La Guardia Civil sorprendió al cabecilla del 'CNI catalán' intentando ganar el apoyo de China al golpe separatista

La Guardia Civil detectó cómo el cabecilla del CNI catalán, Miquel Montero de Quadras, tramaba un plan de negociación con China con el objetivo de legitimar a nivel internacional el proceso separatista. Los investigadores fueron testigos de cómo Montero de Quadras reconocía sus intenciones en un encuentro clandestino que mantuvo en un restaurante de Barcelona con la cúpula de la pseudoagencia de Inteligencia catalana.

El pasado 16 de mayo de 2019, Montero de Quadras montó una cena secreta con David Ollé Parellada, Roger Vilaseca Díaz y Joan Canadell Bruguera, todos ellos altos cargos del CNI catalán. En un momento de la cena secreta, Montero de Quadras reconoció ante el resto de los comensales que está manteniendo contactos con China con el objetivo de «dar credibilidad» a la causa independentista.

Con todo, el cabecilla del CNI catalán aseguraba que «no había llegado a ningún acuerdo todavía». Seguidamente, apuntó que toda la estructura para llevar a cabo el proceso secesionista «estaba fuera del Estado español descentralizado en puntos estratégicos».

Además, el cerebro de la pseudoagencia de Inteligencia catalana lamentaba no contar con los rusos, que hasta ese momento pensaban que eran sus socios principales en el extranjero. La Guardia Civil hizo estas anotaciones en referencia a los diálogos que Montero de Quadras mantuvo junto al resto de sus acompañantes: «Dice que junto a Rusia habría unos terceros que estarían esperando para posicionarse de un lado a otro».

Desde que emergió la causa independentista en Cataluña, Rusia siempre había sido un aliado de los separatistas. El régimen de Vladímir Putin había contribuido con el proceso catalán mediante intensas campañas de desinformación que llevaba a cabo a través de canales de televisión que cuentan con audiencias de millones de personas. Una de esas terminales mediáticas fue el canal 'RT en Español'.

Un dispositivo de vigilancia

Dos agentes de la Benemérita pudieron adelantarse y acudir al establecimiento porque tenían pinchado el teléfono de Ollé. Gracias al dispositivo de observación y vigilancia que tenían montado en torno a este miembro de la cúpula del CNI catalán fueron testigos de cómo accedió al local a las 20:50h.

«Una vez en su interior –relata la Guardia Civil en su informe– los cuatro sujetos tomaron asiento en una mesa situada en una sala-comedor reservada, ubicada al final del local en su parte derecha, disponiéndose a cenar». La habilidad de los agentes hizo que pudieran colocarse estratégicamente en una mesa ubicada a tan sólo tres metros del reservado. Este hecho hizo que pudieran escuchar los planes que tramaban los altos cargos de la pseudoagencia de Inteligencia catalana.

De la misma manera, los agentes de la Guardia Civil hicieron constar en su informe que los miembros del CNI catalán «charlaban de manera distendida y sin reparar en el entorno». Es decir, sin tomar ninguna de las precauciones de seguridad con las que ellos mismos aleccionaban a sus adeptos. El encuentro se realizó en el restaurante de comida argentina 9Reinas San Cugat ubicado en el municipio barcelonés de San Cugat del Vallés.

Otros países

El cabecilla del CNI catalán trataba de convencer a sus cargos de confianza de que, aunque Rusia podía descolgarse del apoyo que había recibido hasta ahora, había otros países que, según su opinión, se iban a posicionar a favor de una Cataluña independiente del resto de España. Esos países eran Francia e Italia.

También aseguro que Alemania también diría que sí pero «con la condición de que al día siguiente se disolvieran». De la misma manera, asegura que no pueden aceptar las propuestas del que en aquel momento ya era el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y que «una persona de la Unión Europea» les había recomendado aceptar unos «estatutos o privilegios» similares o iguales a los del País Vasco.

La Guardia Civil también escuchó cómo Canadell se entromete en la charla que encabezaba Montero de Quadras para apoyar la tesis del cabecilla del CNI catalán y apunta varios argumentos que giraban en torno a «construir un Estado nuevo y moderno».

El cabecilla del CNI catalán fue el encargado de abonar la cuenta de la cena mediante una tarjeta bancaria. Justo antes de levantarse de la mesa se despidió de sus acompañantes asegurando entre risas: «¡Somos los únicos cuatro para preservar la dignidad de la nación catalana!». Después salieron del local por separado y finalizó la vigilancia.