Fundado en 1910

Mahmoud Ahmadinejad y Hugo Chávez, en Caracas durante una reunión conjunta celebrada el 22 de junio de 2012GTRES

La razón por la que Podemos condena con la boca pequeña las persecuciones a mujeres en Irán

  • La compañía del régimen de los ayatolás ha sido decisiva para el nacimiento, crecimiento y expansión en España de la formación radical

  • En palabras del propio Pablo Iglesias: «A los iraníes les interesa que se difunda en América Latina y España un mensaje de izquierdas para desestabilizar a sus adversarios»

  • El ministerio de Exteriores desaconseja viajar a Irán

Tras la victoria electoral en 1999 del coronel Hugo Chávez, el gobierno de Venezuela comienza a organizar una alianza antioccidental con diversos países, siendo uno de ellos el régimen de los ayatolás de Irán.

Fidel Castro acompañando a Hajj Seyed Hassan Jomeini, nieto de ayatolá Ruhollah Jomeiní de Irán, durante su visita oficial a La Habana el 27 de julio de 2001El Debate

Cuba abre el camino en esta dirección. Fidel Castro, máximo mentor de Chávez, establece desde los años 80 diversos contactos con Irán –les une el discurso contrario a EE.UU.–, pero no es hasta 2001 cuando oficializa esta relección, llegando a realizar un viaje a Teherán para reunirse con el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei. Allí preconizan una cooperación irano-cubana para favorecer «el hundimiento de Estados Unidos».

En declaraciones a los medios, el ayatolá Jamenei, líder supremo de Irán, sucesor del ayatolá Ruhollah Jomeiní, deplora «la debilidad de la acción de la Iglesia católica» ante lo que llama «la injusticia en el mundo». Por su parte, el comandante Castro denuncia el «comportamiento incivil» norteamericano y subraya que Cuba «no tiene miedo a ese país». Durante esta visita, Castro también es investido doctor honoris causa por la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Teherán.

Encuentro oficial entre Fidel Castro y el ayatolá Ali Jamenei en Teherán, 9 de mayo de 2001El Debate

De forma paralela, desde el triunfo el 1 de enero de 1959 de su revolución en Cuba, Fidel Castro muestra interés por la exportación de su proyecto político a Venezuela. El 23 de enero de ese mismo año, pocas semanas después de derrotar a Fulgencio Batista, realiza un viaje a Caracas, donde le reciben en loor de multitudes. Años más tarde, en 1989, visita de nuevo Caracas con motivo de la toma de posesión presidencial de Carlos Andrés Pérez. Ya con Hugo Chávez en el poder, Castro visita de nuevo varias veces Venezuela.

Sobre estos cimientos, Venezuela e Irán descubren que comparten similares coordenadas ideológicas en lo que a visión antioccidental se refiere.

Pasados los años, Hugo Chávez decide ocultar los beneficios que generan los intercambios comerciales entre ambos países –singularmente todo lo que atañe a la provisión de petróleo–, con la creación dentro de Irán de varios depósitos bancarios millonarios de corte opaco. El régimen islamista, por su parte, recompensa a Chávez otorgándole la Orden de la República Islámica de Irán; es la máxima condecoración de la nación persa, que solo ha sido concedida a un total de tres personas. Las otras dos son Bashar al-Ássad, el presidente de Siria, y David Nieves Velásquez Caraballo, el embajador de Venezuela en Irán entre 2009 y 2012.

Técnicas de desestabilización

El eje Caracas-Teherán, además de esta vertiente geopolítica, tiene una proyección ideológica expansiva de signo revolucionario. Los dos países deciden fijar a España, país inserto en la Unión Europea y la OTAN y con evidentes afinidades históricas con Venezuela, como uno de sus objetivos prioritarios. Con base en la ciudad de Madrid, Irán crea 360 Globalmedia SL e Hispan TV, una productora y un canal de televisión, respectivamente.

Allí comienzan a tener presencia diversos tertulianos de extrema izquierda; entre otros, Juan Carlos Monedero y Luis Alegre, que más tarde forman parte del núcleo creador de Podemos. El director de las tertulias televisivas es Pablo Iglesias. Dado que el régimen iraní está sometido a diversas sanciones internacionales, la financiación de la productora y el canal del TV llega a través de empresas situadas en terceros países.

Pablo Iglesias, durante su etapa en HispanTV, presenta dos programas: 'Fort Apache' y 'La Tuerka'El Debate

El propio Iglesias reconoce durante una conferencia en 2013 sus contactos con el régimen islamista radical. Incluso explica sus motivos: «A los iraníes les interesa que se difunda en América Latina y España un mensaje de izquierdas para desestabilizar a sus adversarios. ¿Lo aprovechamos o no lo aprovechamos? Para mí, quien haga política tiene que asumir cabalgar contradicciones, y nosotros estamos dispuestos a cabalgarlas».

El salto de las tertulias televisivas a la política lo realizan en 2014, cuando Podemos concurre a las elecciones europeas. La inyección de fondos iraníes se refuerza a través de tramas societarias. En esencia, utilizan como elemento inyector los canales televisivos previamente establecidos. El dinero de ahí pasa al partido.

Pablo Iglesias escuchando en HispánTV la intervención de Irene Montero, actual ministra de Igualdad en el Gobierno de Pedro SánchezEl Debate

La semilla de Podemos

El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias, el Sepblac, informa en varias ocasiones a la Policía que 360 Globalmedia SL, la productora de HispanTV, recibe importantes sumas de dinero provenientes de Irán. El capital fluye entre 2012 y 2015; es decir, durante los primeros años de vida de Podemos, por lo que sirve de manera decisiva para impulsar al partido radical. El método es un complejo entramado financiero que utiliza bancos en terceros países y empresas españolas.

La Audiencia Nacional archiva la denuncia por presunta financiación ilegal de Podemos recogida en un informe policial, debido a que dicho informe, supuestamente realizado por el servicio de la UDEF de la Policía, es un recorte de noticias de periódicos y, además, carece de firmante.

Para la Inteligencia española, estadounidense y de la OTAN, el origen iraní del capital económico está más allá de toda duda razonable.