Crisis del Poder Judicial
Un CGPJ sin fisuras se prepara para designar presidente sin funciones a Rafael Mozo
El vocal más antiguo del órgano de los jueces asumirá la vacante tras la dimisión de Carlos Lesmes
La salida de Carlos Lesmes como presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial dejaba descabezados a dos de los principales órganos de la Alta Magistratura española y provocaba una crisis institucional sin precedentes. Un escenario en el que el máximo órgano de gobierno de los jueces se ha visto obligado a adoptar una solución «inédita» que pasará por una bicefalia al frente del Alto Tribunal y del CGPJ. En este último caso, además, los vocales apoyarán hoy sin fisuras, con una «amplísima mayoría que puede llegar a ser unánime» al candidato de consenso pactado entre todos ellos: el progresista Rafael Mozo, como miembro de mayor antigüedad del Pleno.
Crisis del Poder Judicial
Marín Castán y Rafael Mozo, así son los dos candidatos a reemplazar a Lesmes
Hasta la fecha, y con la excepción lógica de las sesiones constitutivas de cada Consejo designado cada cinco años conformada una nueva legislatura, el órgano siempre ha contado con una Presidencia de plenos poderes. No en vano, la misión del titular de ambos órganos pasa por la representación institucional de los mismos, el desarrollo de funciones directivas para la coordinación de las entidades que conforman el CGPJ, la planificación de la actividad ordinaria y la promoción de acuerdos de máximos que no afecten a la implantación de las decisiones tomadas por el Pleno o la Comisión Permanente.
Sin embargo, a partir de hoy y hasta que exista un acuerdo entre PP y PSOE para renovar el órgano, Mozo aceptará ejercer como presidente desprovisto de la mayor parte de las potestades que la Ley Orgánica del Poder Judicial confiere a la figura, en condiciones normales. Se trata, por tanto, de no bloquear el funcionamiento del Consejo y de no protagonizar una nueva división interna de los bloques que, hasta la fecha, han discrepado en la búsqueda de dos candidatos para cumplir con los nombramientos al Constitucional, vencidos el pasado mes de septiembre.
Con la atípica Presidencia de Rafael Mozo, vocal del CGPJ a propuesta socialista, se verán frustradas las expectativas de su predecesor, Carlos Lesmes, quien antes de irse encargó un informe al Gabinete Técnico con la recomendación de que ocupase su sillón, tanto en el Supremo como en el Consejo, el presidente de Sala más antiguo del primero, esto es el magistrado Francisco Marín Castán, responsable de la Sala Civil y actual vicepresidente interino del Alto Tribunal. Una idea que no convenció a la mayor parte de los vocales que han negociado, contrarreloj, esta novedosa opción apoyados en un dictamen de 2019.
Un perfil próximo a Conde-Pumpido
Le avalan más de treinta y siete años de experiencia como juez y magistrado y es un perfil con alta predisposición al diálogo que, pese a su militancia en la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia no peca de sectario. No en vano, Mozo fue una de las voces más críticas contra la reforma del Gobierno –pactada vía exprés por PSOE y Podemos– que vetó los nombramientos al Consejo en funciones.
Sin embargo, también es un hombre próximo al candidato de La Moncloa a presidir el Constitucional, una vez renovado, Cándido Conde-Pumpido. El que fuera fiscal general del Estado durante los dos mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero, y jurista de referencia del PSOE, mantiene una amistad con Mozo al que su padre, Cándido Conde-Pumpido Ferreiro, preparó las oposiciones a juez.