Fundado en 1910

Montaje Sánchez Tornero RTVEPaula Andrade

Al abordaje de lo público

Sánchez toma el control de RTVE por las bravas: el «dosier Tornero» fue su sentencia

El Gobierno asalta la radiotelevisión pública a meses de las elecciones municipales y autonómicas. El delito del dimitido presidente no fue no subir la audiencia, sino no ser lo bastante dócil

El PSOE, Unidas Podemos y los miembros del Consejo de Administración de RTVE designados por ambos socios de Gobierno habían hecho cruz y raya al presidente de la Corporación. Y no han parado hasta que han conseguido quitarse a José Manuel Pérez Tornero de en medio.

Su mayor delito no ha sido no ser capaz de frenar la sangría de audiencia de la radiotelevisión pública, sino no prestarse a convertirla en un mero instrumento de propaganda del Ejecutivo. No le han echado por mal gestor, sino por no ser lo suficientemente dócil con el Gobierno y duro con el PP.

El presidente de RTVE sabía que socialistas y morados querían su cabeza desde hace tiempo. Le acusaban de dar demasiada cancha mediática al PP y de rodearse de periodistas afines al principal partido de la oposición. Entre ellos siempre citaban a la subdirectora de La Hora de La 1, Elena Sánchez, que fue directora de comunicación de Eduardo Zaplana en el grupo parlamentario popular en el Congreso y de Ana Botella en el Ayuntamiento de Madrid.

Sin embargo, no se quejaron cuando, en abril, el presidente de la Corporación nombró director de Informativos a Pep Villar y director de Contenidos a José Pablo López. El primero es muy cercano al PSC y fue consejero de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales a propuesta del socialismo catalán. López, por su parte, fue destituido junio de 2021 como director general de Telemadrid por Isabel Díaz Ayuso. Los populares le recriminaban haber convertido la televisión pública madrileña en «La Sextilla», en alusión a su inclinación a la izquierda.

Los consejeros del ala izquierda conspiraban contra Pérez Tornero. Reportaban a La Moncloa y a Unidas Podemos todos sus movimientos e incluso elaboraban informes en su contra atacando el sesgo de derechas de RTVE. En junio, varios miembros del Consejo de Administración elaboraron un dosier en el que analizaban a los tertulianos e invitados de la mesa política de La Hora de La 1, de La Noche en 24 Horas y hasta de Las mañanas de RNE. Según ha podido saber El Debate de fuentes de RTVE, Pérez Tornero fue informado de ese dosier a modo de advertencia: debía dejarse de tanta pluralidad.

El enjuague

El ya dimitido presidente de RTVE empezó su mandato en marzo de 2021, fruto de un acuerdo entre el PSOE y el PP de Pablo Casado. Para que Unidas Podemos y el PNV no se opusieran al enjuague, los socialistas cedieron a los morados dos puestos en el Consejo de Administración y uno a los nacionalistas vascos. El compromiso de que el sustituto de Rosa María Mateo saliera de un concurso de méritos quedó en papel mojado.

Con el paso de los meses, en La Moncloa se fueron dando cuenta de que Pérez Tornero no era el hombre que necesitaban. No era la primera vez: en febrero de 2020, Pedro Sánchez dio orden de cesar al presidente de Efe que él mismo había nombrado, Fernando Garea, por no ser lo suficientemente afín. El entonces secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, lo citó en un establecimiento de la cadena Rodilla y le dio la noticia de su destitución.

La caída de Pérez Tornero en el inicio de un curso político marcado por las elecciones municipales y autonómicas tiene una evidente carga de profundidad política. Es toda una declaración de intenciones: Sánchez no quiere medias tintas; quiere todo el arsenal mediático disponible y dispuesto.

«A rey muerto, otro al puesto. Se abre el periodo de sucesión en una coyuntura diabólicamente compleja en la que se conjuran numerosas conspiraciones con intereses cuestionables. Lo lógico sería que tras tanta campaña de ‘los viernes de negro’ y conspiraciones virales a base de fake news, los promotores de este desaguisado se hicieran el harakiri y reconocieran que el proceso, como ya dijimos desde USO, estaba contaminado desde el origen», señaló este lunes por la tarde el sindicato USO en un comunicado.

«Se manipuló el proceso de selección hasta colocar al candidato que, desde el poder se quería. Así que ahora lo democrático, lógico, racional y honesto sería que corriera el escalafón y accediera al cargo el siguiente en la lista del famoso concurso de méritos. Resulta que los siguientes candidatos por buenas notas y currículo no comen de la mano del color político del gobierno vigente. Así que, por supuesto, no será esa la vía elegida para mantener la credibilidad de un proceso que tanto costó moldear para sacarlo adelante», añadió.

Para Comisiones Obreras, el problema ha sido otro: «Los peligrosos compañeros de viaje del presidente de la Corporación han acabado con él y con la ilusión de una plantilla de 6.500 trabajadores. RTVE es una empresa irreconocible, una empresa sin rumbo y sin idea alguna del espacio que debe ocupar dentro del servicio público. Los coqueteos con la derecha y con la ultraderecha son pilares de la gestión de Pérez Tornero y del peor segundo que podía haber elegido, José Juan Ruiz, su jefe de gabinete», según el sindicato.

Una de las opciones es nombrar un administrador provisional único por decreto, sin concursos ni méritos que valgan. Fue así como lo hicieron los socialistas con Rosa María Mateo, que tampoco acabó nada bien.