Las hipotecas del presidente
El préstamo de 20 millones de Sánchez a Mohamed VI pone en un brete al Gobierno
El diputado Pablo Cambronero registra tres preguntas escritas al Ejecutivo en el Congreso para que explique por qué y para qué ha concedido un crédito millonario a una caja pública marroquí
«¿Otra cuota de la hipoteca de Sánchez?», se pregunta el diputado Pablo Cambronero, del Grupo Mixto -y ex de Ciudadanos-. El parlamentario ha registrado tres preguntas escritas en el Congreso para que el Gobierno explique el crédito de 20 millones de euros que el Consejo de Ministros concedió este martes a una entidad financiera pública de Marruecos dirigida por un estrecho colaborador de Mohamed VI.
Ello después de que El Debate se hiciera eco de este préstamo, que figura a nombre de Jaida S.A. Una sociedad que, a su vez, forma parte del grupo Caisse de Dépôt et de Gestion (CDG), una caja de capital público que administra el Fondo Nacional de Pensiones de Marruecos. Desde mediados de julio, el director general de esta última es, por designación directa del rey alauita, Khalid Safir, exgobernador de Casablanca y exalto cargo de varios ministerios.
Khalid Safir, el director general del conglomerado al que pertenece Jaida S.A.
Cambronero denuncia que, desde el «unilateral e injustificado» cambio de rumbo respecto al Sáhara Occidental, las «aproximaciones y los gestos de amistad» con Marruecos se han ido incrementando. Siempre, «con dinero público».
Por eso pregunta: «¿Está el Gobierno de España financiando empresas marroquíes vinculadas a personas cercanas y/o pertenecientes a los gobiernos del Reino de Marruecos?».
También «cuáles son las actividades concretas» que va a financiar Jaida S.A. con ese dinero. Puesto que, según el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la compañía «viene desempeñando un papel clave en el apoyo a la inclusión financiera en Marruecos». Y que con ello contribuirá al «desarrollo económico, promoviendo oportunidades económicas para los más pobres».
El último lugar, el diputado pregunta al Gobierno si, puesto que el objetivo es erradicar la pobreza, no sería mejor destinarlo a reducirla dentro de las fronteras españolas, «ya que en España sigue creciendo la pobreza severa de un sector creciente de la población», concluye.