Abascal presenta 'España Decide' para «recuperar» la soberanía nacional, arropado por líderes mundiales

«Más y mejor democracia» y «que la España oficial se parezca más a la España real y no al consenso de los partidos». Así es como Santiago Abascal ha definido 'España Decide', el documento político que el presidente de Vox ha presentado en el festival Viva22 este domingo en Madrid. «Una apelación para dar cauce a los sentimientos más profundos, a las ideas del sentido común que anidan en la mayor parte de las familias españolas», ha expresado, ideas que, a su juicio, comparten votantes de diferentes formaciones políticas pero que no serán defendidas por esos partidos.

Ante miles de simpatizantes, afiliados y de ciudadanos que este fin de semana han asistido a este evento político con un aire festivo, Abascal ha desgranado las claves de este programa que busca «devolver la voz a los españoles» y recuperar la soberanía nacional. Que los españoles sean preguntados sobre cuestiones que les afectan en su día a día, sobre políticas públicas. «¿Vamos a seguir sin ser escuchados sobre cosas que afectan en nuestro día a día, a nuestras libertades, a nuestras facturas?», ha preguntado el líder de Vox.

Entre estas cuestiones, ha hecho referencia a la política energética, a la educación, a la inmigración ilegal y el control de las fronteras, así como a las ideologías que se encuentran detrás de las leyes que el Gobierno de Sánchez, ayudado por socios «que van en contra de la soberanía nacional», ha impulsado. Leyes sobre las que, ha defendido Abascal, no se ha consultado al pueblo español. En este sentido, ha apelado a «recuperar la democracia», al mismo tiempo que ha señalado que durante los 40 años de democracia en España, «tan solo se han celebrado dos referéndums populares» en los que los españoles hayan podido decidir sobre aspectos que atañen al país entero, a través del artículo 92 de la Constitución.

Así, el líder de Vox ha ido enumerando disyuntivas relativas a cuestiones sobre las que los españoles deberían poder decidir y ser preguntados: «Si queremos el estado del bienestar de los políticos, ese Estado absolutamente sobredimensionado, o si queremos que se empiecen a recuperar competencias para el Estado para que los españoles seamos libres e iguales en todo el territorio nacional», «si queremos seguir viviendo en la dependencia energética de naciones hostiles o de naciones amigas» o explorar y explotar nuestros propios recursos; o decidir «si pueden seguir siendo legales esos partidos cuyo único objetivo es la ruptura nacional»; también «si mantenemos esas leyes de género que atacan a la familia y al sentido común, o si las derogamos de un plumazo», ha explicado Abascal.

Antes de su discurso, en primer lugar, ha tomado la palabra José Antonio Ortega Lara, el presidente de honor de la formación, que ha dirigido su mensaje a los jóvenes, a quien ha pedido que no se fíen «de aquellos que os dicen que en el 2030 aunque no tengáis nada vais a ser muy felices», en referencia a los postulados de la Agenda 2030. «Vuestro futuro lo escribís y lo forjáis vosotros», ha señalado.

Ignacio Garriga, el recién nombrado secretario general del partido, ha sido el siguiente en subir al escenario, y en su intervención ha descrito a Santiago Abascal como «ejemplo de valentía, determinación y arrojo», y ha sostenido que Ortega Smith «ha dejado el listón muy alto». Asimismo, ha aseverado que Vox no va a «arriar ninguna de las banderas» que les han traído aquí.

Como ya habían anunciado, han intervenido diferentes líderes internacionales que han apoyado el proyecto de Vox, subrayando los principios compartidos, como la defensa de las fronteras, de la soberanía de los pueblos o de la familia. Así, han hablado de forma telemática el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, la líder de Fratelli d'Italia, Giorgia Meloni, el presidente de Hungría, Viktor Orbán, así como líderes americanos, como José Antonio Kast (Chile), Álvaro Uribe (Colombia), Jeanine Áñez (Bolivia), Ted Cruz (Estados Unidos), o Eduardo Verastegui (México). Acto seguido, ha subido al escenario el primer ministro de Polonia, Mateusz Moraviecki, que ha reivindicado que somos «hijos de la civilización cristina» y «tenemos que estar orgullosos» de ello.