Caso Esther López: los peritos en 3D de Marta del Castillo y Diana Quer entran en juego

Los investigadores de la UCO de la Guardia Civil trabajan de forma metódica para evitar dejar resquicios en sus pesquisas. Se llama perfeccionismo. Fruto de ese trabajo localizaron numerosas imágenes de cámaras de seguridad donde se veía un coche muy particular. Se trataba de un Volskwagen T-Roc de color gris. La pena es que en las imágenes no se puede leer la matrícula ni ver a la persona que está en el volante. Lo que sí se observa es cómo este vehículo, pocas horas después de que alguien atropellara y matara a Esther López en la madrugada del 13 de enero en Traspinedo, entró en un túnel de lavado de una estación de servicio de Valladolid. Allí, su conductor aparcó, se bajó y durante 17 minutos estuvo lavando el coche. Un consumidor normal suele utilizar tres euros que te dan seis minutos de tiempo. El dueño del T-Roc casi triplicó ese tiempo, aunque en las imágenes de las cámaras de seguridad, el coche no parece que esté especialmente sucio. Todo lo contrario

¿Qué coche posee el principal sospechoso de atropellar y matar a Esther López? Curiosamente un Volskwagen T-Roc de color gris, igualito al de las imágenes. La Guardia Civil analizó los posicionamientos del teléfono móvil de este hombre y los datos le sitúan en el entorno del lavadero a la misma hora que el coche aparece en las imágenes. Esto lleva a concluir a los investigadores: «Por este equipo de investigación se procede a la realización de un cotejo policial entre las imágenes en las que se observa el vehículo dubitado (las de las cámaras) con las imágenes del vehículo indubitado Volkswagen T-Rock del que hacía uso el investigado: se observa una gran semejanza entre ambos (…), estimándose que pudiera tratarse del mismo». Sin embargo, no se atreven a afirmarlo de forma tajante porque no existe una prueba que pueda confirmarlo al cien por cien. Para liarlo aún más, cuando se le preguntó a Óscar si era su coche, él lo negó. Dijo no haber lavado su vehículo ese día.

Ingenieros en 3D

Es por esta razón que los responsables de la UCO han pedido la colaboración de una empresa de la que ya se sirvieron en el caso de Diana Quer. Se trata de la empresa llamada Ingeniería y Seguridad Vial (ISV). En su día fueron ellos los que lograron determinar, a través de unas imágenes de escasa calidad grabadas por las cámaras de una gasolinera, que el vehículo que se había llevado a Diana Quer era el del Chicle. Este descubrimiento, sin duda, ayudó a resolver el caso. En el documental «Dónde está Marta», sobre Marta del Castillo, emitido en Netflix, estos mismos especialistas analizaron unas imágenes de pésima calidad grabadas en un portal. Se les encargó determinar si una persona concreta que se veía entre sombras era Francisco Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño. No fue posible. De haberlo conseguido, el caso habría tomado una nueva dimensión. En el caso de Esther López, la UCO ha vuelto a acudir a estos expertos, ingenieros en 3D, para pedirles que determinen si el Volkswagen T-Rock que se ve en el lavadero es el de Óscar o no. Si los especialistas de la empresa son capaces de afirmar, sin género de dudas, que se trata del vehículo del principal sospechoso, el caso habrá dado un paso de gigante.

Otra de los aspectos de la investigación en los que los responsables de las pesquisas están insistiendo es el ADN. Criminalística localizó restos genéticos de Esther López en la cazadora del sospechoso y en el interior del maletero de su coche. La UCO ha pedido estudios en profundidad para tratar de determinar si esas células son epiteliales, saliva o sangre. Si se tratase de sangre, todo apunta a la que la detención del sospechoso se precipitaría.