero como nueva presidenta del ente público. El nombramiento ha tenido lugar en una reunión extraordinaria del consejo después de que José Manuel Pérez Tornero dimitiese del cargo por las presiones de Moncloa para convertir RTVE en un arma arrojadiza contra el Partido Popular. Sánchez ha obtenido cinco votos de los nueve consejeros: los de Podemos, el del PNV y dos del PSOE.

Tras la dimisión de Pérez Tornero, el Consejo de Informativos TVE mostró su preocupación en redes sociales. «Observamos con profunda preocupación un nuevo agravamiento de la situación institucional de RTVE. Exigimos proyecto de servicio público, independencia y profesionalidad en la gestión», ponían en un tuit.

El nombre de Elena Sánchez, con una larga trayectoria en TVE, era uno de los que sonaba con más fuerza para ocupar el cargo, ya que formaba parte del Consejo de Administración de RTVE.

La periodista es un rostro muy familiar para los espectadores dado que ha estado al frente del Telediario, estuvo en el Canal Internacional, ha sido defensora de los espectadores de la Corporación y llegó a ocupar el puesto de secretaria general corporativa del ente público.

La segunda opción para ocupar el puesto de Pérez Tornero era José Pablo López, actual director de Contenidos de TVE. Llegó a la Corporación en abril, apenas diez meses después de su abrupta salida de Telemadrid –donde fue director general– por fuertes desavenencias con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

En una carta remitida a los trabajadores de RTVE, Pérez Tornero afirmaba que dentro del máximo órgano de administración de RTVE –y pese a los «esfuerzos ímprobos» realizados por algunos de sus componentes– «ya no se dan las condiciones mínimas para el consenso transversal, ni para la conformación de una mayoría plural, estable y coherente; y, en muchas ocasiones, ni tan solo el clima propicio al diálogo que necesitamos para culminar el proyecto».