Independentistas escuchan en una pantalla gigante instalada en la calle al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tras el referéndum ilegal de Barcelona. En la comparecencia, Puigdemont estaba flanqueado por Oriol Junqueras y Jordi Turull. Apenas un mes después de esta fotografía, el 30 de octubre, Puigdemont huía de España escondido en el maletero de un coche con destino a Bruselas, Bélgica. En este país fijará su residencia en la localidad de Waterloo. Aquel mismo día la Fiscalía General del Estado presentó una querella contra él y todo su gabinete por rebelión, sedición y malversación. La cobardía de Puigdemont dejó solos a sus cómplices, empezando por Oriol Junqueras, que terminaron juzgados y condenados mientras él vivía en una mansión, alimentando una imagen épica de sí mismo