Sánchez cede ante Yolanda Díaz y Podemos con más gasto para aprobar sus últimos Presupuestos

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han pactado este martes los terceros Presupuestos de la coalición de Gobierno, que serán también los últimos de la legislatura.

Después de una noche de negociaciones al límite -ya es marca de la casa en el PSOE, se queja la vicepresidenta segunda-, a las 7.30 llegaba la noticia, dos horas antes del comienzo del Consejo de Ministros.

Según la Secretaría de Estado de Comunicación, «incorporarán el mayor gasto social de la historia para reforzar el Estado de bienestar». Los Presupuestos recogen la subida de las pensiones conforme al IPC -tanto las contributivas como las que no lo son- y el acuerdo alcanzado para aumentar los sueldos de los funcionarios un 9,5 % en tres años. Esto último afectará a 2,7 millones de trabajadores.

A través de Twitter, la también ministra de Trabajo ha desgranado el contenido del acuerdo con Sánchez antes del comienzo del Consejo de Ministros, sin esperar a la habitual comparecencia posterior. Unidas Podemos ha conseguido que el presidente ceda en aumentar la cobertura por desempleo: se recupera el 60% de la base reguladora desde los seis meses de prestación. Y que el ingreso mínimo vital suba lo que la inflación.

También ha consentido el presidente que se amplíe a todas las madres la ayuda de 100 euros mensuales por niño de entre 0 y 3 años, que hasta ahora era solo para las trabajadoras. Otra de las líneas rojas de Díaz y Podemos era la subida del iprem, y también ahí se han impuesto: se situará en 600 euros al mes a partir del 1 de enero.

El acuerdo incluye además 600 millones de euros extra para la Ley de Dependencia. Y el compromiso entre los socios de Gobierno de tramitar cuanto una Ley de familias que, según la vicepresidenta segunda, incluirá nuevos permisos de conciliación: «Permiso para cuidadores, permiso para atender circunstancias familiares imprevistas o un nuevo permiso parental de 8 semanas», ha enumerado.

Por el contrario, no ha habido avances en la Ley de Vivienda, que actualmente está atascada en el Congreso porque Unidas Podemos se ha puesto de parte de ERC y Bildu para endurecer la limitación del precio de los alquileres más allá de lo que previamente había pactado con Sánchez en el Consejo de Ministros; lo que no ha gustado nada al PSOE.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también se ha felicitado por estas cuentas públicas a través de las redes sociales: «Incluirán el mayor gasto social e inversión productiva para hacer de España un país más justo, avanzado y productivo. Los Presupuestos de la justicia social y la prosperidad económica». Dejan al margen el aumento del gasto en Defensa comprometido con la OTAN, que se sustentará a través de créditos extraordinarios para que Unidas Podemos pueda digerirlo.

Sánchez comparecerá tanto en el Congreso como en el Senado para debatir sobre estos Presupuestos con la oposición, lo cual supone un cambio sustancial. Puesto que, normalmente, es el titular de Hacienda el que lleva la voz cantante en el debate presupuestario anual. El presidente incluye la Cámara Alta, y no solo el Congreso, para poder confrontar con Alberto Núñez Feijóo, que es senador.

El Gobierno confía en aprobar estas cuentas públicas con la mayoría Frankenstein, sus socios habituales. Entre ellos, ERC, el PNV y Bildu.