Hijo de la primera víctima de ETA que tendrá una placa en Bilbao
Íñigo Pascual: «La placa a mi padre no compensa todo el sufrimiento, pero es mejor que nada»
Como integrante del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) llevaba años reclamando placas en los lugares donde se habían producido los asesinatos de ETA. Bilbao era la última capital donde todavía no se habían colocado
Ángel Pascual se convertirá en la primera víctima de ETA que tendrá una placa en Bilbao que recuerde que en ese lugar, en la calle Médico Pedro Cortés de la capital vizcaína, fue asesinado por la organización terrorista. El acto de descubrimiento de la placa tendrá lugar el próximo día 19 de noviembre y a ella acudirá Íñigo Pascual, el hijo de la víctima que acompañaba a su padre en el momento en que fue asesinado.
El Debate ha hablado con Íñigo para que explique las sensaciones que supone que su padre sea la primera víctima del terrorismo de ETA con una placa en Bilbao.
–¿Cómo recibió la noticia?
–Yo pertenezco a la junta de COVITE. Y hace mucho tiempo que estamos luchando las victimas para que también en Bilbao se reconociera a los asesinos de ETA y se pusiera una placa en su memoria, como se ha hecho en otras capitales vascas y navarros. Se ha hecho en Pamplona, en San Sebastián, en Vitoria y faltaba Bilbao. Hace unos cuantos años, en 2017, nosotros pusimos unas placas con nombre y apellidos de asesinados y que era víctima de ETA. No duraron nada porque lógicamente las habíamos puesto sin permiso. Pero Consuelo Ordóñez es muy peleona y hasta que lo ha conseguido no ha parado. Así que estoy contento, ha recibido muy bien la noticia.
–A nivel personal y como que presente en el momento del atentado, ¿qué supone por fin este reconocimiento?
–Supone varias cosas. La primera yo hace mucho tiempo que no paso por esa calle, por lo tanto, supongo que cuando vuelva a estar allí, significará evocar muchos recuerdos no muy agradables. Por otro lado, el reconocimiento me parece muy bien cuando una víctima quiere pasar página. Hay que pasar página y para eso tienen que ocurrir varias cosas. Primero, que haya justicia. En mi caso justicia no va a haber porque el sumario prescribió, ya no hay posibilidad de que condenen en el supuesto que estuvieran vivos los cuatro terroristas que asesinaron a mi padre. Ya no se cumple lo que siempre decimos las víctimas, esas palabras de Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia. La memoria y la dignidad van ligadas a la placa, con lo cual, en ese sentido nos sentimos bien.
–¿El alcalde les dio alguna razón de por qué han tardado 40 años?
–Desde luego a mí no. Y así como reconozco que la atención conmigo ha sido exquisita desde el momento que recibe mi carta, también es verdad que me habría gustado saber porque se han tardado 40 años.
–Su padre es una de las 379 víctimas de asesinatos no resueltos. No sé si la colocación de la placa puede compensar de alguna forma ese olvido que durante años no ha habido respecto a los autores del atentado
–Absolutamente no compensa el sufrimiento que hemos pasado. No sirve ni mucho menos. Pero sí que es verdad que, al menos, va a ser una noticia en Bilbao y lo va a ser en los periódicos y en la gente que se interesa en que no se olviden lo que ha hecho la banda terrorista ETA. Es un poco justicia que no se olvide una víctima como Ángel, mi padre, y como las otras 853 que ha dejado ETA, más todos los heridos, más todos los extorsionados, más todos los que se han tenido que marchar del País Vasco por pensar de diferente forma que ellos. Está claro que a mí no me compensa, pero es mejor que nada.
–Las placas que van a colocar en Bilbao cierran el círculo respecto a las capitales de provincia. ¿Y ahora qué? ¿Cuál sería la próxima petición?
–Aquí hay dos cosas. Hay una cosa que hace muy bien COVITE, y es que estamos totalmente desvinculados de la política en el sentido de que no queremos que los partidos de la oposición nos utilicen para dar caña a los gobiernos por este motivo. Pero mucho menos queremos que los partidos que pueden estar gobernando cambien presupuestos por presos o seguir gobernando por prebendas a los presos. Entonces, lo que quiere esta víctima, primero sería que la sociedad avance en el sentido de que forzar a esos partidos políticos que hoy están legalizados, pero que han sido el brazo político de ETA, militar, político y militar, a que reconozcan el daño causado, a que pidan perdón, a que ayuden a esclarecer los asesinatos que aún no están esclarecidos y que hagan un ejercicio sincero. Cuando vi la película Maixabel tuve mucha envidia ha podido pasar página porque detuvieron a los dos asesinos de su marido. Segundo, porque esos asesinos se habían acogido a la vía Nanclares, se habían desvinculado, habían pedido perdón a la víctima, habían querido hablar con ella y después, cuando han ocurrido todas esas cosas, es cuando la víctima ya puede pasar página y puede vivir con tranquilidad. Son muy poquitos los que hacen eso. Que no piense la gente que la inmensa mayoría de los asesinos se arrepienten de lo que han hecho. Los etarras no se suelen arrepentir de lo que han hecho. A mí eso no me va a ocurrir. Primero, porque, en el caso de que ocurra, sucede después de 40 años de sufrir mucho. Y segundo, porque hay unas partes de ese pasar página que no se van a resolver. Por lo tanto, quizás yo le pediría un esfuerzo ahora que no hay tanto miedo en la sociedad para que nos ayude a poner las cosas claras, a llevar a Bildu al sitio donde tiene que estar, que es decir: bien, estás en política, estás pudiendo defender tus ideas, pero reconoce todo lo que has hecho y ayudar a resolver y a solucionar todo el mal causado.