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Los magistrados Rafael Mozo (izquierda) y Francisco Marín Castán (derecha)El Debate (copyright)

Pleno Extraordinario del CGPJ

Marín Castán y Rafael Mozo, así son los dos presidentes que sustituyen a Carlos Lesmes

La crisis institucional se resuelve, parcial y temporalmente, gracias a una «bicefalia» en Consejo y Supremo

La dimisión de Carlos Lesmes tenía por objetivo desbloquear le renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en funciones prorrogadas desde hace cuatro años pero, lo cierto es que, la salida del magistrado provocó un segundo incendio institucional sobre su sucesión que hoy ha quedado finiquitado. La «bicefalia» en el reemplazo de las Presidencias del Consejo y del Supremo ha puesto solución a un órgano dividido por los nombramientos de los candidatos al Constitucional, pendientes de designación. Dieciséis vocales del órgano de gobierno de los jueces, una opinión en contra y una ausencia, han respaldado la solución «inédita» que hoy entrará en vigor, aupando al magistrado progresista Rafael Mozo al frente del CGPJ y a su homólogo de la Sala Primera de lo Civil, Francisco Marín Castán, en el Supremo.

Francisco Marín Castán

Siendo ya presidente de la Sala de lo Civil, el juez segoviano elevó al Pleno de magistrados, por primera vez en la historia de España, la admisión de una doble investigación de paternidad contra un Rey, Juan Carlos I. La primera de las acciones, presentada por el español Albert Solá, fue rechazada por el propio Martín Castán, como ponente, al entender que el ciudadano no había aportado ningún «principio de prueba» creíble. Sin embargo, por un ajustado margen de seis votos a cinco, en el que la posición del presidente de la Sala resultó determinante como voto de calidad, la reclamación planteada por la belga Ingrid Sartiau contra Don Juan Carlos resultó inicialmente aceptada, en enero de 2015.

Un sólo voto ponía sobre la mesa una decisión sin precedentes en nuestro país, tras cerca de tres horas de deliberación entre los once magistrados que capitaneados por Marín Castán -ausente su compañero Francisco Arroyo- dieron luz verde al trámite inicial. Tan sólo tres meses después, el mismo Pleno tumbaba por siete votos a tres el fondo del asunto, tras admitir el recurso planteado por la defensa de Don Juan Carlos.

En febrero de 2019, el Consejo General del Poder Judicial, reunido en sesión plenaria, formalizaba la reelección del magistrado Francisco Marín Castán como presidente de la Sala Primera de lo Civil del Tribunal Supremo. Marín, único candidato al puesto, reeditó así un mandato para el que fue elegido por primera vez en 2014. En su segunda convocatoria, el juez obtuvo el aval unánime de los 21 miembros del Pleno del CGPJ a los que ahora, tras la dimisión de Carlos Lesmes, le tocará liderar, en funciones.

Nacido en Segovia en 1952, ingresó en la carrera judicial en 1977 y tuvo sus primeros destinos en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de La Roda (Albacete) y de San Roque (Cádiz), antes de promocionar a la categoría de magistrado y ocupar una plaza en el Juzgado de Instrucción nº 3 de San Sebastián. A partir de entonces, entre 1982 y 1991 ejerció como magistrado en la Audiencia Provincial de Huelva y, posteriormente, en la Audiencia de Madrid.

Ocupó plaza de letrado del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo hasta enero de 2000, año en el que fue nombrado magistrado de la Sala Primera (Civil) del Alto Tribunal. El 31 de enero de 2014 fue, además, nombrado presidente de la misma por Acuerdo del Pleno del CGPJ, una responsabilidad que ha venido desempeñando hasta la actualidad.

Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación desde 2008, es autor de varios libros –'Resoluciones recurribles y no recurribles en la casación civil' o 'Sociedades anónimas y de responsabilidad limitada'- y ha participado en las obras colectivas 'Comentarios del Código Civil' y 'Código Civil con jurisprudencia, concordancias y referencias legales'.

Rafael Mozo

Rafael Mozo es vocal del Consejo a tiempo parcial, actividad que compagina con su actividad como magistrado de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, plaza que ocupa desde julio de 2018. Hasta entonces, y durante más de dos décadas, desde 1998, Mozo estuvo destinado en la Audiencia Provincial de Madrid, procedente de los juzgados de Sant Feliu de Guixols, Sepúlveda, Leganés y Madrid, por ese orden.

Le avalan más de treinta y siete años de experiencia como juez y magistrado y es un perfil con alta predisposición al diálogo que, pese a su militancia en la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia no peca de sectario. No en vano, Mozo fue una de las voces más críticas contra la reforma del Gobierno -pactada vía exprés por PSOE y Podemos- que vetó los nombramientos al Consejo en funciones.

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