Calviño gasta casi 19.000 euros en luz, gas y suministros en una vivienda pública «gratis total»

Cerca de 20.000 euros, casi el doble de la hipoteca media anual de una familia madrileña: eso es lo que cuesta enfriar, calentar y mantener la vivienda oficial, y otras tres similares en el mismo inmueble, donde reside la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Nadia Calviño, según la documentación que obra en poder de El Debate.

El dato que era «imposible de cuantificar» para tres ministros del Gobierno de Sánchez, lo que gastan en luz, gas y suministros en sus residencias oficiales, sí tiene una cifra de varios ceros en el caso de la responsable económica del Gobierno, que sí acepta trasladárselo a este periódico.

No fue el caso de los titulares de Hacienda, Exteriores y Cultura, María Jesús Montero, José Manuel Albares y Miquel Iceta respectivamente: ocupan como ella zonas privadas en sus sedes ministeriales, lo que comporta la gratuidad total de los recibos que llevan por la calle de la amargura a las familias españolas, la industria y las empresas en general.

Pero ninguno de ellos sabe, tal y como reveló este periódico, qué coste tiene para las arcas públicas y cuánto se ahorran de su propio bolsillo por calentarse en invierno, refrigerarse en verano e iluminarse todo el año: todos dijeron que era inviable distinguir su consumo del de las demás dependencias oficiales.

Pero Calviño, quizá consciente del revuelo generado por la información de este periódico en pleno pico de crisis energética al trascender las comodidades de sus colegas, sí acepta dar las cifras, al menos las relativas al formidable coste que tiene mantener en estado de revista su vivienda oficial, propiedad del Estado y situada en un exclusivo barrio de Madrid en un edificio externo al Ministerio de Economía que alberga cuatro pisos de entre 150 m2 y 250 m2, con un garaje común, cuya localización exacta no se consigna por razones de seguridad.

Lo que era «imposible» de cuantificar para varios ministros, Calviño sí lo detalla: el gasto que tiene, sin que ellos lo abonen, el recibo energético de sus viviendas gratuitas

En ese inmueble, donde también residió José Luis Ábalos hasta que fue destituido por Pedro Sánchez, el Estado ha gastado en suministros y mantenimiento una media de casi 19.000 euros anuales en los dos últimos ejercicios cerrados, en concreto los de 2020 y 2021.

Así consta en un informe oficial, en propiedad de El Debate, firmado en nombre de la vicepresidenta por su subsecretaria, Amparo López Senovilla, en el que se da la cifra exacta anual, que es de 18.831,61 euros, y se detallan los epígrafes incluidos en un gasto que, solo en suministros, supera de largo la media de la hipoteca mensual de Madrid, situada en torno a los 900 euros.

Los costes de mantenimiento de la vivienda (consumo de electricidad, mantenimiento de ascensores, impuesto de bienes inmuebles y reparaciones varias) ocupada por la titular del Departamento, han supuesto de media 18.883,61 € para los años 2020 y 2021, reza el escrito que hoy publica este periódico.

Vivienda propia en Madrid

Resulta curioso, junto al llamativo gasto total del inmueble y sus cuatro estancias o incluso individualizado de cada una de ellas, algo que no aclara la respuesta oficial del todo, que Calviño use una vivienda oficial teniendo una propia en Madrid, en la colonia de Mirasierra, y unos recursos propios entre ahorros y patrimonio, sin deudas, cercano a los 335.000 euros, según consta en su última Declaración de Bienes publicada en el BOE en marzo de 2021.

Pero al menos permite saber cuánto le cuesta a los ciudadanos su confort, escondido por buena parte de sus compañeros en una situación idéntica, como la titular de Hacienda, María Jesús Montero, que hace escasos días aconsejaba utilizar «edredones más fuertes» contra el frío que ella no necesitará al tener garantizada una vivienda con calefacción y aire acondicionado, todo gratuito.

«El Ministerio de Hacienda y Función Pública dispone de una zona privativa para residencia de la persona titular del Departamento, englobándose los costes de los suministros de la indicada zona privativa en los gastos de los suministros generales del edificio en el que se ubica, no pudiéndose hacer una diferenciación particular de los mismos», tal y como recoge el documento en posesión de El Debate rubricado por la subsecretaria de Hacienda y Función Pública, Pilar Paneque Sosa, con fecha 8 de septiembre.

Multipropietaria

Montero tiene un sueldo bruto anual de 74.858,16 euros y, según su Declaración de Bienes y Renta oficial consignada en el Congreso en 2019, tiene en propiedad tres viviendas, un local comercial y un garaje, todo en Sevilla, al 50 %.

Ese patrimonio, cuyo valor de mercado la convierte en millonaria según los propios parámetros del Gobierno a la hora de defender ese impuesto anulado o reducido en comunidades como Madrid, Andalucía, Galicia, Castilla y León o Murcia; no le impide disfrutar de un inmueble gratis total en las propias dependencias del Ministerio de Hacienda, sin preocupación por la factura eléctrica.

Montero, la ministra que más se resistió a la baja del IVA energético, no fue la única en negarse a explicar cuánto consume en luz y gas en su residencia privada oficial o, al menos, en el conjunto del inmueble donde ella reside. Albares, Iceta y la propia Yolanda Díaz, que también residen en espacios públicos sin gastos hipotecarios o de alquiler, no han querido dar cifra alguna de su coste para el ciudadano, amparándose en una supuesta imposibilidad que ahora, con el ejemplo de Calviño, se demuestra cuestionable.

El caso «austero» de Planas

Una sensación que refrenda el caso de otro ministro, el de Agricultura, Pesca y Alimentación, que también ofrece cifras a este periódico al respecto de su gasto en gas individualizado en la vivienda privada que utiliza dentro de dependencias públicas.

Luis Planas, mucho más austero que Nadia Calviño pero en ambos casos al menos transparentes, se gastó en gas «1.236,07.-€ en el año 2020, 1.613,74.-€ en el año 2021 y 871,30.-€ desde enero a junio del año 2022», tal y como recoge un documento oficial firmado por el director general de Servicios e Inspección de su Ministerio, Miguel Ordozgoiti de la Rica.

En resumen, lo que para al menos cuatro ministros es imposible de cuantificar, para dos de sus compañeros puede hacerse sin mayores problemas, estableciéndose una tendencia general: todos ellos disfrutan de un «gratis total» en vivienda, luz y gas, como era habitual con otros Gobiernos precedentes; pero en un escenario inédito de pobreza energética y de recibos hipotecarios disparados por los tipos de interés que a ellos no les afecta. Sí es cierto que unos lo esconden y otros, al menos, dan cuentas de todo ello.