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La diputada de Cs María Carmen Martínez

La diputada de Cs María Carmen MartínezCongreso

Sánchez sigue adelante

El impuesto a la banca y las energéticas divide a la derecha: Vox evita un fiasco mayor a Cs

Durante el primer examen de ambos gravámenes en el Congreso, la coalición y sus socios actuaron como un bloque monolítico. En cambio, la oposición se dividió, entre reproches mutuos del PP y Cs

La onda expansiva de la bomba lanzada este jueves por el BCE contra el impuesto extraordinario para la banca que se está tramitando en el Congreso -junto a otro para las energéticas- alcanzó la Cámara Baja.

Precisamente este jueves por la tarde, allí se sometían ambos impuestos por primera vez al examen parlamentario. Y el debate evidenció dos cosas. Primero, que el PSOE no tiene intención de hacer caso a las recomendaciones del BCE ni gravar los beneficios extraordinarios en lugar de los ingresos, como pidió la Comisión Europea. Segundo, que este gravamen, extraordinario y temporal según el Gobierno, genera grietas en el centro derecha y ninguna en la izquierda.

El Ejecutivo de coalición y sus socios parlamentarios fueron un bloque monolítico en su oposición a la enmienda a la totalidad presentada por Ciudadanos contra la proposición de ley del PSOE y Unidas Podemos.

Porque es así, a través de una proposición de ley y no de un proyecto de ley del Consejo de Ministros, cómo Pedro Sánchez ha decidido tramitar ambos impuestos para ahorrarse trámites e informes de los órganos consultivos. Es más. Rizando el rizo, durante la tramitación parlamentaria el Gobierno pretende introducir una enmienda a su propia proposición de ley para añadir, también, un gravamen a las grandes fortunas.

Un «fraude legislativo»

Algo que recriminó a la bancada socialista el diputado del PP Gabriel Elorriaga, aunque sin ningún éxito. «Estamos ante un fraude legislativo», se quejó. Y fue más lejos: «Con esta pretendida confrontación entre pobres y ricos lo que se pretende ocultar es lo que realmente está ocurriendo con los ingresos públicos en España: el Gobierno empezó a subir impuestos el mismo día de su llegada».

El PP se abstuvo en la votación de la enmienda a la totalidad de Ciudadanos, que proponía un texto alternativo, y Vox la apoyó. De hecho, la formación de Santiago Abascal fue la única que votó con la de Inés Arrimadas: juntossumaron 62 votos.

Así que la iniciativa de los naranjas dividió las fuerzas de la oposición, no las del Gobierno y sus socios. De hecho, durante el debate populares y naranjas se cruzaron puyas. «Señores del PP esperamos su respuesta. No sabemos lo que van a hacer. Está claro que el señor Feijóo no tiene muy claro últimamente por dónde decidir sobre impuestos y sobre deducciones fiscales. Si quieren solucionar la chapuza que ha traído el Gobierno a través de sus grupos parlamentarios voten que sí», señaló, por parte de Cs, María Carmen Martínez.

«Tiene una peculiar forma la señora Martínez a la hora de solicitar el voto a mi grupo. Vista su argumentación, no se lo vamos a dar», replicó en su turno el popular Elorriaga.

Por su parte, el diputado de Vox Rubén Silvano Manso puso de relieve esa división provocada en la bancada de la derecha. «Ustedes -en alusión al PSOE- han venido a tender una celada a la oposición. Como tantas veces, dividiendo la nación. Hoy les ha tocado a dos amigos suyos, la banca y las eléctricas, y dictarán que es enemigo del pueblo el que los apoye, después de haberse apoyado tantas veces ustedes en ellos», sostuvo.

«Hay que ver lo irrelevantes que pueden ser en la política. Ni siquiera el PP se ha atrevido a presentar hoy una enmienda a la totalidad», presumió el diputado del PSOE Pedro Casares, dirigiéndose a Cs. «Sigan, sigan, que aquí seguiremos», continuó.

Los socios del Ejecutivo, por su parte, dejaron claro que ambos impuestos temporales les saben a poco. Por parte de ERC, el diputado Joan Margall anunció que su grupo presentará enmiendas a la proposición de ley del PSOE y Unidas Podemos para que los gravámenes no sean temporales, sino definitivos.

Y desde las filas de Bildu, Oskar Matute afirmó: «Esta proposición se queda muy corta, nosotros queremos que sea mucho más ambiciosa. Vamos a ser insaciables para el reparto de la riqueza y para que se le devuelva al pueblo todo lo que se le ha robado».

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